Benjamin Netanyahu y Joe Biden
JERUSALEN, Jean Luc Renaudie, (AFP) -
Estos comentarios contrastan con el intento de Netanyahu de minimizar la amplitud de los desacuerdos que surgieron durante su entrevista el martes con el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, en la Casa Blanca.
"Se puede decir que hemos progresado", declaró Netanyahu a la radio militar poco antes de partir de Washington.
Un portavoz de la Casa Blanca reconoció que las reuniones no habían permitido resolver todos los "desacuerdos", en momentos en que las relaciones entre los dos aliados atraviesan una grave crisis a causa de la construcción de viviendas para israelíes en Jerusalén Este.
La radio de las fuerzas armadas, empleando un lenguaje menos diplomático, afirmó que todos los intentos "por superar las tensiones con la administración estadounidense han fracasado".
La radio pública estimó por su parte que la visita de Netanyahu había sido "una decepción", "un estrepitoso fracaso".
Tan pronto regrese a Jerusalén este jueves, Netanyahu debe reunirse con un gabinete restringido de siete de sus ministros para presentarles el documento que contiene las exigencias de Obama destinadas a reactivar las discusiones con los palestinos congeladas desde hace más de un año.
En dicho documento, el presidente estadounidense exige que Netanyahu se comprometa a no reemprender la colonización en Cisjordania en septiembre, al final de una moratoria parcial de 10 meses decretada por el primer ministro para la construcción de viviendas, precisó la radio militar.
Obama exigiría igualmente que se deje de construir viviendas en los barrios israelíes de Jerusalén Este, donde los palestinos quieren establecer la capital de su futuro Estado, añadió la radio. Sobre este punto, Netanyahu ha descartado hasta el presente toda moratoria.
El presidente de Estados Unidos ha igualmente insistido en la necesidad de tratar todos los asuntos claves, entre ellos las fronteras del futuro Estado palestino, mientras que el primer ministro israelí estima que lo prioritario son los acuerdos de seguridad que deben aportar los palestinos, según la prensa.
Los diarios hebreos presentan a Netanyahu como un hombre acorralado. "Con la espalda contra la pared", titula el diario Maariv, mientras que el editorial se titula "Emboscada en la Casa Blanca".
"Pulseada en Washington, ambiente de crisis", proclama de su lado el periódico Israel Hayom (derecha), mientras que Yediot Aharonot titula en rojo "La presión" y uno de sus comentaristas escribe "Guerra fría con Washington".
Varios comentaristas señalan que la firmeza de Obama coloca a Netanyahu ante un dilema, viéndose tal vez obligado, para superar la crisis, a cambiar de mayoría haciendo entrar Kadima, un partido centrista, al gobierno, lo que le permitiría hacer concesiones que sus actuales aliados de ultraderecha y ultraortodoxos se niegan a aceptar.
Estos comentarios contrastan con el intento de Netanyahu de minimizar la amplitud de los desacuerdos que surgieron durante su entrevista el martes con el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, en la Casa Blanca.
"Se puede decir que hemos progresado", declaró Netanyahu a la radio militar poco antes de partir de Washington.
Un portavoz de la Casa Blanca reconoció que las reuniones no habían permitido resolver todos los "desacuerdos", en momentos en que las relaciones entre los dos aliados atraviesan una grave crisis a causa de la construcción de viviendas para israelíes en Jerusalén Este.
La radio de las fuerzas armadas, empleando un lenguaje menos diplomático, afirmó que todos los intentos "por superar las tensiones con la administración estadounidense han fracasado".
La radio pública estimó por su parte que la visita de Netanyahu había sido "una decepción", "un estrepitoso fracaso".
Tan pronto regrese a Jerusalén este jueves, Netanyahu debe reunirse con un gabinete restringido de siete de sus ministros para presentarles el documento que contiene las exigencias de Obama destinadas a reactivar las discusiones con los palestinos congeladas desde hace más de un año.
En dicho documento, el presidente estadounidense exige que Netanyahu se comprometa a no reemprender la colonización en Cisjordania en septiembre, al final de una moratoria parcial de 10 meses decretada por el primer ministro para la construcción de viviendas, precisó la radio militar.
Obama exigiría igualmente que se deje de construir viviendas en los barrios israelíes de Jerusalén Este, donde los palestinos quieren establecer la capital de su futuro Estado, añadió la radio. Sobre este punto, Netanyahu ha descartado hasta el presente toda moratoria.
El presidente de Estados Unidos ha igualmente insistido en la necesidad de tratar todos los asuntos claves, entre ellos las fronteras del futuro Estado palestino, mientras que el primer ministro israelí estima que lo prioritario son los acuerdos de seguridad que deben aportar los palestinos, según la prensa.
Los diarios hebreos presentan a Netanyahu como un hombre acorralado. "Con la espalda contra la pared", titula el diario Maariv, mientras que el editorial se titula "Emboscada en la Casa Blanca".
"Pulseada en Washington, ambiente de crisis", proclama de su lado el periódico Israel Hayom (derecha), mientras que Yediot Aharonot titula en rojo "La presión" y uno de sus comentaristas escribe "Guerra fría con Washington".
Varios comentaristas señalan que la firmeza de Obama coloca a Netanyahu ante un dilema, viéndose tal vez obligado, para superar la crisis, a cambiar de mayoría haciendo entrar Kadima, un partido centrista, al gobierno, lo que le permitiría hacer concesiones que sus actuales aliados de ultraderecha y ultraortodoxos se niegan a aceptar.