Los principales grupos independentistas, el Movimiento por los Pueblos Indígenas de Biafra (Ipob) y el Movimiento para la Realización de un Estado Soberano de Biafra (Massob) llamaron a la población a cesar sus actividades y permanecer en sus hogares para conmemorar la creación de la República de Biafra, el 30 de mayo de 1967.
Muchos temen un brote de violencia y las fuerzas del orden nigerianas estarán en "alerta roja" en las zonas más críticas de la antigua Biafra. Es el caso de Aba (Estado de Abia) y de Onitsha (Estado de Anambra), donde el año pasado las manifestaciones provocaron un baño de sangre.
Hace cincuenta años, los soldados de Biafra, diez veces inferiores en número y peor equipados que el ejército federal, fueron derrotados y abandonaron las armas en 1970 y el sueño de secesión al cabo de tres años de guerra y más de un millón de muertos.
Sin embargo, cincuenta años más tarde, la historia de Biafra continúa siendo un tema extremadamente sensible en este país.
"Nigeria no ha hecho nada por nosotros desde el final de la guerra. No tenemos ni carreteras ni infraestructuras ni trabajo", manifiesta a la AFP John Ahaneku, un militante de 48 años. "Es el momento de acabar lo que iniciaron nuestros padres", añade.
La frustración del pueblo Igbo, mayoritario en el sureste, ha aumentado con el paso del tiempo.
Durante los largos años de regímenes militares que siguieron a la guerra, se sintieron excluidos del poder económico y político, dominado por los Hausa Fulani y los Yoruba, las otras principales etnias del país.
Las aspiraciones separatistas regresaron con el retorno de la democracia, en 1999.
Los principales grupos independentistas actuales reclaman un referéndum de autodeterminación.
Acusan al exgeneral Muhammadu Buhari, musulmán originario del norte y elegido presidente en 2015, de reprimir violentamente su libertad de expresión.
El punto de inflexión se produjo a finales de 2015, con la detención y la encarcelación por traición del líder del Ipob, Nnamdi Kanu.
Amnistía Internacional acusó a las fuerzas de seguridad nigerianas de haber matado "al menos a 150 miembros y partidarios" del Ipob durante el año pasado. Algo que desde Abuja niegan en bloque.
Según la ONG, al menos 60 de ellos murieron durante la conmemoración de la guerra civil de Biafra el 30 de mayo de 2016 en Onitsha.
El jueves pasado, el vicepresidente Yemi Osinbajo, advirtió sobre el riesgo de estallido, en un país compuesto por cerca de 250 grupos étnicos y dividido entre el norte musulmán y el sur cristiano.
El 50º aniversario de la proclamación de la independencia de Biafra es "la ocasión para hacer una introspección individual y colectiva", afirmó.
"Algunos sugieren hoy que debemos volver a las nacionalidades étnicas a partir de las que se formó Nigeria", manifestó. "Es evidente que nuestra fuerza está en nuestra diversidad, somos mejores juntos que separados", matizó.
Las autoridades de Abuja se enfrentan hoy en día a una multitud de reivindicaciones, más o menos violentas, de partidarios de la autonomía que amenazan la unidad del país.
En la región petrolífera del Delta del Níger, que formaba parte del Biafra independiente a principios de la guerra, los sabotajes de grupos rebeldes armados hicieron caer la producción de crudo en 2016, lo que produjo un gran impacto en la economía del país.
Pese a tener intereses diferentes, los grupos pro Biafra y los rebeldes del Delta han expresado públicamente su solidaridad recíproca en la lucha que llevan a cabo.
El viernes, la policía nacional denunció las "manifestaciones previstas" para el martes y previno: "no dudaremos en tratar firmemente a cualquier grupo y a sus partidarios que intenten perturbar la paz".
Según los especialistas, la represión contra los manifestantes independentistas no es una buena respuesta y puede generar la radicalización de la juventud del sureste.
Un estudio realizado sobre el terreno durante el mes de mayo por la consultora SBM Intelligence, con base en Londres, mostró que "había un apoyo creciente para un Biafra (independiente) en las regiones del sur y el sureste".
En total, el 42% de las personas preguntadas están a favor del renacimiento de Biafra mientras que el 49,3% ven como futuro para Nigeria la unidad pero con la condición de practicar un "verdadero federalismo".
Muchos temen un brote de violencia y las fuerzas del orden nigerianas estarán en "alerta roja" en las zonas más críticas de la antigua Biafra. Es el caso de Aba (Estado de Abia) y de Onitsha (Estado de Anambra), donde el año pasado las manifestaciones provocaron un baño de sangre.
Hace cincuenta años, los soldados de Biafra, diez veces inferiores en número y peor equipados que el ejército federal, fueron derrotados y abandonaron las armas en 1970 y el sueño de secesión al cabo de tres años de guerra y más de un millón de muertos.
Sin embargo, cincuenta años más tarde, la historia de Biafra continúa siendo un tema extremadamente sensible en este país.
"Nigeria no ha hecho nada por nosotros desde el final de la guerra. No tenemos ni carreteras ni infraestructuras ni trabajo", manifiesta a la AFP John Ahaneku, un militante de 48 años. "Es el momento de acabar lo que iniciaron nuestros padres", añade.
La frustración del pueblo Igbo, mayoritario en el sureste, ha aumentado con el paso del tiempo.
Durante los largos años de regímenes militares que siguieron a la guerra, se sintieron excluidos del poder económico y político, dominado por los Hausa Fulani y los Yoruba, las otras principales etnias del país.
Las aspiraciones separatistas regresaron con el retorno de la democracia, en 1999.
Los principales grupos independentistas actuales reclaman un referéndum de autodeterminación.
Acusan al exgeneral Muhammadu Buhari, musulmán originario del norte y elegido presidente en 2015, de reprimir violentamente su libertad de expresión.
El punto de inflexión se produjo a finales de 2015, con la detención y la encarcelación por traición del líder del Ipob, Nnamdi Kanu.
Amnistía Internacional acusó a las fuerzas de seguridad nigerianas de haber matado "al menos a 150 miembros y partidarios" del Ipob durante el año pasado. Algo que desde Abuja niegan en bloque.
Según la ONG, al menos 60 de ellos murieron durante la conmemoración de la guerra civil de Biafra el 30 de mayo de 2016 en Onitsha.
- Solidaridad entre partidarios de la autonomía -
El jueves pasado, el vicepresidente Yemi Osinbajo, advirtió sobre el riesgo de estallido, en un país compuesto por cerca de 250 grupos étnicos y dividido entre el norte musulmán y el sur cristiano.
El 50º aniversario de la proclamación de la independencia de Biafra es "la ocasión para hacer una introspección individual y colectiva", afirmó.
"Algunos sugieren hoy que debemos volver a las nacionalidades étnicas a partir de las que se formó Nigeria", manifestó. "Es evidente que nuestra fuerza está en nuestra diversidad, somos mejores juntos que separados", matizó.
Las autoridades de Abuja se enfrentan hoy en día a una multitud de reivindicaciones, más o menos violentas, de partidarios de la autonomía que amenazan la unidad del país.
En la región petrolífera del Delta del Níger, que formaba parte del Biafra independiente a principios de la guerra, los sabotajes de grupos rebeldes armados hicieron caer la producción de crudo en 2016, lo que produjo un gran impacto en la economía del país.
Pese a tener intereses diferentes, los grupos pro Biafra y los rebeldes del Delta han expresado públicamente su solidaridad recíproca en la lucha que llevan a cabo.
El viernes, la policía nacional denunció las "manifestaciones previstas" para el martes y previno: "no dudaremos en tratar firmemente a cualquier grupo y a sus partidarios que intenten perturbar la paz".
Según los especialistas, la represión contra los manifestantes independentistas no es una buena respuesta y puede generar la radicalización de la juventud del sureste.
Un estudio realizado sobre el terreno durante el mes de mayo por la consultora SBM Intelligence, con base en Londres, mostró que "había un apoyo creciente para un Biafra (independiente) en las regiones del sur y el sureste".
En total, el 42% de las personas preguntadas están a favor del renacimiento de Biafra mientras que el 49,3% ven como futuro para Nigeria la unidad pero con la condición de practicar un "verdadero federalismo".