El líder nacionalista irlandés, quien siempre negó estar involucrado en este homicidio, fue detenido el miércoles por la policía en el marco de la investigación sobre la muerte de Jean McConville, secuestrada y asesinada por el Ejército Republicano Irlandés (IRA), que la acusaba de ser informadora del ejército británico.
"El mes pasado, Gerry Adams indicó que estaba disponible para reunirse con la policía norirlandesa sobre el caso Jean McConville. Ese encuentro tuvo lugar esta noche", afirmó en la noche del miércoles el partido político de Adams, el Sinn Fein, que fuera el ala política del IRA.
Para Mary Lou McDonald, dirigente del Sinn Fein, el arresto de Adams tiene "motivos políticos", tres semanas antes de elecciones locales y europeas.
McConville tenía 37 años cuando fue secuestrada poco antes de la Navidad de 1972 por doce hombres del IRA. Acusada de ser una informante del ejército británico, fue ejecutada. Sus restos fueron descubiertos más de 30 años después de su desaparición, en agosto de 2003, en la playa de Carlingford (Irlanda).
En realidad la víctima, que era protestante, socorrió a un soldado británico herido en un atentado del IRA, en un barrio que era bastión de la organización clandestina irlandesa.
El IRA rehusó aceptar la responsabilidad del asesinato hasta 1999.
Adams siempre ha negado estar involucrado con ese asesinato. "Creo que el asesinato de Jean McConville y el entierro secreto de su cuerpo fueron un error y una grave injusticia para ella y su familia" escribió Adams en un comunicado de su partido publicado al conocerse la noticia de su arresto.
"Si bien nunca me disocié del IRA y nunca lo haré, soy inocente de toda responsabilidad en el secuestro, el asesinato o el entierro de McConville", afirmó.
Una ex militante del IRA, Dolours Price, había acusado a Adams de haber ordenado ese asesinato, algo que el histórico líder del nacionalismo republicano siempre rechazó.
Ulster entró en un periodo de paz en 1998 con unos acuerdos entre la mayoría católica y la minoría protestante que han sido en general respetados, tras décadas de sangrienta violencia.
Los representantes políticos en Londres, Belfast y Dublín, que procuran consolidar los acuerdos de paz, no han realizado por el momento ningún comentario sobre el arresto e interrogatorio de Adams.
"El tema depende totalmente de la policía", declaró un portavoz del primer ministro británico David Cameron.
El silencio oficial evidencia el deseo de no complicar el lento proceso de reconciliación en la provincia británica, donde algunos católicos siguen bregando por unir Ulster a la República de Irlanda y algunos protestantes siguen decididos a mantener a la provincia en el seno de la Corona británica.
En una prueba más del intento de superar las divisiones, la reina Isabel invitó el mes pasado a Martin McGuinness, un excomandante del IRA que hoy es vice primer ministro de Ulster, a un banquete que organizó en el castillo de Windsor, con motivo de la primera e histórica visita de un presidente irlandés al Reino Unido.
Al igual que Gerry Adams, McGuinness suele ser acusado de tener "las manos sucias".