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Política
Una manifestación a favor de la reforma
WASHINGTON, (AFP) - "El pueblo estadounidense pide y merece una solución. Y merece una reforma migratoria integral, judiciosa, basada en los principios de responsabilidad y rendición de cuentas", declaró Obama en los jardines de la Casa Blanca, durante una ceremonia de naturalización de extranjeros que sirven en las fuerzas armadas.
De no conseguir esa solución, se abre la puerta a la "irresponsabilidad de otros", dijo acto seguido Obama.
"Eso incluye, por ejemplo, los recientes esfuerzos en Arizona, que amenazan con poner en peligro nociones básicas de justicia que tanto apreciamos los estadounidenses", añadió el presidente.
La legislación en Arizona declararía ilegal la presencia en ese estado de un extranjero sin papeles, y también permitiría a la policía pedir la documentación bajo "sospechas razonables" de que la persona es ilegal.
"He dado instrucciones a miembros de mi gobierno para que vigilen estrechamente la situación y examinen las implicaciones para los derechos civiles de esta legislación", advirtió.
"Durante años, muchos intentaron enfrentarse a este desafío (la migración ilegal), pero las pasiones son grandes y los desacuerdos amplios", reconoció Obama.
"Pero estoy seguro de que todos estamos de acuerdo en que cuando 11 millones de personas viven aquí ilegalmente, fuera del sistema, eso es inaceptable", añadió el mandatario.
Una reforma migratoria fracasó en dos ocasiones, en 2006 y 2007 en el Congreso estadounidense, donde el Partido Demócrata goza en estos momentos de mayoría.
Obama hizo de la reforma migratoria una de sus promesas al llegar al gobierno, y la ha reiterado recientemente, invitando a los republicanos a unir fuerzas para presentar un proyecto común.
Líderes demócratas en la Cámara de Representantes y el Senado están de acuerdo en volver a empujar la reforma, informó la prensa estadounidense esta semana.
Pero el único esbozo de proyecto del cual se empezó a hablar cuenta por el momento con dos patrocinadores, un senador demócrata y otro republicano.
Ambos legisladores no han presentado aún una iniciativa como tal en el Senado.
Estados Unidos se enfrenta a elecciones legislativas en noviembre.
De no conseguir esa solución, se abre la puerta a la "irresponsabilidad de otros", dijo acto seguido Obama.
"Eso incluye, por ejemplo, los recientes esfuerzos en Arizona, que amenazan con poner en peligro nociones básicas de justicia que tanto apreciamos los estadounidenses", añadió el presidente.
La legislación en Arizona declararía ilegal la presencia en ese estado de un extranjero sin papeles, y también permitiría a la policía pedir la documentación bajo "sospechas razonables" de que la persona es ilegal.
"He dado instrucciones a miembros de mi gobierno para que vigilen estrechamente la situación y examinen las implicaciones para los derechos civiles de esta legislación", advirtió.
"Durante años, muchos intentaron enfrentarse a este desafío (la migración ilegal), pero las pasiones son grandes y los desacuerdos amplios", reconoció Obama.
"Pero estoy seguro de que todos estamos de acuerdo en que cuando 11 millones de personas viven aquí ilegalmente, fuera del sistema, eso es inaceptable", añadió el mandatario.
Una reforma migratoria fracasó en dos ocasiones, en 2006 y 2007 en el Congreso estadounidense, donde el Partido Demócrata goza en estos momentos de mayoría.
Obama hizo de la reforma migratoria una de sus promesas al llegar al gobierno, y la ha reiterado recientemente, invitando a los republicanos a unir fuerzas para presentar un proyecto común.
Líderes demócratas en la Cámara de Representantes y el Senado están de acuerdo en volver a empujar la reforma, informó la prensa estadounidense esta semana.
Pero el único esbozo de proyecto del cual se empezó a hablar cuenta por el momento con dos patrocinadores, un senador demócrata y otro republicano.
Ambos legisladores no han presentado aún una iniciativa como tal en el Senado.
Estados Unidos se enfrenta a elecciones legislativas en noviembre.
