Tranquilo y sonriente, el presidente invitó a sus compatriotas a acompañar los "cambios extraordinarios" en curso, en un discurso ante el Congreso de marcado contraste con el de sus adversarios del partido Republicano que esperan sucederlo en la Casa Blanca en 2017.
"Estados Unidos ya ha pasado por cambios importantes en el pasado", dijo Obama lanzando golpes velados a Donald Trump, Ted Cruz y otros importantes candidatos Republicanos.
"Cada vez hubo aquellos que nos dijeron que debemos tener miedo del futuro. Y cada vez hemos superado esos miedos", expresó.
- "La más poderosa nación del mundo" -
A menos de tres semanas de las primarias de demócratas y republicanos en Iowa -las primeras votaciones para remplazarlo-, Obama rebatió la retórica económica de sus adversarios, afirmando que "quienes afirman que Estados Unidos está en decadencia están contando una ficción".
"Estados Unidos es la más poderosa nación del mundo. Punto", expresó el mandatario.
Desde el punto de vista militar, dijo, Estados Unidos "invierte más en nuestras Fuerzas Armadas que las siguientes ocho naciones sumadas. Nuestras tropas son la más sofisticada máquina de combate en la historia del mundo".
Sobre los alegatos acerca del crecimiento del grupo Estado Islámico Obama tuvo también duras palabras.
Aunque admitió que la agrupación yihadista plantea un "peligro enorme" y pidió a los legisladores autorizar el uso de la fuerza militar" para combatirla, afirmó que "ellos no amenazan nuestra existencia nacional".
"Los argumentos exagerados de que ésta es la Tercera Guerra Mundial solo redundan en beneficio del grupo", afirmó.
A su manera característica, Trump respondió describiendo el discurso como "realmente aburrido, lento, letárgico, muy difícil de ver".
- Avanzada contra el cáncer -
Obama también aprovechó el discurso -difundido en simultáneo por Snapchat en un nuevo intento de la Casa Blanca por ampliar la audiencia a través de las redes sociales- para anunciar un esfuerzo nacional de investigación científica para desarrollar una cura contra el cáncer "de una vez y para siempre".
Cuando la entonces Unión Soviética puso un satélite en órbita, Estados Unidos "no negó la existencia del Sputnik" sino que el país construyó "un programa espacial casi de la noche a la mañana y doce años más tarde estábamos caminando en la Luna", dijo.
"Pero podemos hacer mucho más", dijo el mandatario, quien resaltó que el año pasado el vicepresidente Joe Biden le mencionó que con un empeño parecido al utilizado para llegar a la Luna "Estados Unidos podría curar el cáncer".
- Levantar el embargo a Cuba -
El presidente estadounidense reiteró pedidos ya formulados previamente -y sin mucho éxito- al Congreso, como el levantamiento del embargo a Cuba y el cierre del centro de detención de Guantánamo, que calificó como una prisión "cara e innecesaria".
"¿Quieren ustedes consolidar nuestro liderazgo y credibilidad en el hemisferio? Entonces reconozcamos que la Guerra Fría se terminó. Levanten el embargo a Cuba", expresó Obama.
Cerca de 30 millones de personas se calcula que hayan visto el tradicional discurso, considerado la última gran ocasión para el presidente número 44 de Estados Unidos de dirigirse a sus ciudadanos en horario de máxima audiencia.
Pero la noticia de que 10 militares estadounidenses habían sido llevados a una base naval iraní en el Golfo amenazaba con eclipsar la alocución.
Fue un discurso heterodoxo, alejado de la tradicional lista de logros y proyectos legislativos para el año que empieza, en un intento de Obama de levantar la mirada del país más allá de su presidencia.
Hubo apenas una mención al sistema migratorio pero nada sobre las deportaciones que lo han expuesto a la ira de aliados y la burla de sus detractores.
Una veloz referencia y un asiento vacío marcaron el tema del control de armas y la alarmante cifra de muertes por armas de fuego (más de 30.000 por año).
En otro gesto simbólico, un refugiado sirio que huyó de los bombardeos del régimen de Bashar al Asad fue uno de los invitados de honor en el palco de la primera dama, Michelle Obama.
Y en un momento de franqueza, lamentó las divisiones políticas en Washington.
"Es uno de mis pocos remordimientos de mi presidencia, que el rencor y la sospecha entre los partidos ha empeorado en vez de mejorado", dijo.
La gobernadora de Carolina del Sur, la Republicana, Nikki Haley, dijo en su respuesta al discurso de Obama que "el balance del presidente se ha quedado corto ante sus inspiradoras palabras".
Pero Haley, hija de inmigrantes indios, también arremetió contra la retórica de Trump.
"En tiempos de ansiedad, puede ser tentador seguir el llamado de sirenas de las voces más rabiosas", dijo. "Debemos resistir la tentación".