
Los obispos estadounidenses, reunidos hasta el viernes en su conferencia anual de primavera en Atlanta (Georgia, sureste), lanzaron el programa "15 días para la Libertad", que insta a los fieles a misas "por la libertad religiosa" del 21 de junio al 4 de julio, feriado nacional por la independencia.
En una extensa declaración, la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB, por sus siglas en inglés), dijo que la libertad religiosa está "en riesgo" en Estados Unidos y en todo el mundo.
El documento aborda en particular la reforma del sistema de salud de Obama, que ha sido objeto durante meses de una guerra abierta de la jerarquía católica contra las medidas gubernamentales para el reembolso de gastos de "anticoncepción, esterilización y píldoras abortivas", dijo la USCCB.
El "gobierno obligará a las instituciones religiosas a facilitar y financiar algo en contra de su propia enseñanza moral", según los obispos. Cada empleador, y la Iglesia Católica es uno, es comprador del seguro de salud para sus empleados en Estados Unidos.
La campaña "pretende mostrar a los católicos que las amenazas (en contra de la libertad religiosa) están creciendo y llamarlos a la acción", dijo el arzobispo William Lori de Baltimore (este), lo que provocó un debate.
"No es (una campaña) que habla de partidos, de candidatos o de las elecciones", dijo Lori.
Esta quincena de misas y oraciones fue apoyada en Atlanta por el nuncio apostólico en Estados Unidos, Carlo Vigano.
La campaña es vista por algunos, incluyendo a miembros y funcionarios de la propia iglesia, como un ataque partidario contra la administración de Obama, candidato a la reelección en noviembre.
Un grupo de fieles de Washington también hizo saber su desacuerdo, expresando el temor "de que nuestra iglesia sea trágicamente reducida a ser un actor en un año de campaña electoral".
En una extensa declaración, la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB, por sus siglas en inglés), dijo que la libertad religiosa está "en riesgo" en Estados Unidos y en todo el mundo.
El documento aborda en particular la reforma del sistema de salud de Obama, que ha sido objeto durante meses de una guerra abierta de la jerarquía católica contra las medidas gubernamentales para el reembolso de gastos de "anticoncepción, esterilización y píldoras abortivas", dijo la USCCB.
El "gobierno obligará a las instituciones religiosas a facilitar y financiar algo en contra de su propia enseñanza moral", según los obispos. Cada empleador, y la Iglesia Católica es uno, es comprador del seguro de salud para sus empleados en Estados Unidos.
La campaña "pretende mostrar a los católicos que las amenazas (en contra de la libertad religiosa) están creciendo y llamarlos a la acción", dijo el arzobispo William Lori de Baltimore (este), lo que provocó un debate.
"No es (una campaña) que habla de partidos, de candidatos o de las elecciones", dijo Lori.
Esta quincena de misas y oraciones fue apoyada en Atlanta por el nuncio apostólico en Estados Unidos, Carlo Vigano.
La campaña es vista por algunos, incluyendo a miembros y funcionarios de la propia iglesia, como un ataque partidario contra la administración de Obama, candidato a la reelección en noviembre.
Un grupo de fieles de Washington también hizo saber su desacuerdo, expresando el temor "de que nuestra iglesia sea trágicamente reducida a ser un actor en un año de campaña electoral".