
Un campamento de refugiados sirios en Jordania.
Reclamados por Ankara luego de los obuses sirios que cayeron en localidades turcas de la frontera con Siria, estos misiles antimisiles serán desplegados en la zona fronteriza para proteger a Turquía, miembro de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), de eventuales amenazas sirias.
"Militares y material militar de Estados Unidos llegaron a la base Incirlik en Turquía, para el despliegue de las baterías de misiles Patriot", según un comunicado del comando militar norteamericano en Europa (EUCOM), con sede en la ciudad alemana de Stuttgart.
Los misiles Patriot no estarán inmediatamente operacionales. Alemania, Holanda y Estados Unidos participan en esta misión, solo defensiva según la OTAN, con el envío cada uno de dos baterías de misiles Patriot y hasta 400 soldados.
Del lado sirio, el régimen movilizó la artillería y la aviación para bombardear localidades cercanas a Damasco, en donde la rebelión instaló sus bases de retaguardia para lanzar los ataques contra la capital.
Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), nuevos refuerzos militares fueron enviados a Daraya, una localidad que el ejército intenta reconquistar desde hace semanas.
El ejército logró avanzar sobre Muadamiyat al-Sham y Daraya, en el suroeste, en donde las operaciones militares y los ataques se multiplicaron recientemente, precisó el OSDH organismo con sede en Gran Bretaña que recopila informaciones a través de una amplia red de militantes y médicos en el terreno.
El diario Al Watan, cercano al régimen sirio, aseguró que el ejército de Bashar al Asad "ganó el jueves la batalla" contra los "terroristas en Daraya y destruyó sus últimos reductos" y añadió que el frente yihadista Al Nosra sufrió numerosas bajas en los combates.
La prensa oficial o cercana al poder, que asimila a los rebeldes con "terroristas" a sueldo del extranjero, anuncia regularmente la toma por el ejército de suburbios de Damasco, en donde la rebelión instaló sus bases de retaguardia que utiliza para lanzar ataques contra la capital.
Las tropas del régimen tuvieron que retirarse de importantes zonas del norte y del este e intentan controlar los ejes que del sur del país llevan al oeste alauita, región natal del presidente Bashar al Asad, pasando por Damasco y su periferia.
Siria está en guerra civil luego de que se militarizara un movimiento de protesta comenzado en marzo de 2011 que fue violentamente reprimido por el régimen. Las tropas del régimen luchan contra desertores de sus filas ayudados por civiles que tomaron las armas así como contra yihadistas llegados del extranjero. La violencia dejó al menos 60.000 muertos según la ONU.
En un balance provisorio de la violencia anunciado este viernes, el OSDH señaló 92 muertos, de los cuales 51 en Damasco y su periferia. Un miembro de la familia de Rustom Ghazalé, jefe de la seguridad política, murió en el sur.
Durante la noche del jueves un atentado dejó once muertos, entre ellos niños, según el OSDH, en Massaken Barzé, un barrio al norte de Damasco en donde vive una importante comunidad alauita. Los atentados se multiplicaron estos últimos meses en Damasco, ciudad que sin embargo es la más protegida del país, y en su periferia, tomando como objetivo la mayoría de las veces los edificios gubernamentales y de las fuerzas de seguridad..
"Militares y material militar de Estados Unidos llegaron a la base Incirlik en Turquía, para el despliegue de las baterías de misiles Patriot", según un comunicado del comando militar norteamericano en Europa (EUCOM), con sede en la ciudad alemana de Stuttgart.
Los misiles Patriot no estarán inmediatamente operacionales. Alemania, Holanda y Estados Unidos participan en esta misión, solo defensiva según la OTAN, con el envío cada uno de dos baterías de misiles Patriot y hasta 400 soldados.
Del lado sirio, el régimen movilizó la artillería y la aviación para bombardear localidades cercanas a Damasco, en donde la rebelión instaló sus bases de retaguardia para lanzar los ataques contra la capital.
Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), nuevos refuerzos militares fueron enviados a Daraya, una localidad que el ejército intenta reconquistar desde hace semanas.
El ejército logró avanzar sobre Muadamiyat al-Sham y Daraya, en el suroeste, en donde las operaciones militares y los ataques se multiplicaron recientemente, precisó el OSDH organismo con sede en Gran Bretaña que recopila informaciones a través de una amplia red de militantes y médicos en el terreno.
El diario Al Watan, cercano al régimen sirio, aseguró que el ejército de Bashar al Asad "ganó el jueves la batalla" contra los "terroristas en Daraya y destruyó sus últimos reductos" y añadió que el frente yihadista Al Nosra sufrió numerosas bajas en los combates.
La prensa oficial o cercana al poder, que asimila a los rebeldes con "terroristas" a sueldo del extranjero, anuncia regularmente la toma por el ejército de suburbios de Damasco, en donde la rebelión instaló sus bases de retaguardia que utiliza para lanzar ataques contra la capital.
Las tropas del régimen tuvieron que retirarse de importantes zonas del norte y del este e intentan controlar los ejes que del sur del país llevan al oeste alauita, región natal del presidente Bashar al Asad, pasando por Damasco y su periferia.
Siria está en guerra civil luego de que se militarizara un movimiento de protesta comenzado en marzo de 2011 que fue violentamente reprimido por el régimen. Las tropas del régimen luchan contra desertores de sus filas ayudados por civiles que tomaron las armas así como contra yihadistas llegados del extranjero. La violencia dejó al menos 60.000 muertos según la ONU.
En un balance provisorio de la violencia anunciado este viernes, el OSDH señaló 92 muertos, de los cuales 51 en Damasco y su periferia. Un miembro de la familia de Rustom Ghazalé, jefe de la seguridad política, murió en el sur.
Durante la noche del jueves un atentado dejó once muertos, entre ellos niños, según el OSDH, en Massaken Barzé, un barrio al norte de Damasco en donde vive una importante comunidad alauita. Los atentados se multiplicaron estos últimos meses en Damasco, ciudad que sin embargo es la más protegida del país, y en su periferia, tomando como objetivo la mayoría de las veces los edificios gubernamentales y de las fuerzas de seguridad..