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Edi Rama
En tanto, la alianza conservadora encabezada por el partido del primer ministro, Sali Berisha, el Partido Democrático, aparecía con el 39,4% de los votos hasta ahora escrutados.
En este escenario, la coalición opositora informó que de acuerdo con sus proyecciones deberá conquistar 84 de las 140 bancas en el Parlamento albanés.
Varias centenas de partidarios de la coalición de izquierda ya se congregaban frente a la sede del Partido Socialista para celebrar la victoria, al tiempo que caravanas de automóviles ya circulaban por la capital, Tirana.
El principal dirigente del Partido Socialista, Edi Rama, dijo a sus seguidores el martes en la tarde que estaba listo para asumir la responsabilidad de formar un nuevo gobierno.
"Ustedes decidieron darme la tarea de conducir este país y lo haré con la mayor responsabilidad. Esta victoria marca un cambio, es la victoria de la renovación para Albania y también su entrada a la gran familia europea", comentó.
Poco antes, Rama había pedido a Berisha que admita su derrota. "Estamos esperando impacientemente que nuestro oponente acepte la derrota. Los albaneses eligieron cerrar una era y abrir otra", comentó.
Estas elecciones fueron acompañadas de cerca por la Unión Europea, una entidad que rechazó dos veces la candidatura albanesa para sumarse al bloque. La UE anunció que, de acuerdo con sus observadores, "las elecciones representan una prueba crucial para las instituciones democráticas albanesas".
Los dos principales candidatos, Berisha y Rama, pasaron parte de la campaña acusándose mutuamente de compra de votos y otras irregularidades, y con ello despertaron temores de que se repita el escenario de 2009, cuando Rama se negó a reconocer el resultado de las elecciones legislativas.
Sin embargo, Berisha -un cardiólogo de 69 años- y Rama -un pintor formado en París- defienden el inicio de un proceso que conduzca a la incorporación de Albania a la Unión Europea.
En este escenario, la coalición opositora informó que de acuerdo con sus proyecciones deberá conquistar 84 de las 140 bancas en el Parlamento albanés.
Varias centenas de partidarios de la coalición de izquierda ya se congregaban frente a la sede del Partido Socialista para celebrar la victoria, al tiempo que caravanas de automóviles ya circulaban por la capital, Tirana.
El principal dirigente del Partido Socialista, Edi Rama, dijo a sus seguidores el martes en la tarde que estaba listo para asumir la responsabilidad de formar un nuevo gobierno.
"Ustedes decidieron darme la tarea de conducir este país y lo haré con la mayor responsabilidad. Esta victoria marca un cambio, es la victoria de la renovación para Albania y también su entrada a la gran familia europea", comentó.
Poco antes, Rama había pedido a Berisha que admita su derrota. "Estamos esperando impacientemente que nuestro oponente acepte la derrota. Los albaneses eligieron cerrar una era y abrir otra", comentó.
Estas elecciones fueron acompañadas de cerca por la Unión Europea, una entidad que rechazó dos veces la candidatura albanesa para sumarse al bloque. La UE anunció que, de acuerdo con sus observadores, "las elecciones representan una prueba crucial para las instituciones democráticas albanesas".
Los dos principales candidatos, Berisha y Rama, pasaron parte de la campaña acusándose mutuamente de compra de votos y otras irregularidades, y con ello despertaron temores de que se repita el escenario de 2009, cuando Rama se negó a reconocer el resultado de las elecciones legislativas.
Sin embargo, Berisha -un cardiólogo de 69 años- y Rama -un pintor formado en París- defienden el inicio de un proceso que conduzca a la incorporación de Albania a la Unión Europea.
