Fue bajo el mandato del Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero cuando se impulsó en España una "Ley de Memoria Histórica" que entró en vigor en 2007 con el objetivo de reconocer y ampliar derechos y establecer medidas a favor de quienes padecieron persecución o violencia durante la Guerra Civil española (1936-1939) y la dictadura franquista (1939-1975).
Especialmente polémicas fueron las retiradas de varias estatuas ecuestres del dictador en distintas ciudades como Madrid, Barcelona, Zaragoza, Santander o Melilla.
Hasta el año 2011 se llegaron a retirar hasta 570 vestigios del franquismo encontrados en la Administración General del Estado, de los cuales más de 400 se encontraban en el Ministerio de Defensa. Se trataban de restos de todo tipo, como bustos, escudos, relieves y enseñas que hacían referencia directa a Franco o a la dictadura militar.
Desde entonces, el Gobierno del conservador Partido Popular (PP) frenó la aplicación de esta ley a nivel estatal, a la vez que algunas autoridades locales trataban de hacerla efectiva.
Por ejemplo el Ayuntamiento de Madrid, gobernado por la coalición progresista Ahora Madrid, que decidió cambiar los nombres de las calles dedicadas a personalidades del franquismo por los de mujeres ilustres, políticos o artistas. Un ejemplo que siguieron numerosas ciudades y pueblos del país.
Sin embargo, por todo el territorio español todavía sobreviven restos de la dictadura que vuelven a situarse en el centro de la polémica. Los más destacados son:
- El Valle de los Caídos: más allá de albergar los restos mortales de Franco, el colosal monumento situado al norte de Madrid se considera en sí mismo un lugar de homenaje a la dictadura. Fue levantado por presos republicanos tras el triunfo del bando sublevado en la Guerra Civil y en él yacen más 33.000 muertos en la contienda, de uno y otro bando, muchos de ellos todavía sin identificar.
- El Arco de la Victoria: situado en una de las entradas principales a la ciudad de Madrid, este monumento fue construido entre 1950 y 1956 como homenaje a la victoria del Ejército sublevado en la Guerra Civil. Su emplazamiento cercano a la ciudad universitaria no es casual: allí se libraron importantes combates en la defensa de la capital española.
- Pazo de Meirás: una lujosa finca situada en Galicia, al noroeste del país, con construcciones del siglo XIX que antes de la Guerra Civil perteneció a la familia de la famosa novelista Emilia Pardo Bazán. Fue expropiada durante el conflicto y entregada a Franco como residencia de verano. Todavía hoy pertenece a los herederos del dictador mientras las autoridades regionales luchan para que pase a ser un lugar público.
- Monumento al crucero Baleares: situado en la isla de Palma de Mallorca, fue ordenado construir por Franco en homenaje al crucero "Baleares", hundido por fuego de torpedos durante la Guerra Civil. El propio dictador inauguró el monumento en 1947 y en 2010 se decidió retirar del mismo todos los mensajes de exaltación franquista, pero las autoridades locales actuales buscan su demolición completa.
Especialmente polémicas fueron las retiradas de varias estatuas ecuestres del dictador en distintas ciudades como Madrid, Barcelona, Zaragoza, Santander o Melilla.
Hasta el año 2011 se llegaron a retirar hasta 570 vestigios del franquismo encontrados en la Administración General del Estado, de los cuales más de 400 se encontraban en el Ministerio de Defensa. Se trataban de restos de todo tipo, como bustos, escudos, relieves y enseñas que hacían referencia directa a Franco o a la dictadura militar.
Desde entonces, el Gobierno del conservador Partido Popular (PP) frenó la aplicación de esta ley a nivel estatal, a la vez que algunas autoridades locales trataban de hacerla efectiva.
Por ejemplo el Ayuntamiento de Madrid, gobernado por la coalición progresista Ahora Madrid, que decidió cambiar los nombres de las calles dedicadas a personalidades del franquismo por los de mujeres ilustres, políticos o artistas. Un ejemplo que siguieron numerosas ciudades y pueblos del país.
Sin embargo, por todo el territorio español todavía sobreviven restos de la dictadura que vuelven a situarse en el centro de la polémica. Los más destacados son:
- El Valle de los Caídos: más allá de albergar los restos mortales de Franco, el colosal monumento situado al norte de Madrid se considera en sí mismo un lugar de homenaje a la dictadura. Fue levantado por presos republicanos tras el triunfo del bando sublevado en la Guerra Civil y en él yacen más 33.000 muertos en la contienda, de uno y otro bando, muchos de ellos todavía sin identificar.
- El Arco de la Victoria: situado en una de las entradas principales a la ciudad de Madrid, este monumento fue construido entre 1950 y 1956 como homenaje a la victoria del Ejército sublevado en la Guerra Civil. Su emplazamiento cercano a la ciudad universitaria no es casual: allí se libraron importantes combates en la defensa de la capital española.
- Pazo de Meirás: una lujosa finca situada en Galicia, al noroeste del país, con construcciones del siglo XIX que antes de la Guerra Civil perteneció a la familia de la famosa novelista Emilia Pardo Bazán. Fue expropiada durante el conflicto y entregada a Franco como residencia de verano. Todavía hoy pertenece a los herederos del dictador mientras las autoridades regionales luchan para que pase a ser un lugar público.
- Monumento al crucero Baleares: situado en la isla de Palma de Mallorca, fue ordenado construir por Franco en homenaje al crucero "Baleares", hundido por fuego de torpedos durante la Guerra Civil. El propio dictador inauguró el monumento en 1947 y en 2010 se decidió retirar del mismo todos los mensajes de exaltación franquista, pero las autoridades locales actuales buscan su demolición completa.