Rafael Shutz, el embajador de Israel en España, ha logrado la proeza de unir contra él a todas las fuerzas políticas de Ceuta y Melilla, desde las formaciones musulmanas hasta el Partido Popular pasando por el PSOE.
Sus palabras escandalizaron a los responsables ceutíes y melillenses que dejaron de lado sus rencillas. La Unión Demócrata Ceutí (UDCE), una formación mayoritariamente musulmana, presentó en la Asamblea de la ciudad una moción de urgencia pidiendo la "reprobación" del embajador. "Es un ataque a la soberanía de ambas ciudades", recalca Mohamed Alí, líder de UDCE, porque Israel "no erigió el muro en su territorio sino en Cisjordania ocupada".
Tras una larga negociación, los concejales ceutíes aprobaron hoy por unanimidad un texto en el que "rechazan" las declaraciones de Shultz porque "no existe la más mínima similitud" entre la valla y el muro. Con todos los votos, excepto el de Izquierda Unida, la Asamblea asumió también una declaración en la que Ceuta expresa "su solidaridad con las víctimas inocentes del conflicto" de Gaza. Mohamed Haddu Mousa, representante de IU, no se sumó porque la consideró insuficiente.
El Gobierno de Melilla, que está en manos del PP, fue más contundente. Para su portavoz, Daniel Conesa, Shutz "está absolutamente equivocado". El muro "no es acorde con las resoluciones internacionales al respecto porque está ocupando un territorio que no pertenece al Estado de Israel", subrayó el miércoles.
El Tribunal Internacional de La Haya dictaminó, en julio de 2004, que se debía detener la construcción del muro y destruir lo ya construido, pero Israel no acató la sentencia. Las vallas ceutí y melillense son, en cambio, "medidas de seguridad que ha establecido España dentro de su territorio para evitar avalanchas de inmigración ilegal", aseguró el portavoz.
Conesa sintonizó así con las críticas formuladas por el PSOE melillense y Coalición Por Melilla (CPM), una formación mayoritariamente musulmana adscrita a Izquierda Unida, contra el embajador israelí. El portavoz descartó, sin embargo, que el pleno de la Asamblea de Melilla se pronuncie sobre las declaraciones del embajador como lo solicitaban los musulmanes y sí se hizo en Ceuta.
Hasta ahora las fuerzas políticas de ambas ciudades habían actuado en orden disperso. Los musulmanes ceutíes (UDCE) tomaron, a principios de enero, la iniciativa de convocar una manifestación contra los ataques de Israel contra Gaza a la que se sumaron los sindicatos, pero no el PSOE ni, por supuesto, el PP.
En Melilla fue también el partido musulmán (CPM) el protagonista de la protesta contra la invasión de Gaza, pero, tras algunos titubeos, contó con el apoyo de los socialistas, además del de las asociaciones religiosas islámicas, mientras que los populares se mantuvieron al margen.
Ante la invasión israelí de Gaza todas ellas reaccionaron de forma dispersa, pero la declaración de Shutz, del martes, en la que comparó la valla que circunda ambas ciudades autónomas con el muro ilegal que ha construido Israel en Cisjordania les incitó a cerrar filas. "España tiene una valla en Ceuta y Melilla para protegerse de la inmigración e Israel levantó ese muro [en Palestina] para proteger a sus ciudadanos", afirmó Schutz en el foro de Nueva Economía.
Tras una larga negociación, los concejales ceutíes aprobaron hoy por unanimidad un texto en el que "rechazan" las declaraciones de Shultz porque "no existe la más mínima similitud" entre la valla y el muro. Con todos los votos, excepto el de Izquierda Unida, la Asamblea asumió también una declaración en la que Ceuta expresa "su solidaridad con las víctimas inocentes del conflicto" de Gaza. Mohamed Haddu Mousa, representante de IU, no se sumó porque la consideró insuficiente.
El Gobierno de Melilla, que está en manos del PP, fue más contundente. Para su portavoz, Daniel Conesa, Shutz "está absolutamente equivocado". El muro "no es acorde con las resoluciones internacionales al respecto porque está ocupando un territorio que no pertenece al Estado de Israel", subrayó el miércoles.
El Tribunal Internacional de La Haya dictaminó, en julio de 2004, que se debía detener la construcción del muro y destruir lo ya construido, pero Israel no acató la sentencia. Las vallas ceutí y melillense son, en cambio, "medidas de seguridad que ha establecido España dentro de su territorio para evitar avalanchas de inmigración ilegal", aseguró el portavoz.
Conesa sintonizó así con las críticas formuladas por el PSOE melillense y Coalición Por Melilla (CPM), una formación mayoritariamente musulmana adscrita a Izquierda Unida, contra el embajador israelí. El portavoz descartó, sin embargo, que el pleno de la Asamblea de Melilla se pronuncie sobre las declaraciones del embajador como lo solicitaban los musulmanes y sí se hizo en Ceuta.
Hasta ahora las fuerzas políticas de ambas ciudades habían actuado en orden disperso. Los musulmanes ceutíes (UDCE) tomaron, a principios de enero, la iniciativa de convocar una manifestación contra los ataques de Israel contra Gaza a la que se sumaron los sindicatos, pero no el PSOE ni, por supuesto, el PP.
En Melilla fue también el partido musulmán (CPM) el protagonista de la protesta contra la invasión de Gaza, pero, tras algunos titubeos, contó con el apoyo de los socialistas, además del de las asociaciones religiosas islámicas, mientras que los populares se mantuvieron al margen.