
Los bombardeos, en el distrito tribal de Orakzai, apuntaron a los refugios del Movimiento de Talibanes de Pakistán (TTP), principal responsable de una ola de atentados -en su mayoría suicidas- que ha dejado casi 5.000 muertos en todo el país en más de cuatro años.
"Cuatro refugios fueron destruidos y el balance tal vez resulte más duro", dijo a la AFP un oficial de alto rango del ejército que pidió el anonimato.
Los balances que entregan los militares sobre sus operaciones contra los insurgentes islamistas son imposibles de verificar, ya que las zonas tribales están cerradas a los periodistas y a menudo están en manos de los talibanes.
Los bombardeos, realizados por aviones de combate, apuntaban principalmente a las guaridas de los rebeldes liderados por los "comandantes" Mulla Tufan y Moheyuddin, que son los jefes conocidos del TTP. "Hay informaciones sobre la muerte de Moheyuddin en los ataques", aseguró otro oficial, que confirmó el balance de al menos 20 muertos por el momento.
Las zonas tribales del noroeste, fronterizas con Afganistán, son también utilizadas como bases de retaguardia de las tropas de los talibanes de Afganistán, que luchan contra la OTAN y el gobierno del presidente Hamid Karzai del otro lado de la frontera.
"Cuatro refugios fueron destruidos y el balance tal vez resulte más duro", dijo a la AFP un oficial de alto rango del ejército que pidió el anonimato.
Los balances que entregan los militares sobre sus operaciones contra los insurgentes islamistas son imposibles de verificar, ya que las zonas tribales están cerradas a los periodistas y a menudo están en manos de los talibanes.
Los bombardeos, realizados por aviones de combate, apuntaban principalmente a las guaridas de los rebeldes liderados por los "comandantes" Mulla Tufan y Moheyuddin, que son los jefes conocidos del TTP. "Hay informaciones sobre la muerte de Moheyuddin en los ataques", aseguró otro oficial, que confirmó el balance de al menos 20 muertos por el momento.
Las zonas tribales del noroeste, fronterizas con Afganistán, son también utilizadas como bases de retaguardia de las tropas de los talibanes de Afganistán, que luchan contra la OTAN y el gobierno del presidente Hamid Karzai del otro lado de la frontera.