En la mañana, un primer aparato disparó dos misiles contra viviendas ubicadas cerca de una madrasa, una escuela coránica, en la zona de Shalam Raghzai, en el distrito tribal de Waziristán del Sur, bastión de los militares, informó un alto responsable militar que pidió mantener el anonimato. Siete insurgentes resultaron muertos.
Quince minutos más tarde, otro avión teleguiado estadounidense disparó dos misiles contra un edificio en la zona de Wacha Sana, a unos 2 kilómetros del lugar del primer ataque, matando "al menos a ocho insurgentes", según el responsable militar.
Varias horas después, otro drone disparó dos misiles contra un vehículo, matando a "tres insurgentes", según las mismas fuentes militares, esta vez en Day Nishtar, a unos treinta kilómetros del lugar de los precedentes ataques.
Los ataques y el balance fueron confirmados a la AFP por otros altos responsables de las fuerzas de seguridad.
Estos nuevos ataques se producen un poco más de dos días después que un avión teleguiado estadounidense matara probablemente, en la misma región, al paquistaní Ilyas Kashmiri, uno de los principales jefes militares de Al Qaida, si bien las autoridades no lo han confirmado, en ausencia de cadáver.
Los drones de la CIA realizan ataques casi a diario en estas zonas tribales fronterizas con Afganistán, plaza fuerte de los talibanes paquistaníes, principal santuario en el mundo de Al Qaida y base de retaguardia de los talibanes afganos.
Estos ataques no han disminuido desde que el 2 de mayo un comando estadounidense mató a Osama Bin Laden en el norte de Pakistán.
Iniciada en 2004, la campaña de disparos de misiles de drones de la CIA en el noroeste de Pakistán se acentuó considerablemente desde fines de 2008.
Los talibanes paquistaníes se adhirieron a Al Qaida en 2007 y el mismo año lanzaron, en la línea personal de Bin Laden, su guerra santa contra Islamabad por su apoyo a la "guerra contra el terrorismo" de Washington desde fines de 2001.
Estados Unidos considera estas zonas como "el lugar más peligroso del mundo", donde Al Qaida y sus aliados preparan atentados contra los países occidentales.
Los servicios secretos occidentales sostienen que los proyectos de atentados descubiertos en octubre pasado, en particular en Alemania, Francia, Gran Bretaña y Estados Unidos, fueron preparados bajo la dirección de Ilyas Kashmiri en las zonas tribales.
Los talibanes y sus aliados son también los principales responsables de una ola de casi 500 atentados que mataron a más de 4.400 personas en todo Pakistán en los cuatro últimos años.
El domingo, dos de esos atentados mataron a 24 personas.
Si la muerte de Mohammed Ilyas Kashmiri, de 47 años, se confirma, se trataría de la principal derrota sufrida por Al Qaida desde la muerte de Bin Laden.
Los expertos occidentales de la lucha antiterrorista consideran a Kashmiri, jefe del grupo armado paquistaní Harakat ul Yihad al Islam (HuJI), como uno de los principales comandantes operacionales de Al Qaida, encargado en particular de la coordinación de los ataques en Pakistán y en el extranjero.
Quince minutos más tarde, otro avión teleguiado estadounidense disparó dos misiles contra un edificio en la zona de Wacha Sana, a unos 2 kilómetros del lugar del primer ataque, matando "al menos a ocho insurgentes", según el responsable militar.
Varias horas después, otro drone disparó dos misiles contra un vehículo, matando a "tres insurgentes", según las mismas fuentes militares, esta vez en Day Nishtar, a unos treinta kilómetros del lugar de los precedentes ataques.
Los ataques y el balance fueron confirmados a la AFP por otros altos responsables de las fuerzas de seguridad.
Estos nuevos ataques se producen un poco más de dos días después que un avión teleguiado estadounidense matara probablemente, en la misma región, al paquistaní Ilyas Kashmiri, uno de los principales jefes militares de Al Qaida, si bien las autoridades no lo han confirmado, en ausencia de cadáver.
Los drones de la CIA realizan ataques casi a diario en estas zonas tribales fronterizas con Afganistán, plaza fuerte de los talibanes paquistaníes, principal santuario en el mundo de Al Qaida y base de retaguardia de los talibanes afganos.
Estos ataques no han disminuido desde que el 2 de mayo un comando estadounidense mató a Osama Bin Laden en el norte de Pakistán.
Iniciada en 2004, la campaña de disparos de misiles de drones de la CIA en el noroeste de Pakistán se acentuó considerablemente desde fines de 2008.
Los talibanes paquistaníes se adhirieron a Al Qaida en 2007 y el mismo año lanzaron, en la línea personal de Bin Laden, su guerra santa contra Islamabad por su apoyo a la "guerra contra el terrorismo" de Washington desde fines de 2001.
Estados Unidos considera estas zonas como "el lugar más peligroso del mundo", donde Al Qaida y sus aliados preparan atentados contra los países occidentales.
Los servicios secretos occidentales sostienen que los proyectos de atentados descubiertos en octubre pasado, en particular en Alemania, Francia, Gran Bretaña y Estados Unidos, fueron preparados bajo la dirección de Ilyas Kashmiri en las zonas tribales.
Los talibanes y sus aliados son también los principales responsables de una ola de casi 500 atentados que mataron a más de 4.400 personas en todo Pakistán en los cuatro últimos años.
El domingo, dos de esos atentados mataron a 24 personas.
Si la muerte de Mohammed Ilyas Kashmiri, de 47 años, se confirma, se trataría de la principal derrota sufrida por Al Qaida desde la muerte de Bin Laden.
Los expertos occidentales de la lucha antiterrorista consideran a Kashmiri, jefe del grupo armado paquistaní Harakat ul Yihad al Islam (HuJI), como uno de los principales comandantes operacionales de Al Qaida, encargado en particular de la coordinación de los ataques en Pakistán y en el extranjero.