Tanto el Gobierno y los islamistas en el país asiático celebraron el anuncio de la cancelación del proyecto de Wilders como una victoria y los clérigos del país incluso convocaron hoy un día de festejos.
Wilders, de 54 años, del Partido por la Libertad (PVV) de extrema derecha, con representación en el Parlamento holandés, pretendía celebrar una competición de caricaturas de Mahoma en el mismo edificio de la cámara legislativa. Pero el Gobierno holandés se distanció. "Yo no haría un concurso así, pero él puede hacerlo", dijo el primer ministro del país, Mark Rutte, sobre Wilders.
Tras fuertes protestas en Pakistán y la detención de un paquistaní de 26 años en Holanda bajo la sospecha de planear un atentado contra Wilders, éste abandonó su idea en la noche del jueves. "La seguridad de la gente tiene prioridad", dijo, alegando que tras el anuncio, aumentó el peligro de que "musulmanes extremistas consideraran a todos los holandeses", y no sólo a él, blanco de sus ataques.
El partido islamista paquistaní Tehreek-e Labbaik Pakistan (TLP) había sacado el miércoles a miles de personas a las calles de Lahore, en el este de Pakistán, para exigir la ruptura de relaciones diplomáticas con Holanda. En caso contrario, amenazaban con bloquear la capital Islamabad.
El Ejército paquistaní tuvo que reforzar la seguridad de la representación diplomática holandesa en la ciudad con 700 efectivos adicionales para proteger a los funcionarios del país. El Ministerio de Exteriores holandés suspendió un viaje de representantes holandeses a Pakistán y advirtió a sus ciudadanos del peligro que podría entrañar viajar allí.
El partido Tehreek-e Labbaik Pakistan celebró hoy la cancelación como una victoria. "Es nuestra victoria. Es un gran día para todo el mundo islámico", dijo su número dos Pir Afzal Qadri.
También el nuevo primer ministro del país, Imran Khan, que celebró el anuncio, había publicado un mensaje de video en el que denunciaba la insensibilidad de Europa frente a los musulmanes.
Wilders, de 54 años, del Partido por la Libertad (PVV) de extrema derecha, con representación en el Parlamento holandés, pretendía celebrar una competición de caricaturas de Mahoma en el mismo edificio de la cámara legislativa. Pero el Gobierno holandés se distanció. "Yo no haría un concurso así, pero él puede hacerlo", dijo el primer ministro del país, Mark Rutte, sobre Wilders.
Tras fuertes protestas en Pakistán y la detención de un paquistaní de 26 años en Holanda bajo la sospecha de planear un atentado contra Wilders, éste abandonó su idea en la noche del jueves. "La seguridad de la gente tiene prioridad", dijo, alegando que tras el anuncio, aumentó el peligro de que "musulmanes extremistas consideraran a todos los holandeses", y no sólo a él, blanco de sus ataques.
El partido islamista paquistaní Tehreek-e Labbaik Pakistan (TLP) había sacado el miércoles a miles de personas a las calles de Lahore, en el este de Pakistán, para exigir la ruptura de relaciones diplomáticas con Holanda. En caso contrario, amenazaban con bloquear la capital Islamabad.
El Ejército paquistaní tuvo que reforzar la seguridad de la representación diplomática holandesa en la ciudad con 700 efectivos adicionales para proteger a los funcionarios del país. El Ministerio de Exteriores holandés suspendió un viaje de representantes holandeses a Pakistán y advirtió a sus ciudadanos del peligro que podría entrañar viajar allí.
El partido Tehreek-e Labbaik Pakistan celebró hoy la cancelación como una victoria. "Es nuestra victoria. Es un gran día para todo el mundo islámico", dijo su número dos Pir Afzal Qadri.
También el nuevo primer ministro del país, Imran Khan, que celebró el anuncio, había publicado un mensaje de video en el que denunciaba la insensibilidad de Europa frente a los musulmanes.