Por Anis Ahmed
DACCA (Reuters) -
Una autoridad del Gobierno dijo que el motín en Dacca estaba bajo control e instó a los miembros de la guardia fronteriza los Fusileros de Bangladesh (BDR por su sigla en inglés), que se amotinaron en reclamo por sus salarios, a deponer las armas y volver a los cuarteles.
Los tiroteos en la capital gradualmente se fueron calmando hasta que se detuvieron luego de que la primera ministra, Hasina Wajed, advirtió en una transmisión en vivo por los medios que tomaría acciones contundentes, un día después de haber ofrecido a los amotinados una amnistía.
"Todas las tropas rebeldes se han rendido con sus armas y el proceso ha sido completado", dijo a Reuters Abul Kalam Azad, el portavoz para los medios de la primera ministra, en referencia a las tropas de los BDR en la capital.
Sin embargo, no estaba claro si las tropas fronterizas de los Fusileros de Bangladesh habían abandonado las calles en pueblos en otras partes del país.
Al menos seis tanques del Gobierno y 10 vehículos blindados habían tomado posiciones alrededor de los cuarteles de los Fusileros de Bangladesh en Dacca, donde la violencia del miércoles causó la muerte a cerca de 50 personas.
"La situación está ahora bajo control del Gobierno y quienes quebrantaron la disciplina para crear violencia fuera de la capital han sido llamados también a rendirse", afirmó Azad en las declaraciones a Reuters.
Los disturbios pusieron de relieve los desafíos que enfrenta Hasina, quien asumió hace apenas un mes tras ganar las elecciones parlamentarias que en diciembre marcaron el retorno de la democracia en Bangladesh tras casi dos años de un gobierno de emergencia respaldado por las fuerzas armadas.
VUELVE LA CALMA
El motín comenzó el miércoles en los cuarteles de Dacca de los Fusileros de Bangladesh con tiroteos en el lugar y en las inmediaciones del complejo, que habrían causado las muertes conocidas hasta ahora.
Ese incidente desató una ola de motines de las tropas de los Fusileros en más de una decena de otros pueblos, en los que el jueves hubo tiroteos, dijo la policía. Pero periodistas de Reuters dijeron que luego volvió gradualmente la calma.
El Gobierno ordenó la interrupción de los servicios de telefonía móvil para frenar los rumores y la desinformación, dijo un operador de telecomunicaciones. Eso dificultó saber qué ocurría alrededor de la empobrecida nación del sur de Asia. Las comunicaciones fueron reanudadas el jueves en la tarde.
"Bajen sus armas inmediatamente y regresen a los cuarteles. No me obliguen a tomar duras acciones o colmen mi paciencia más allá de los límites tolerables", advirtió Hasina a quienes se amotinaron de las tropas paramilitares de los Fusileros en un mensaje transmitido a nivel nacional la tarde del jueves.
"Den a la democracia y a la economía una oportunidad para desarrollarse", agregó.
Las calles de Dacca estaban prácticamente desiertas y los residentes estaban tensos mientras aguardaban a ver lo que pasará de ahora en adelante.
Bangladesh, con una población de más de 140 millones de personas, ha sufrido varios golpes militares desde que declaró su independencia en 1971, pero los motines de esta semana no parecen tener motivaciones políticas.
Los amotinados reclamaban sobre sus salarios, beneficios y estructuras de mando, dijeron funcionarios y medios locales.
El BDR es tradicionalmente liderado por oficiales del Ejército. Algunos soldados del BDR quieren que los comandantes sean elegidos dentro de sus propias filas.
Hasina dijo que ella estaba preparada para hacer lo que pudiera para cumplir gradualmente con esas demandas, pero afirmó que ellos primero debían rendirse ante las autoridades.
La tarea principal de las tropas de los BDR es vigilar las fronteras del país, pero a menudo apoyan al Ejército y a la policía en otros requerimientos de defensa y seguridad.
Mientras el Gobierno trabajaba para restablecer la calma en Dacca el jueves, y antes del mensaje de Hasina, en la mañana estallaron tiroteos en varias unidades del BDR en el país.
DACCA (Reuters) -
Una autoridad del Gobierno dijo que el motín en Dacca estaba bajo control e instó a los miembros de la guardia fronteriza los Fusileros de Bangladesh (BDR por su sigla en inglés), que se amotinaron en reclamo por sus salarios, a deponer las armas y volver a los cuarteles.
Los tiroteos en la capital gradualmente se fueron calmando hasta que se detuvieron luego de que la primera ministra, Hasina Wajed, advirtió en una transmisión en vivo por los medios que tomaría acciones contundentes, un día después de haber ofrecido a los amotinados una amnistía.
"Todas las tropas rebeldes se han rendido con sus armas y el proceso ha sido completado", dijo a Reuters Abul Kalam Azad, el portavoz para los medios de la primera ministra, en referencia a las tropas de los BDR en la capital.
Sin embargo, no estaba claro si las tropas fronterizas de los Fusileros de Bangladesh habían abandonado las calles en pueblos en otras partes del país.
Al menos seis tanques del Gobierno y 10 vehículos blindados habían tomado posiciones alrededor de los cuarteles de los Fusileros de Bangladesh en Dacca, donde la violencia del miércoles causó la muerte a cerca de 50 personas.
"La situación está ahora bajo control del Gobierno y quienes quebrantaron la disciplina para crear violencia fuera de la capital han sido llamados también a rendirse", afirmó Azad en las declaraciones a Reuters.
Los disturbios pusieron de relieve los desafíos que enfrenta Hasina, quien asumió hace apenas un mes tras ganar las elecciones parlamentarias que en diciembre marcaron el retorno de la democracia en Bangladesh tras casi dos años de un gobierno de emergencia respaldado por las fuerzas armadas.
VUELVE LA CALMA
El motín comenzó el miércoles en los cuarteles de Dacca de los Fusileros de Bangladesh con tiroteos en el lugar y en las inmediaciones del complejo, que habrían causado las muertes conocidas hasta ahora.
Ese incidente desató una ola de motines de las tropas de los Fusileros en más de una decena de otros pueblos, en los que el jueves hubo tiroteos, dijo la policía. Pero periodistas de Reuters dijeron que luego volvió gradualmente la calma.
El Gobierno ordenó la interrupción de los servicios de telefonía móvil para frenar los rumores y la desinformación, dijo un operador de telecomunicaciones. Eso dificultó saber qué ocurría alrededor de la empobrecida nación del sur de Asia. Las comunicaciones fueron reanudadas el jueves en la tarde.
"Bajen sus armas inmediatamente y regresen a los cuarteles. No me obliguen a tomar duras acciones o colmen mi paciencia más allá de los límites tolerables", advirtió Hasina a quienes se amotinaron de las tropas paramilitares de los Fusileros en un mensaje transmitido a nivel nacional la tarde del jueves.
"Den a la democracia y a la economía una oportunidad para desarrollarse", agregó.
Las calles de Dacca estaban prácticamente desiertas y los residentes estaban tensos mientras aguardaban a ver lo que pasará de ahora en adelante.
Bangladesh, con una población de más de 140 millones de personas, ha sufrido varios golpes militares desde que declaró su independencia en 1971, pero los motines de esta semana no parecen tener motivaciones políticas.
Los amotinados reclamaban sobre sus salarios, beneficios y estructuras de mando, dijeron funcionarios y medios locales.
El BDR es tradicionalmente liderado por oficiales del Ejército. Algunos soldados del BDR quieren que los comandantes sean elegidos dentro de sus propias filas.
Hasina dijo que ella estaba preparada para hacer lo que pudiera para cumplir gradualmente con esas demandas, pero afirmó que ellos primero debían rendirse ante las autoridades.
La tarea principal de las tropas de los BDR es vigilar las fronteras del país, pero a menudo apoyan al Ejército y a la policía en otros requerimientos de defensa y seguridad.
Mientras el Gobierno trabajaba para restablecer la calma en Dacca el jueves, y antes del mensaje de Hasina, en la mañana estallaron tiroteos en varias unidades del BDR en el país.