El convoy de 600 metros de largo, que transporta 32 contenedores, partió del puerto londinense de Stanford-le-Hope, en el estuario del Támesis, en dirección a Yiwu, en la costa oriental china.
Una ceremonia con música, banderas y discursos expresando la esperanza de una nueva era en las relaciones comerciales bilaterales -en momentos en que el Reino Unido comienza su divorcio de la Unión Europea-, despidió al tren en su viaje que durará 18 días y recorrerá 12.000 kilómetros.
El transporte férreo es más barato que el aéreo y más rápido que el marítimo, por lo que ofrece un término medio a las compañías de transporte.
El tren cruzará el túnel bajo el Canal de la Mancha para atravesar luego Francia, Bélgica, Alemania, Polonia, Bielorrusia, Rusia y Kazajistán, antes de entrar a China.
Los contenedores tendrán que cambiar a diferentes vagones al llegar a Bielorrusia, porque los expaíses soviéticos usan un ancho de trocha de vía diferente.
El primer tren de China al Reino Unido llegó el 18 de enero, lleno de ropas y otros bienes comerciales, y el de este lunes es el primer viaje en sentido opuesto.
"Restaurar la antigua Ruta de la Seda es una vía mediante la cual China, el norte de Europa y el Reino Unido pueden intercambiar bienes, además de una iniciativa excitante", dijo Xubin Feng, presidente de Yiwu Timex Industrial Investment, que organizó el convoy.