Los insurgentes tomaron en los últimos meses al menos dos decenas de ciudades y pueblos en el noreste de Nigeria, donde buscan establecer un califato y donde las noticias sobre combates continúan a pesar del anuncio de tregua el pasado viernes por parte del ejército y la presidencia de Nigeria.
Las informaciones sobre nuevos ataques aumentan las dudas sobre la credibilidad del gobierno, sobre todo, entre los analistas de seguridad conocedores de las negociaciones, quienes se muestran escépticos.
El gobierno "ya hizo anteriormente este tipo de anuncios varias veces", dijo Shehu Sani, un abogado y activista de derechos civiles, quien estuvo implicado en los intentos de diálogo precedentes.
El principal interrogante es la identidad del supuesto enviado de Boko Haram, Danladi Ahmadu, quien aseguró haber participado, como jefe de seguridad del grupo islamista, en las conversaciones con el gobierno sobre un alto el fuego y la liberación de las alumnas adolescentes secuestradas en abril en Chibok.
"Danladi Ahmadu NO forma parte del #BH Shura [Consejo de Gobierno Boko Haram] ni habla en nombre de ellos por lo que sé", dijo en un tuit Ahmad Salkida, periodista nigeriano que asegura tener contactos de alto nivel entre los líderes del grupo.
"No sabemos exactamente quién es el negociador de Boko Haram y si representa a todo el grupo o sólo a una facción", dijo Nnamdi Obasi, investigador del International Crisis Group.
- Compensaciones y elecciones -
Las compensaciones que podría obtener Boko Haram a cambio de la liberación de las adolescentes es otro de los interrogantes abiertos. En el pasado, el jefe de los islamistas nigerianos, Abubakar Shekau, pidió una liberación masiva de sus combatientes capturados por el ejército nigeriano.
"No tenemos detalles sobre lo que Boko Haram habría obtenido", constató Obasi.
Las precedentes declaraciones divergentes de los militares tampoco ayudan a despejar las dudas. Por ejemplo, pocos días después del secuestro masivo, responsables de defensa aseguraron que la mayoría de las chicas habían escapado de sus secuestradores, si bien después tuvieron que desdecirse.
Muchos analistas vieron en el anuncio del gobierno un trasfondo electoral, máxime cuando el presidente nigeriano, Goodluck Jonathan, tiene previsto anunciar su candidatura a la reelección en las próximas semanas.
Las noticias positivas sobre los insurgentes y las adolescentes cautivas, aunque no sean ciertas, podrían otorgarle un impulso político, incluso si continúa el conflicto de cinco años con Boko Haram.
No obstante, Ryan Cumming, analista jefe de la consultora Red24, se muestra más escéptico, al considerar un eventual alto el fuego como temporal.
"Boko Haram no ha sufrido una presión suficiente para deponer las armas y es muy improbable que el gobierno nigeriano ceda a todas las peticiones de la secta", señaló este experto.