Tras la última reunión en Viena, que finalizó el 30 de octubre, Rusia distribuyó un plan de ocho puntos en el cual proponía convocar elecciones en Siria tras un proceso de reforma constitucional de 18 meses.
"El plan de ocho puntos en sí no es el centro de las discusiones en Viena", dijo el embajador británico ante la ONU, Matthew Rycroft a periodistas.
Otros países occidentales rechazaron el plan ruso, porque, alegan, no aporta una respuesta clara a qué sucedería con el presidente sirio, Bashar al Asad.
Representantes de unos 20 países y organismos internacionales se reunirán el sábado en Viena para tratar de ponerse de acuerdo sobre un plan de paz que incluiría un alto el fuego entre el régimen de Bashar al Asad y grupos de la oposición.
La reunión de Viena abordará el tema de quiénes podrían participar de ese proceso.
Rusia e Irán, que apoyan al presidente Bashar al Asad, no están de acuerdo con Estados Unidos y sus aliados europeos y árabes, sobre los grupos que deben ser calificados de terroristas y aquellos que pueden considerarse como parte de la oposición siria y, por ende, participar de las negociaciones.
El plan ruso forma parte de un documento titulado "Enfoque para la solución de la crisis siria", que llama a crear una comisión constitucional formada por miembros de grupos opositores "locales y del exterior". El documento precisa que "el presidente sirio no presidirá la comisión constitucional".
Siempre según ese texto, podría convocarse a elecciones presidenciales y legislativas tras la aprobación de una nueva constitución por referéndum. Formalmente no prohíbe a Asad presentarse a las elecciones.
Un diplomático ruso afirmó que el texto de Moscú era "un punto de vista más que un plan" y que se mantenían las conversaciones sobre la política a seguir en Siria.
El plan ruso no fue evocado en la reunión del Consejo de Seguridad del martes, pero el enviado de la ONU para Siria, Staffan de Mistura, expresó su esperanza de que en Viena se llegue a un acuerdo para un cese el fuego.
De Mistura hizo referencia a una carta recibida esta semana del ministerio sirio de Relaciones Exteriores que promete dejar de recurrir a "armas arbitrarias", lo que sugiere una pausa en los combates, informaron diplomásticos.
"El plan de ocho puntos en sí no es el centro de las discusiones en Viena", dijo el embajador británico ante la ONU, Matthew Rycroft a periodistas.
Otros países occidentales rechazaron el plan ruso, porque, alegan, no aporta una respuesta clara a qué sucedería con el presidente sirio, Bashar al Asad.
Representantes de unos 20 países y organismos internacionales se reunirán el sábado en Viena para tratar de ponerse de acuerdo sobre un plan de paz que incluiría un alto el fuego entre el régimen de Bashar al Asad y grupos de la oposición.
La reunión de Viena abordará el tema de quiénes podrían participar de ese proceso.
Rusia e Irán, que apoyan al presidente Bashar al Asad, no están de acuerdo con Estados Unidos y sus aliados europeos y árabes, sobre los grupos que deben ser calificados de terroristas y aquellos que pueden considerarse como parte de la oposición siria y, por ende, participar de las negociaciones.
El plan ruso forma parte de un documento titulado "Enfoque para la solución de la crisis siria", que llama a crear una comisión constitucional formada por miembros de grupos opositores "locales y del exterior". El documento precisa que "el presidente sirio no presidirá la comisión constitucional".
Siempre según ese texto, podría convocarse a elecciones presidenciales y legislativas tras la aprobación de una nueva constitución por referéndum. Formalmente no prohíbe a Asad presentarse a las elecciones.
Un diplomático ruso afirmó que el texto de Moscú era "un punto de vista más que un plan" y que se mantenían las conversaciones sobre la política a seguir en Siria.
El plan ruso no fue evocado en la reunión del Consejo de Seguridad del martes, pero el enviado de la ONU para Siria, Staffan de Mistura, expresó su esperanza de que en Viena se llegue a un acuerdo para un cese el fuego.
De Mistura hizo referencia a una carta recibida esta semana del ministerio sirio de Relaciones Exteriores que promete dejar de recurrir a "armas arbitrarias", lo que sugiere una pausa en los combates, informaron diplomásticos.