"Queremos solución y no represión", vociferan los maestros, replegados por efectivos con bombas lacrimógenas en la avenida Abancay, donde está el Legislativo. La Policía montada también está presente para hacer retroceder a los manifestantes, quienes responden con los palos de sus banderolas.
Durante el enfrentamiento, varias personas, entre manifestantes y transeuntes, se desmayaron debido al gas lacrimógeno, mientras que un policía montado cayó a la acera.
Tras la ruptura de las negocaciones con el Gobierno, los maestros en huelga exigen cambios en la política de las evaluaciones de desempeño, que rinden periódicamente y definen su continuidad y ascenso en el sector.
El presidente del comité en huelga, Pedro Castillo, pide que esos exámenes no desencadenen la salida de profesores, pero para el Gobierno eso es imposible, pues el mecanismo busca mejorar el nivel de educación en las escuelas estatales.
Si un profesor reprueba tres veces la evaluación, a pesar de recibir capacitación del Ministerio de Educación, es expulsado del magisterio.
La ministra de Educación, Marilú Martens, exhortó a los educadores a regresar a las aulas después de que el Ejecutivo acordara incrementar los salarios mensuales de unos 370 dólares a cerca de 615 dólares, aumentar el presupuesto del sector e igualar los beneficios laborales.
Martens anunció que no habrá más mesas de diálogo en Lima y que si a partir de la siguiente semana los maestros no retoman sus labores, el Gobierno empezará a contratar nuevos profresores para no perjudicar el año escolar de casi tres millones de alumnos.
Son más de 20.000 maestros en huelga. En los últimos días, educadores de diversas zonas del país llegaron a Lima para sumarse a las movilizaciones diarias que se realizan en la capital peruana.
Durante el enfrentamiento, varias personas, entre manifestantes y transeuntes, se desmayaron debido al gas lacrimógeno, mientras que un policía montado cayó a la acera.
Tras la ruptura de las negocaciones con el Gobierno, los maestros en huelga exigen cambios en la política de las evaluaciones de desempeño, que rinden periódicamente y definen su continuidad y ascenso en el sector.
El presidente del comité en huelga, Pedro Castillo, pide que esos exámenes no desencadenen la salida de profesores, pero para el Gobierno eso es imposible, pues el mecanismo busca mejorar el nivel de educación en las escuelas estatales.
Si un profesor reprueba tres veces la evaluación, a pesar de recibir capacitación del Ministerio de Educación, es expulsado del magisterio.
La ministra de Educación, Marilú Martens, exhortó a los educadores a regresar a las aulas después de que el Ejecutivo acordara incrementar los salarios mensuales de unos 370 dólares a cerca de 615 dólares, aumentar el presupuesto del sector e igualar los beneficios laborales.
Martens anunció que no habrá más mesas de diálogo en Lima y que si a partir de la siguiente semana los maestros no retoman sus labores, el Gobierno empezará a contratar nuevos profresores para no perjudicar el año escolar de casi tres millones de alumnos.
Son más de 20.000 maestros en huelga. En los últimos días, educadores de diversas zonas del país llegaron a Lima para sumarse a las movilizaciones diarias que se realizan en la capital peruana.