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Seehofer-a la izquierda-y Merkel
"No puedo seguir trabajando con esta mujer", declaró Seehofer sobre Merkel en una reunión de los miembros del Gobierno de la Unión Cristianosocial (CSU), partido hermanado de la Unión Cristianodemócrata (CDU) de la canciller, con el presidente de la fracción parlamentaria de la CSU, Alexander Dobrindt, en Berlín, el jueves por la mañana.
El rotativo indicó que Seehofer pronunció esta frase dos veces durante el encuentro que se mantuvo después de que el sábado fracasara el intento de la CSU y la CDU de aunar posiciones en materia migratoria.
El principal punto de fricción entre Merkel y su ministro de Interior es que este último quiere devolver inmediatamente en la frontera alemana a los refugiados que ya estén registrados en otros países de la UE, algo a lo que se niega la mandataria alemana que sigue apostando por una solución consensuada a nivel europeo para evitar lastrar a los países periféricos. El ministro ha llegado incluso a amenazar con aplicar sus planes de manera unilateral a partir de este lunes.
La CSU se ve apoyada por la población alemana que, de acuerdo con las últimas encuestas, apoya una política más dura en la cuestión de los refugiados después de que desde 2015 hayan llegado al país cerca de millón y medio de solicitantes de asilo.
"Nadie en la CSU está interesado en derrocar a la canciller, disolver el grupo parlamentario CDU/CSU o disolver la coalición. Queremos lograr por fin una solución sostenible para el rechazo de los refugiados en nuestras fronteras", declaró Seehofer al dominical "Bild am Sonntag".
Desde la CSU cierran filas en torno a su líder. "No podemos seguir esperando solamente una solución europea, sino que debemos volver a aplicar también la legislación europea y alemana existentes. Esto incluye rechazos en la frontera alemana", dijo Dobrindt al diario al mismo tiempo que reclamó que se subsanen los fallos del sistema para proporcionar protección a quienes realmente la necesitan. "Y rechazar y repatriar a aquellos que no tienen derecho a ayuda", agregó.
"No buscamos un conflicto dentro de la Unión", declaró por su parte el ministro regional de Interior de Baviera, Joachim Herrmann, al dominical alemán "Frankfurter Allgemeine Sonntagszeitung". "Pero la expectativa de los ciudadanos con respecto al ministro de Interior de Alemania es que actúe de manera consecuente ahora", indicó al mismo tiempo que alegó que no es la intención de la CSU romper con la CDU.
"Sólo queremos volver a aplicar la legislación europea", agregó el político del "Land" de Baviera, principal puerta de entrada de los refugiados al país europeo y que en octubre celebra elecciones, con la mirada puesta en el acuerdo de Dublín, que establece que los refugiados deben pedir asilo en el primer país donde son registrados.
El rotativo indicó que Seehofer pronunció esta frase dos veces durante el encuentro que se mantuvo después de que el sábado fracasara el intento de la CSU y la CDU de aunar posiciones en materia migratoria.
El principal punto de fricción entre Merkel y su ministro de Interior es que este último quiere devolver inmediatamente en la frontera alemana a los refugiados que ya estén registrados en otros países de la UE, algo a lo que se niega la mandataria alemana que sigue apostando por una solución consensuada a nivel europeo para evitar lastrar a los países periféricos. El ministro ha llegado incluso a amenazar con aplicar sus planes de manera unilateral a partir de este lunes.
La CSU se ve apoyada por la población alemana que, de acuerdo con las últimas encuestas, apoya una política más dura en la cuestión de los refugiados después de que desde 2015 hayan llegado al país cerca de millón y medio de solicitantes de asilo.
"Nadie en la CSU está interesado en derrocar a la canciller, disolver el grupo parlamentario CDU/CSU o disolver la coalición. Queremos lograr por fin una solución sostenible para el rechazo de los refugiados en nuestras fronteras", declaró Seehofer al dominical "Bild am Sonntag".
Desde la CSU cierran filas en torno a su líder. "No podemos seguir esperando solamente una solución europea, sino que debemos volver a aplicar también la legislación europea y alemana existentes. Esto incluye rechazos en la frontera alemana", dijo Dobrindt al diario al mismo tiempo que reclamó que se subsanen los fallos del sistema para proporcionar protección a quienes realmente la necesitan. "Y rechazar y repatriar a aquellos que no tienen derecho a ayuda", agregó.
"No buscamos un conflicto dentro de la Unión", declaró por su parte el ministro regional de Interior de Baviera, Joachim Herrmann, al dominical alemán "Frankfurter Allgemeine Sonntagszeitung". "Pero la expectativa de los ciudadanos con respecto al ministro de Interior de Alemania es que actúe de manera consecuente ahora", indicó al mismo tiempo que alegó que no es la intención de la CSU romper con la CDU.
"Sólo queremos volver a aplicar la legislación europea", agregó el político del "Land" de Baviera, principal puerta de entrada de los refugiados al país europeo y que en octubre celebra elecciones, con la mirada puesta en el acuerdo de Dublín, que establece que los refugiados deben pedir asilo en el primer país donde son registrados.
