"Israel tiene derecho a existir y prosperar como un miembro pleno de la comunidad internacional", dijo el presidente ruandés en cuyo país hubo un genocidio.
"No atenta contra los derechos de otro pueblo", añadió Kagame en alusión al conflicto que Israel mantiene con los palestinos desde hace 70 años.
Kagame, el primer jefe de Estado africano en hablar en la conferencia anual del grupo de presión proisraelí de Washington, American Israel Public Affairs Committee (AIPAC), prometió su amistad al Estado hebreo y a los estadounidenses judíos.
"La seguridad de pueblos que un día fueron tomados como objetivos para ser exterminados no podrá jamás ser únicamente material", dijo el mandatario ruandés.
El genocidio de Ruanda tuvo lugar de abril a julio de 1994 y esencialmente entre la minoría tutsi.
"Hasta que no venzamos todas las ideologías que justifican las matanzas en nombre del patriotismo, nuestro mundo no será realmente seguro. Ni para nosotros, ni para nadie", expresó.
"Juntos, con amigos como Estados Unidos, tenemos que llamar a una solidaridad mundial revitalizada contra las peligrosas tentativas que apuntan a negar el genocidio y banalizar a las víctimas", concluyó.
Ruanda y Palestina son dos países marcados por la violencia, pero sus vínculos no se limitan solo a eso y se han intensificado en los últimos años, especialmente tras la visita de Kagame en 2013. Ambos países firmaron un acuerdo de cooperación en 2014 y en 2015, y Ruanda abrió una embajada en Tel Aviv.
"No atenta contra los derechos de otro pueblo", añadió Kagame en alusión al conflicto que Israel mantiene con los palestinos desde hace 70 años.
Kagame, el primer jefe de Estado africano en hablar en la conferencia anual del grupo de presión proisraelí de Washington, American Israel Public Affairs Committee (AIPAC), prometió su amistad al Estado hebreo y a los estadounidenses judíos.
"La seguridad de pueblos que un día fueron tomados como objetivos para ser exterminados no podrá jamás ser únicamente material", dijo el mandatario ruandés.
El genocidio de Ruanda tuvo lugar de abril a julio de 1994 y esencialmente entre la minoría tutsi.
"Hasta que no venzamos todas las ideologías que justifican las matanzas en nombre del patriotismo, nuestro mundo no será realmente seguro. Ni para nosotros, ni para nadie", expresó.
"Juntos, con amigos como Estados Unidos, tenemos que llamar a una solidaridad mundial revitalizada contra las peligrosas tentativas que apuntan a negar el genocidio y banalizar a las víctimas", concluyó.
Ruanda y Palestina son dos países marcados por la violencia, pero sus vínculos no se limitan solo a eso y se han intensificado en los últimos años, especialmente tras la visita de Kagame en 2013. Ambos países firmaron un acuerdo de cooperación en 2014 y en 2015, y Ruanda abrió una embajada en Tel Aviv.