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Política
Bashar Al Asad.
"El presidente Asad concedió por decreto una amnistía general para todos los crímenes cometidos antes del 31 de mayo de 2011", informó la agencia oficial Sana.
"La amnistía afecta a todos los presos políticos así como a los miembros de la cofradía de los Hermanos Musulmanes", añadió.
Este anuncio es "insuficiente" y llega "demasiado tarde", consideró de inmediato la oposición, reunida en la ciudad costera en Antalya (sur de Turquía).
Entre 300 y 400 participantes, de todas las corrientes políticas y confesiones religiosas, celebran en Turquía una reunión de tres días para respaldar la contestación contra el régimen y reclamar la renuncia de Asad.
Unas horas antes, Damasco había esbozado otro signo de apertura al anunciar el inicio en 48 horas de un diálogo nacional con la oposición.
Una "comisión para el diálogo nacional" será formada antes del jueves con los miembros de "todos las corrientes políticas y personalidades políticas, económicas y de la sociedad", anunció Mohamad Said Bjeitan, número dos del partido Baas, en el poder, al diario Al Watan.
Sin embargo rechazó de entrada renunciar a la preponderancia de Baas que según la Constitución siria "es el dirigente del Estado y de la sociedad".
En las próximas semanas Siria debe celebrar elecciones legislativas, las terceras desde que el presidente Bashar al Asad sucedió a su padre Hafez al Asad en julio de 2000.
Esta no es la primera vez que el régimen sirio da muestras de apertura en respuesta a las manifestaciones prodemocráticas que sacuden al país desde el 15 de marzo. Así, en abril, Asad levantó el estado de emergencia en vigor desde hacía décadas.
Pero esto no impidió que continuase la sangrienta represión.
Según las organizaciones de defensa de los derechos humanos, más de 1.100 civiles han muerto y al menos 10.000 personas fueron detenidas en el país desde el inicio del movimiento de protesta.
El martes, ejército sirio continuó, por tercera jornada consecutiva, las operaciones en la ciudad de Rastan, cerca de Homs, en el centro del país.
Un defensor de los derechos humanos que requirió el anonimato aseguró a la AFP que las fuerzas de seguridad sirias mataron a tiros el martes a tres civiles en esta localidad y en la región de Deraa (sur).
"Se oyeron disparos de ametralladora en Rastan. Las operaciones prosiguen", declaró a la AFP otro militante sirio. "Esta mañana se oyeron explosiones", agregó.
"Rastan está completamente aislada y un gran número de personas resultaron heridas en esta ciudad", precisó este militante, afirmando que "los tanques del ejército rodean Rastan y en el interior de la ciudad se desplegaron vehículos de transporte de tropas".
Desde el domingo al amanecer, decenas de tanques rodean las localidades de Rastan y Talbiseh, así como la aldea de Teir Maaleh, para aplastar la contestación en los alrededores de Homs, tercera ciudad del país, situada a 160 km al norte de Damasco.
"La amnistía afecta a todos los presos políticos así como a los miembros de la cofradía de los Hermanos Musulmanes", añadió.
Este anuncio es "insuficiente" y llega "demasiado tarde", consideró de inmediato la oposición, reunida en la ciudad costera en Antalya (sur de Turquía).
Entre 300 y 400 participantes, de todas las corrientes políticas y confesiones religiosas, celebran en Turquía una reunión de tres días para respaldar la contestación contra el régimen y reclamar la renuncia de Asad.
Unas horas antes, Damasco había esbozado otro signo de apertura al anunciar el inicio en 48 horas de un diálogo nacional con la oposición.
Una "comisión para el diálogo nacional" será formada antes del jueves con los miembros de "todos las corrientes políticas y personalidades políticas, económicas y de la sociedad", anunció Mohamad Said Bjeitan, número dos del partido Baas, en el poder, al diario Al Watan.
Sin embargo rechazó de entrada renunciar a la preponderancia de Baas que según la Constitución siria "es el dirigente del Estado y de la sociedad".
En las próximas semanas Siria debe celebrar elecciones legislativas, las terceras desde que el presidente Bashar al Asad sucedió a su padre Hafez al Asad en julio de 2000.
Esta no es la primera vez que el régimen sirio da muestras de apertura en respuesta a las manifestaciones prodemocráticas que sacuden al país desde el 15 de marzo. Así, en abril, Asad levantó el estado de emergencia en vigor desde hacía décadas.
Pero esto no impidió que continuase la sangrienta represión.
Según las organizaciones de defensa de los derechos humanos, más de 1.100 civiles han muerto y al menos 10.000 personas fueron detenidas en el país desde el inicio del movimiento de protesta.
El martes, ejército sirio continuó, por tercera jornada consecutiva, las operaciones en la ciudad de Rastan, cerca de Homs, en el centro del país.
Un defensor de los derechos humanos que requirió el anonimato aseguró a la AFP que las fuerzas de seguridad sirias mataron a tiros el martes a tres civiles en esta localidad y en la región de Deraa (sur).
"Se oyeron disparos de ametralladora en Rastan. Las operaciones prosiguen", declaró a la AFP otro militante sirio. "Esta mañana se oyeron explosiones", agregó.
"Rastan está completamente aislada y un gran número de personas resultaron heridas en esta ciudad", precisó este militante, afirmando que "los tanques del ejército rodean Rastan y en el interior de la ciudad se desplegaron vehículos de transporte de tropas".
Desde el domingo al amanecer, decenas de tanques rodean las localidades de Rastan y Talbiseh, así como la aldea de Teir Maaleh, para aplastar la contestación en los alrededores de Homs, tercera ciudad del país, situada a 160 km al norte de Damasco.
