
"Cuando los salafistas intentaron aumentar un poco la tensión, con el pretexto del insulto a la religión, terminaron dando marcha atrás porque se dieron cuenta de que el conjunto de las fuerzas de seguridad estaban decididas a asestar un duro golpe", agregó en su entrevista con AFP.
A mediados de junio, la llamada "primavera de las Artes" motivó enfrentamientos en varias ciudades tunecinas, en momentos en que islamistas consideraban que obras como un cuadro que representaba a una mujer semidesnuda con hombres barbudos detrás de ella o un rostro de un salafista encolerizado eran un "atentado contra lo sagrado".
El Estado tunecino señaló directamente a "grupos extremistas" como responsables de esta ola de violencia, pero también lamentó las "provocaciones" de los artistas, que habrían caldeado los ánimos, acusación que provocó el rechazo de los afectados.
Marzuki, un opositor histórico del ex presidente Sin Al Abidin Ben Alí que vivió en Francia, estimó que los ataques de mediados de junio contra una exposición de arte fueron llevados a cabo por jóvenes del "sector más pobre" de la sociedad y que "la miseria sórdida crea este tipo de conductas".
También recalcó que a Túnez no lo dirigen los islamistas de Annahda, el partido mayoritario, que está aliado con dos movimientos de centroizquierda, el Congreso para la República (CPR), de Marsuki, y el Attakattul(El Bloque).
"Afirmar que a Túnez lo gobiernan islamistas es una aberración. A Túnez lo gobierna una coalición (...) en la que los socios laicos tienen tanto peso como el aliado islamista", aseguró.
Además, "Ennahda está compuesto por gente que nosotros de algún modo convertimos, entre comillas, a la democracia en los años 1980 y 1990", explicó, comparando a esta formación con un "partido democristiano en Europa".
Marzuki desestimó acusaciones sobre un presunto intento del gobierno de controlar la prensa. "Nunca en la historia de Túnez tuvimos una prensa tan libre", dijo.
"Túnez es un verdadero país democrático" y hasta los insultos contra él lo demuestran, estimó Marsuki. "Aunque las caricaturas a veces son injustas (...), me alegro de que hagan esas caricaturas mías porque muestran que dejamos de estar en una dictadura", añadió.
Marsuki, que visitará Francia del 17 al 19 de julio próximos, recalcó que su visita procurará superar tensiones con este país por la actitud de París con respecto a la revolución de 2011 que culminó con el derrocamiento del entonces presidente Ben Alí.
El mandatario se refería a la propuesta de cooperación en materia de seguridad que realizó la entonces canciller francesa Michele Alliot-Marie al régimen de Ben Alí, quien enfrentaba a la movilización popular contra su gobierno.
Tras las derrotas electorales de Nicolas Sarkozy y de su partido UMP (derecha) y la elección a la presidencia del socialista François Hollande y la victoria de los socialistas en las elecciones legislativas, "el ambiente psicológico se ha puesto mucho mejor", estimó el actual mandatario tunecino.