"El gobierno piensa en ello, prepara propuestas", declaró Putin en Dusambé, donde participa en una cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghái, informan las agencias rusas.
Según el jefe de Estado, si el gobierno "concluye que estas medidas [de represalia] corresponden a los intereses" de la economía rusa, las adoptarán.
Un consejero del Kremlin, Andrei Beusov, había prevenido la víspera que Moscú podría, además del embargo alimentario decretado a principios de agosto, restringir las exportaciones de algunos automóviles o de productos de consumo, como ropa.
Putin reconoció que el embargo alimentario tuvo "efectos negativos, pero mínimos", al tiempo que estimuló la agricultura rusa. Los precios de algunos alimentos, como la carne o el pescado, aumentaron tras la adopción de esta medida.
En Dusambé, Putin relativizó las consecuencias de las nuevas medidas occidentales que entraron este viernes en vigor, adoptadas por el papel de Rusia en el conflicto en el este de Ucrania.
Los países occidentales y Kiev acusan a Rusia de apoyar militarmente a los separatistas prorrusos del este de Ucrania. Para presionar a Moscú, la UE adoptó nuevas sanciones contra tres compañías energéticas y otras tres del sector de la Defensa, así como contra 24 personalidades rusas y ucranianas.
"Las sanciones como instrumento de política exterior (son) poco eficaces y nunca tuvieron los resultados esperados", declaró el presidente ruso. "Si observamos el problema en su conjunto, hay más puntos negativos que positivos", añadió.
Asimismo, para Putin, Ucrania está siendo utilizada para "desestabilizar las relaciones internacionales" y "acabó de facto como rehén de intereses extranjeros". Ucrania está siendo utilizada "para reanimar la OTAN como uno de los elementos clave de la política exterior de Estados Unidos", añadió.