
En Nueva York, el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-Moon, detalló en un informe los desafíos de la misión destinada a desmantelar el arsenal químico, que contará con un centenar de hombres encargados de "una operación nunca emprendida antes".
"Los líderes sirios se involucraron activamente en este trabajo y actúan de forma muy transparente, ayudando a las agencias internacionales", declaró Putin, citado por RIA Novosti, al margen de la cumbre Asia-Pacífico en la isla indonesia de Bali.
El mandatario ruso estimó asimismo que "las dudas sobre si la dirección siria respondería de forma adecuada a la decisión tomada sobre las armas químicas no se confirmaron".
Los expertos internacionales y Estados Unidos alabaron también el lunes la cooperación de Siria en la destrucción de su arsenal químico.
"Espero que este trabajo continúe al mismo ritmo y de la misma forma", insistió Putin, cuyo país, aliado de Damasco, lanzó en septiembre la propuesta de desmantelamiento del arsenal químico sirio, lo que evitó in extremis ataques occidentales contra ese país, tras una masacre cerca de Damasco con armas químicas.
La destrucción del arsenal químico, iniciada el domingo, será una misión peligrosa y delicada, recordó el responsable de la ONU.
Las cerca de 1.000 toneladas de productos tóxicos a eliminar son "materiales peligrosos de manipular, peligrosos para transportar y peligrosos para ser destruidos", recalcó Ban.
La ONU estima que el recrudecimiento de la violencia podría hacer que cuatro millones de personas en 2014 se unan a los 4,25 millones de desplazados y dos millones de refugiados sirios.
La guerra en Siria, que contaba con una población de 20 millones de personas antes del conflicto, ha dejado más de 115.000 muertos desde marzo de 2011.
Ataques aéreos
El régimen sirio llevó a cabo este martes ataques aéreos contra rebeldes en la provincia de Idleb (noroeste), para contrarrestar los ataques contra dos bases militares esenciales para Damasco en esta zona, anunció el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
Los rebeldes sirios lanzaron el lunes un asalto, denominado "el sismo", contra las bases de Wadi Deif y de Hamidiyé, situadas en esta provincia ampliamente controlada por la oposición.
Los enfrentamientos que continuaron durante el lunes por la noche dejaron al menos 10 muertos entre las fuerzas del régimen y otros cinco del lado de los rebeldes, según el OSDH, que basa sus informaciones en una amplia red de militantes y fuerzas médicas en el país.
Asimismo, el presidente de Líbano, Michel Suleiman, denunció este martes un ataque de la aviación siria contra una ambulancia cerca de Arsal (este), sin causar heridos, e instó a que las organizaciones humanitarias sean preservadas "del conflicto y de las hostilidades".
En la frontera norte de Siria, Turquía negó este martes que permitiera el paso a través de sus fronteras a grupos vinculados a Al Qaida con el objetivo de atacar el régimen de Bashar al Asad.
"Turquía está en la vanguardia de los países que luchan contra el terrorismo de la manera más decidida", dijo el ministro de Relaciones Exteriores, Ahmet Davutoglu, desmintiendo estas especulaciones.
"Objetivos comunes"
En este contexto, Putin indicó también que durante la cumbre de Cooperación económica Asia-Pacífico (APEC), que tiene lugar en Bali, tuvo la posibilidad de hablar con el Secretario de Estado estadounidense, John Kerry, sobre una posible celebración de una conferencia de paz denominada Ginebra 2 a mediados de noviembre.
"Consideramos posible ampliar el número de participantes, incluso a grandes países musulmanes como Indonesia", declaró el presidente ruso, citado por Ila agencia Itar Tass.
El orden del día, sin embargo, tiene un obstáculo. El régimen desecha la idea de que esta conferencia pueda forzar la marcha del presidente Bashar al Asad, mientras que la oposición exige que sea apartado de cualquier transición política.
"Estados Unidos no quiere que Al Qaida obtenga el poder en Siria, ¿no?. Y nosotros tampoco queremos. Tenemos objetivos comunes", explicó el mandatario ruso, quien destacó la "comprensión mutua" de ambos países respecto a las acciones a tomar sobre armas químicas.