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Política
El Gobierno venezolano había decidido reducir su misión diplomática en apoyo al presidente hondureño José Manuel Zelaya, quien fue depuesto de su cargo por un golpe de Estado llevado a cabo por la cúpula militar, encabezada por el general Vásquez Velásquez, y la elite política, presidida por Micheletti.
De igual manera, los países que conforman la Organización de Estados Americanos (OEA), en cumplimiento a la resolución de este ente hemisférico en la que solicitaban a los gobiernos del continente a presionar diplomáticamente al régimen golpista, decidieron retirar sus embajadores a excepción de Estados Unidos.
Recientemente, durante la última reunión de la OEA, llevada a cabo este lunes, el secretario general de esta organización, José Miguel Insulza, instó a los Estados miembros a intensificar las presiones diplomáticas contra el régimen de Micheletti.
Entretanto, durante un discurso pronunciado en Bolivia con motivo al bicentenario de la Independencia de esta nación, el presidente de Venezuela, Hugo Chávez Frías, alertó que de no solucionarse la crisis política en Honduras, con el retorno de Zelaya en la primera magistratura de la nación, podría desencadenarse una guerra civil.
El régimen de Micheletti, a través de sus diversos voceros y medios de comunicación, ha insistido en la necesidad de involucrar al Gobierno venezolano en el conflicto hondureño, generado por un golpe de Estado militar contra el presidente Zelaya.
El 28 de junio, luego del golpe de Estado, Telesur entrevistó al general Vásquez Velásquez y al ser consultado sobre los motivos que impulsaron esta acción militar contra el Gobierno legítimo hondureño el militar señaló que “no podíamos aceptar que Chávez gobernara en este país”.
La República de Honduras era miembro pleno de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (Alba) y había recibido un crédito por parte de este órgano para la transformación de la base militar José Soto Cano, donde se encuentran apostados efectivos de las fuerzas armadas estadounidenses, en un aeropuerto internacional.
De igual manera, los países que conforman la Organización de Estados Americanos (OEA), en cumplimiento a la resolución de este ente hemisférico en la que solicitaban a los gobiernos del continente a presionar diplomáticamente al régimen golpista, decidieron retirar sus embajadores a excepción de Estados Unidos.
Recientemente, durante la última reunión de la OEA, llevada a cabo este lunes, el secretario general de esta organización, José Miguel Insulza, instó a los Estados miembros a intensificar las presiones diplomáticas contra el régimen de Micheletti.
Entretanto, durante un discurso pronunciado en Bolivia con motivo al bicentenario de la Independencia de esta nación, el presidente de Venezuela, Hugo Chávez Frías, alertó que de no solucionarse la crisis política en Honduras, con el retorno de Zelaya en la primera magistratura de la nación, podría desencadenarse una guerra civil.
El régimen de Micheletti, a través de sus diversos voceros y medios de comunicación, ha insistido en la necesidad de involucrar al Gobierno venezolano en el conflicto hondureño, generado por un golpe de Estado militar contra el presidente Zelaya.
El 28 de junio, luego del golpe de Estado, Telesur entrevistó al general Vásquez Velásquez y al ser consultado sobre los motivos que impulsaron esta acción militar contra el Gobierno legítimo hondureño el militar señaló que “no podíamos aceptar que Chávez gobernara en este país”.
La República de Honduras era miembro pleno de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (Alba) y había recibido un crédito por parte de este órgano para la transformación de la base militar José Soto Cano, donde se encuentran apostados efectivos de las fuerzas armadas estadounidenses, en un aeropuerto internacional.
