"Con la honorabilidad intacta y el respeto del Presidente, me hago a un lado. Misión cumplida", dijo la secretaria de Estado en conferencia de prensa al anunciar su decisión.
La movilización estudiantil comenzó el martes con la toma por una treintena de alumnos del colegio 'República Argentina', en las inmediaciones del radio céntrico de Asunción.
Los estudiantes organizados y ocupantes pacíficos de los establecimientos cuestionaron el incumplimiento por parte de la ministra de compromisos contraídos con ellos como la merienda escolar, la entrega de útiles escolares y el boleto estudiantil.
A nivel global, habían reclamado el incremento del presupuesto educativo hasta un 7% del Producto Interno Bruto (PIB).
"No cedí a las presiones y no negocié con los recursos del Estado. Trabajamos arduamente con la cooperación internacional", afirmó la funcionaria al leer su renuncia.
Aseguró además que bajo su administración desvinculó a 5.000 "planilleros" (funcionarios fantasmas) que cobraban sin trabajar.
La animadversión contra la ministra llegó a su pico hace un mes cuando se vio obligada por el presidente Horacio Cartes, a cancelar un contrato con proveedores del almuerzo escolar por sobreprecios en los alimentos, hasta ocho veces por encima de su valor en el mercado.
Estudiantes organizados satirizaron tales compras "a precio de hotel cinco estrellas" ante la prensa y en las redes sociales, y desde entonces no cesaron en sus reclamos para que renunciase.
El movimiento estudiantil fue apoyado por padres y las asociaciones de educadores.
Los líderes estudiantiles exigieron conversar con el presidente Cartes antes de ordenar el fin de la toma de establecimientos educacionales.
La movilización estudiantil comenzó el martes con la toma por una treintena de alumnos del colegio 'República Argentina', en las inmediaciones del radio céntrico de Asunción.
Los estudiantes organizados y ocupantes pacíficos de los establecimientos cuestionaron el incumplimiento por parte de la ministra de compromisos contraídos con ellos como la merienda escolar, la entrega de útiles escolares y el boleto estudiantil.
A nivel global, habían reclamado el incremento del presupuesto educativo hasta un 7% del Producto Interno Bruto (PIB).
"No cedí a las presiones y no negocié con los recursos del Estado. Trabajamos arduamente con la cooperación internacional", afirmó la funcionaria al leer su renuncia.
Aseguró además que bajo su administración desvinculó a 5.000 "planilleros" (funcionarios fantasmas) que cobraban sin trabajar.
La animadversión contra la ministra llegó a su pico hace un mes cuando se vio obligada por el presidente Horacio Cartes, a cancelar un contrato con proveedores del almuerzo escolar por sobreprecios en los alimentos, hasta ocho veces por encima de su valor en el mercado.
Estudiantes organizados satirizaron tales compras "a precio de hotel cinco estrellas" ante la prensa y en las redes sociales, y desde entonces no cesaron en sus reclamos para que renunciase.
El movimiento estudiantil fue apoyado por padres y las asociaciones de educadores.
Los líderes estudiantiles exigieron conversar con el presidente Cartes antes de ordenar el fin de la toma de establecimientos educacionales.