"El departamento de Defensa anunció el 5 de diciembre el traslado de Djamel Saiid Ali Ameziane y Bensayah Belkecem de la prisión en la Bahía de Guantánamo (Cuba) al gobierno de Argelia", luego de una revisión "en la que se examinó el número de factores, incluidos temas de seguridad", señala el comunicado del DoJ.
"Estados Unidos coordinó con el Gobierno de Argelia para asegurar que estos traslados se realicen con las garantías apropiadas de seguridad y tratamiento humano", agregó.
"Esto no es voluntario en ningún sentido", dijo el abogado Robert Kirsch a la AFP por correo electrónico. "Nuestros corazones están con Bensayah y la familia a la que nunca volverá a ver", afirmó, aludiendo a su defendido.
Bensayah reclamaba por su parte regresar a Bosnia, donde fue arrestado en 2002 y donde viven su esposa y sus hijas.
"Estamos decepcionados de que el enviado especial del presidente haya carecido de la capacidad y la compasión para asistir a Bensayah, aprovechando las oportunidades de reasentamiento que le hubieran permitido reconstruir la familia de la que fue separado en 2002" agrega Kirsch en su mensaje.
Los traslados forman parte de los actuales, pero tan postergados esfuerzos por cumplir su promesa de cerrar el centro de detención estadounidense en la base militar de Guantánamo, donde permanecen más de 160 sospechosos en la "guerra contra el terrorismo" luego de que se abriera hace 12 años.
El abogado Robert Kirsch indicó a la AFP días atrás haber intervenido ante los Departamentos de Estado y de Defensa, además de la embajada de Argelia en Washington, para evitar los traslados.
Bensayah y Djamel Ameziane, de 46 años, cuyo abogado no pudo ser contactado, se oponían a regresar a su país de origen, "el único autorizado por la ley estadounidense" a recibir a compatriotas detenidos en Guantánamo, explicó el magistrado.
Ameziane, quien vivió en Austria y Canadá, pedía regresar a este último país desde que fue declarado "liberable" por el gobierno de George W. Bush en 2007 (2001-2009).
En Argelia, donde no tiene familia y donde no vivió en los últimos 20 años, Bensayah teme represalias de los extremistas musulmanes, con quienes no comparte ideología, explicó el abogado al Departamento de Estado en un correo electrónico del que la AFP obtuvo una copia.
El Pentágono dijo a la AFP la semana pasada que se asegura de que cada traslado que se hace "cumple con la política y los estándares gubernamentales de tratamiento humano".
"Estados Unidos considera seriamente todos los reclamos creíbles de malos tratos y temores de persecución y los evalúa cuidadosamente antes de tomar cualquier decisión de trasladar a un detenido", dijo el portavoz Todd Breasseale.