
El interesado, Zbigniew Siemiatkowski, confirmó la información del diario Gazeta Wyborcza (centro-izquierda) sobre su inculpación. Sin embargo, se negó a dar detalles, alegando "la seguridad del Estado".
Según este periódico, el ex primer ministro de izquierda Leszek Miller, actualmente jefe del partido socialdemócrata SLD (oposición), también podría ser obligado a comparecer ante el Tribunal del Estado por haber permitido la instalación de una base secreta norteamericana en 2002-2003 en Kiejkuty (noreste de Polonia).
Las autoridades polacas desmintieron enérgicamente hasta ahora las afirmaciones del Consejo de Europa y las revelaciones de los medios según los cuales responsables de Al Qaida fueron prisioneros de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de Estados Unidos en territorio polaco.
El miércoles, Janusz Palikot, jefe del partido anticlerical de izquierda RP, acusó a Miller, un ex comunista y jefe del gobierno de 2001 a 2004, de haber expuesto a Polonia a la amenaza terrorista por haber autorizado a la CIA a actuar en su país.
Sin embargo, la Fundación Helsinki para los Derechos Humanos había publicado en junio de 2010 informaciones oficiales confirmando que siete aviones relacionados con la CIA, cinco de los cuales transportaban a pasajeros, habían aterrizado en Polonia entre 2002 y 2003.
Por su parte, el presidente Bronislaw Komorowski consideró que hay que investigar esta cuestión, "aunque se trate de un asunto delicado y quizás doloroso para el Estado polaco, ya que se trata de la imagen pública de Polonia".
Esta investigación secreta comenzó en 2008 en la fiscalía de Varsovia y en febrero pasado fue transferida a Cracovia (sur).
El Departamento de Justicia de Estados Unidos rechazó en octubre de 2009 una solicitud polaca de ayuda jurídica, enviada en marzo de ese mismo año, considerando que el caso estaba cerrado.
Según este periódico, el ex primer ministro de izquierda Leszek Miller, actualmente jefe del partido socialdemócrata SLD (oposición), también podría ser obligado a comparecer ante el Tribunal del Estado por haber permitido la instalación de una base secreta norteamericana en 2002-2003 en Kiejkuty (noreste de Polonia).
Las autoridades polacas desmintieron enérgicamente hasta ahora las afirmaciones del Consejo de Europa y las revelaciones de los medios según los cuales responsables de Al Qaida fueron prisioneros de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de Estados Unidos en territorio polaco.
El miércoles, Janusz Palikot, jefe del partido anticlerical de izquierda RP, acusó a Miller, un ex comunista y jefe del gobierno de 2001 a 2004, de haber expuesto a Polonia a la amenaza terrorista por haber autorizado a la CIA a actuar en su país.
Sin embargo, la Fundación Helsinki para los Derechos Humanos había publicado en junio de 2010 informaciones oficiales confirmando que siete aviones relacionados con la CIA, cinco de los cuales transportaban a pasajeros, habían aterrizado en Polonia entre 2002 y 2003.
Por su parte, el presidente Bronislaw Komorowski consideró que hay que investigar esta cuestión, "aunque se trate de un asunto delicado y quizás doloroso para el Estado polaco, ya que se trata de la imagen pública de Polonia".
Esta investigación secreta comenzó en 2008 en la fiscalía de Varsovia y en febrero pasado fue transferida a Cracovia (sur).
El Departamento de Justicia de Estados Unidos rechazó en octubre de 2009 una solicitud polaca de ayuda jurídica, enviada en marzo de ese mismo año, considerando que el caso estaba cerrado.