
Rusia, Estados Unidos y el emisario internacional Al Ajdar Brahimi se pusieron de acuerdo el viernes en pedir la formación de un gobierno que reúna todas las partes en conflicto y que posea "plenos poderes ejecutivos", una posibilidad que podría representar la pérdida de todas sus prerrogativas para Bashar al Asad.
Pero mientras Estados Unidos parece concentrarse en la era post-Asad, Rusia, un aliado del gobierno sirio, propone que sean "los propios sirios, sin ninguna injerencia externa", los que encuentren una solución para poner fin a 22 meses de conflicto que según la ONU ya habría dejado un saldo de 60.000 muertos.
Este sábado, Rusia formuló un llamado para "lanzar un proceso de transición política que se proponga incluir en la ley la igualdad de derechos garantizados a todos los grupos etno-confesionales en el país".
"La prioridad es poner fin de inmediato a la violencia y el derramamiento de sangre, y enviar ayuda humanitaria a los sirios, incluidos los desplazados y los refugiados", declaró el ministerio ruso de Relaciones Exteriores en un comunicado.
"Al igual que en el pasado, sostenemos firmemente y de forma previa que las cuestiones relativas al futuro de Siria deben ser resueltas por los propios sirios, sin injerencia exterior y sin que se impongan recetas preelaboradas", destaca el comunicado.
El viernes en Ginebra, el viceministro ruso de Exteriores Mijail Bogdanov habló del conflicto durante más de cinco horas con Brahimi y con el secretario de Estado adjunto norteamericano William Burns.
En tanto, las autoridades sirias y Brahimi pasaron a acusarse mutuamente de "parcialidad".
El diplomático argelino había considerado el miércoles que el plan de paz propuesto por Asad era "sectario" y "parcial", y ello llevó a las autoridades sirias a responder que con sus declaraciones Brahimi demostraba "una parcialidad flagrante en favor de los círculos conocidos por su conspiración contra Siria.
Por otro lado, sobre el terreno, este sábado de mañana hubo bombardeos e intensos combates entre rebeldes y soldados sirios en la periferia de Damasco, indicó el opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
Antes del amanecer, dos niños y un hombre murieron en el bombardeo de Al Mleha, al sureste de la capital. Dos rebeldes murieron también en combates, indicó el OSDH, que cuenta con una amplia red de militantes y médicos en Siria para recabar informaciones.
En el centro del país, al menos un rebelde murió en combates en la provincia de Homs, y otro hombre falleció en los bombardeos de la artillería en Deir Ezzor (este), añadió el OSDH.
El viernes, 86 personas murieron en todo el país, entre ellas 30 civiles, 32 rebeldes y 24 miembros de las fuerzas del régimen, según la ONG.
También el viernes, los rebeldes se apoderaron del aeropuerto militar de Taftanaz, en el noroeste del país. Es su mayor golpe al ejército del aire desde el inicio de la revuelta contra el régimen de Bashar al Asad hace 22 meses.
Pero mientras Estados Unidos parece concentrarse en la era post-Asad, Rusia, un aliado del gobierno sirio, propone que sean "los propios sirios, sin ninguna injerencia externa", los que encuentren una solución para poner fin a 22 meses de conflicto que según la ONU ya habría dejado un saldo de 60.000 muertos.
Este sábado, Rusia formuló un llamado para "lanzar un proceso de transición política que se proponga incluir en la ley la igualdad de derechos garantizados a todos los grupos etno-confesionales en el país".
"La prioridad es poner fin de inmediato a la violencia y el derramamiento de sangre, y enviar ayuda humanitaria a los sirios, incluidos los desplazados y los refugiados", declaró el ministerio ruso de Relaciones Exteriores en un comunicado.
"Al igual que en el pasado, sostenemos firmemente y de forma previa que las cuestiones relativas al futuro de Siria deben ser resueltas por los propios sirios, sin injerencia exterior y sin que se impongan recetas preelaboradas", destaca el comunicado.
El viernes en Ginebra, el viceministro ruso de Exteriores Mijail Bogdanov habló del conflicto durante más de cinco horas con Brahimi y con el secretario de Estado adjunto norteamericano William Burns.
En tanto, las autoridades sirias y Brahimi pasaron a acusarse mutuamente de "parcialidad".
El diplomático argelino había considerado el miércoles que el plan de paz propuesto por Asad era "sectario" y "parcial", y ello llevó a las autoridades sirias a responder que con sus declaraciones Brahimi demostraba "una parcialidad flagrante en favor de los círculos conocidos por su conspiración contra Siria.
Por otro lado, sobre el terreno, este sábado de mañana hubo bombardeos e intensos combates entre rebeldes y soldados sirios en la periferia de Damasco, indicó el opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
Antes del amanecer, dos niños y un hombre murieron en el bombardeo de Al Mleha, al sureste de la capital. Dos rebeldes murieron también en combates, indicó el OSDH, que cuenta con una amplia red de militantes y médicos en Siria para recabar informaciones.
En el centro del país, al menos un rebelde murió en combates en la provincia de Homs, y otro hombre falleció en los bombardeos de la artillería en Deir Ezzor (este), añadió el OSDH.
El viernes, 86 personas murieron en todo el país, entre ellas 30 civiles, 32 rebeldes y 24 miembros de las fuerzas del régimen, según la ONG.
También el viernes, los rebeldes se apoderaron del aeropuerto militar de Taftanaz, en el noroeste del país. Es su mayor golpe al ejército del aire desde el inicio de la revuelta contra el régimen de Bashar al Asad hace 22 meses.