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Los S-300
Al final de una cumbre entre Rusia y la Unión Europea, Putin sostuvo que el contrato de entrega de esas sofisticadas armas a Siria, firmado "hace ya varios años", no había sido "puesto en marcha por el momento".
"Obviamente, son armas muy serias. No queremos romper el equilibrio de fuerzas en la región", dijo Putin en una conferencia de prensa junto al presidente del Consejo Europeo, Herman van Rompuy, y el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso.
El jefe del estado ruso formuló estas declaraciones días después que el presidente sirio, Bachar al Asad, dio a entender que ya había recibido los sofisticados misiles tierra-aire, equivalentes de los estadounidenses Patriot.
Putin, además, adelantó que "cualquier intento de influir en la situación en Siria por la fuerza, por una injerencia militar, estará condenada al fracaso y tendrá pesadas consecuencias humanitarias".
El conflicto en Siria dejó desde marzo de 2011 un total de aproximadamente 94.000 muertos, según la entidad opositora Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH), y unos 4,25 millones de desplazados a causa de la violencia.
Rusia acusa a la UE de haber impulsado a la oposición siria a rechazar toda solución de paz al levantar la semana pasada su embargo a la entrega de armas a los grupos rebeldes.
Delante de los representantes europeos, Putin criticó pesadamente el levantamiento del embargo de armas a los rebeldes sirios, por considerar que esa decisión es un "serio obstáculo" a la organización de una conferencia de paz en Ginebra, una reunión ya llamada 'Ginebra-2'.
En su informe publicado este martes, la comisión investigadora de la ONU sobre Siria aseguró que "los crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad se convirtieron en una realidad cotidiana", incluyendo el uso de armas químicas, masacres y el uso de la tortura.
Por su parte, el grupo humanitario Human Rights Watch (HRW) sospecha que fuerzas gubernamentales fueron responsables de la ejecución de 147 hombres cuyos cuerpos fueron hallados a principios de año en Alepo, en el norte de Siria.
La posibilidad de entrega de los poderosos misiles rusos S-300 a Siria comenzó a ser debatida después que Israel realizó dos ataques aéreos a territorio sirio en menos de 48 horas. Según Israel, los ataques se proponían evitar el traspaso de armas sirias al grupo chiita libanés Hezbolá.
La instalación de los misiles S-300, con sistemas capaces de interceptar aviones o misiles guiados, complicaría enormemente el plan de Estados Unidos y sus aliados de establecer una zona de exclusión aérea, o cualquier plan de intervención para desmantelar armas químicas.
Según el ministro israelí de Defensa, Moshe Yaalon, la entrega de los S-300 a Siria no podría ocurrir antes de 2014.
Por su parte, la cancillería rusa emitió una nota donde acusó a los países occidentales de "inundar de armas una región explosiva", en referencia a la instalación de misiles estadounidenses Patriot en Jordania.
En la conferencia de prensa de este martes, Putin llegó a ironizar sobre la seguridad de los enviados rusos a la conferencia de Ginebra -2, ya que participarían rebeldes que "evisceran y devoran" a sus enemigos, en alusión a un macabro video que circuló en mayo en la red Internet, en el que un rebelde arranca el corazón de un soldado muerto y lo muerde, y que generó inmediata condena internacional.
"Obviamente, son armas muy serias. No queremos romper el equilibrio de fuerzas en la región", dijo Putin en una conferencia de prensa junto al presidente del Consejo Europeo, Herman van Rompuy, y el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso.
El jefe del estado ruso formuló estas declaraciones días después que el presidente sirio, Bachar al Asad, dio a entender que ya había recibido los sofisticados misiles tierra-aire, equivalentes de los estadounidenses Patriot.
Putin, además, adelantó que "cualquier intento de influir en la situación en Siria por la fuerza, por una injerencia militar, estará condenada al fracaso y tendrá pesadas consecuencias humanitarias".
El conflicto en Siria dejó desde marzo de 2011 un total de aproximadamente 94.000 muertos, según la entidad opositora Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH), y unos 4,25 millones de desplazados a causa de la violencia.
Rusia acusa a la UE de haber impulsado a la oposición siria a rechazar toda solución de paz al levantar la semana pasada su embargo a la entrega de armas a los grupos rebeldes.
Delante de los representantes europeos, Putin criticó pesadamente el levantamiento del embargo de armas a los rebeldes sirios, por considerar que esa decisión es un "serio obstáculo" a la organización de una conferencia de paz en Ginebra, una reunión ya llamada 'Ginebra-2'.
En su informe publicado este martes, la comisión investigadora de la ONU sobre Siria aseguró que "los crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad se convirtieron en una realidad cotidiana", incluyendo el uso de armas químicas, masacres y el uso de la tortura.
Por su parte, el grupo humanitario Human Rights Watch (HRW) sospecha que fuerzas gubernamentales fueron responsables de la ejecución de 147 hombres cuyos cuerpos fueron hallados a principios de año en Alepo, en el norte de Siria.
La posibilidad de entrega de los poderosos misiles rusos S-300 a Siria comenzó a ser debatida después que Israel realizó dos ataques aéreos a territorio sirio en menos de 48 horas. Según Israel, los ataques se proponían evitar el traspaso de armas sirias al grupo chiita libanés Hezbolá.
La instalación de los misiles S-300, con sistemas capaces de interceptar aviones o misiles guiados, complicaría enormemente el plan de Estados Unidos y sus aliados de establecer una zona de exclusión aérea, o cualquier plan de intervención para desmantelar armas químicas.
Según el ministro israelí de Defensa, Moshe Yaalon, la entrega de los S-300 a Siria no podría ocurrir antes de 2014.
Por su parte, la cancillería rusa emitió una nota donde acusó a los países occidentales de "inundar de armas una región explosiva", en referencia a la instalación de misiles estadounidenses Patriot en Jordania.
En la conferencia de prensa de este martes, Putin llegó a ironizar sobre la seguridad de los enviados rusos a la conferencia de Ginebra -2, ya que participarían rebeldes que "evisceran y devoran" a sus enemigos, en alusión a un macabro video que circuló en mayo en la red Internet, en el que un rebelde arranca el corazón de un soldado muerto y lo muerde, y que generó inmediata condena internacional.
