
Sobre la exigencia de las visitas a guerrilleros presos, que las FARC hicieron pública en un comunicado el sábado, Santos respondió que "en ningún momento se había puesto como una condición algún tipo de acción diferente al protocolo" de seguridad.
"Con este comunicado, una vez más las FARC le mienten a las familias, al país y a la comunidad internacional", afirmó el mandatario.
En su comunicado, la guerrilla aceptó los protocolos de seguridad diseñados por los gobiernos de Colombia, Brasil y la Cruz Roja Internacional para recibir a los 10 últimos policías y militares que aseguran tener en su poder y cuya próxima liberación anunciaron a finales de diciembre.
Sin embargo, las FARC añadieron que para iniciar el proceso "sólo hace falta que el presidente Juan Manuel Santos permita la visita humanitaria proyectada por Mujeres del Mundo por la Paz a los prisioneros políticos y de guerra" de su organización.
Mujeres del Mundo por la Paz, grupo al cual las FARC se comprometieron a entregar a los secuestrados, está liderado por la exsenadora y mediadora colombiana Piedad Córdoba y también lo integran la Premio Nobel de la Paz guatemalteca Rigoberta Menchú y las escritoras Elena Poniatowska, mexicana, e Isabel Allende, chilena, entre otras personalidades.
El pasado 6 de marzo, el ministro de Justicia, Juan Carlos Esguerra, retiró el permiso a este grupo para entrevistarse con guerrilleros presos, ya que consideró que las visitas no tendrían un objetivo humanitario sino político, y remitió la solicitud al presidente Santos.
Córdoba fue destituida de su cargo de senadora por el Congreso en 2010, luego de que la Procuraduría considerara que tenía nexos con las FARC, que suman casi medio siglo de actividad armada insurgente.
"El gobierno ha cumplido y seguiremos cumpliendo. Que las FARC cumplan su palabra" y entreguen a estos secuestrados, que llevan más de 12 años en cautividad, demandó Santos.
La guerrilla se comprometió en diciembre a liberar a seis uniformados, cifra que incrementaron a 10 el 26 de febrero en un comunicado en el que también anunciaban su renuncia a los secuestros extorsivos de civiles.
Por su parte, Oliva Solarte, madre del policía secuestrado Jorge Trujillo, pidió "al gobierno y a las FARC que no pongan trabas a la liberación, ahora que están a las puertas de la libertad".
Santos también se pronunció sobre la muerte el sábado de un cabo y 10 soldados cuando patrullaban por un área rural del municipio de Araquita (Arauca), fronterizo con Venezuela, y cayeron en una emboscada atribuida a las FARC.
"Lamentamos enormemente lo que sucedió", afirmó el presidente.
Santos atribuyó a fallas de la propia tropa el alto número de víctimas del ataque, el más mortífero en lo que va de año.
"La falta de rigor, la falta de seguir con los procedimientos al pie de la letra le dio una oportunidad al enemigo", consideró.
"No debe quedarse ningún pelotón en un mismo sitio durmiendo más de dos noches, aquí llevaban cerca de cinco noches, solamente para mencionar un ejemplo", reveló.
No obstante, Santos aseguró que el Ejército está siendo efectivo en el combate a las FARC también en Arauca, donde señaló que en las últimas semanas se interceptaron 23 explosivos listos para atentados.
Arrinconadas en las regiones más apartadas del país, las FARC han incrementado los ataques contra las fuerzas de seguridad en el último año, a la vez que han propuesto un diálogo de paz al presidente.
Santos asegura que no ha cerrado la puerta a un diálogo de paz, pero lo condiciona a que la guerrilla libere a todos los secuestrados, cese sus acciones "terroristas" y excluyan de sus filas a los menores de 18 años.
"Con este comunicado, una vez más las FARC le mienten a las familias, al país y a la comunidad internacional", afirmó el mandatario.
En su comunicado, la guerrilla aceptó los protocolos de seguridad diseñados por los gobiernos de Colombia, Brasil y la Cruz Roja Internacional para recibir a los 10 últimos policías y militares que aseguran tener en su poder y cuya próxima liberación anunciaron a finales de diciembre.
Sin embargo, las FARC añadieron que para iniciar el proceso "sólo hace falta que el presidente Juan Manuel Santos permita la visita humanitaria proyectada por Mujeres del Mundo por la Paz a los prisioneros políticos y de guerra" de su organización.
Mujeres del Mundo por la Paz, grupo al cual las FARC se comprometieron a entregar a los secuestrados, está liderado por la exsenadora y mediadora colombiana Piedad Córdoba y también lo integran la Premio Nobel de la Paz guatemalteca Rigoberta Menchú y las escritoras Elena Poniatowska, mexicana, e Isabel Allende, chilena, entre otras personalidades.
El pasado 6 de marzo, el ministro de Justicia, Juan Carlos Esguerra, retiró el permiso a este grupo para entrevistarse con guerrilleros presos, ya que consideró que las visitas no tendrían un objetivo humanitario sino político, y remitió la solicitud al presidente Santos.
Córdoba fue destituida de su cargo de senadora por el Congreso en 2010, luego de que la Procuraduría considerara que tenía nexos con las FARC, que suman casi medio siglo de actividad armada insurgente.
"El gobierno ha cumplido y seguiremos cumpliendo. Que las FARC cumplan su palabra" y entreguen a estos secuestrados, que llevan más de 12 años en cautividad, demandó Santos.
La guerrilla se comprometió en diciembre a liberar a seis uniformados, cifra que incrementaron a 10 el 26 de febrero en un comunicado en el que también anunciaban su renuncia a los secuestros extorsivos de civiles.
Por su parte, Oliva Solarte, madre del policía secuestrado Jorge Trujillo, pidió "al gobierno y a las FARC que no pongan trabas a la liberación, ahora que están a las puertas de la libertad".
Santos también se pronunció sobre la muerte el sábado de un cabo y 10 soldados cuando patrullaban por un área rural del municipio de Araquita (Arauca), fronterizo con Venezuela, y cayeron en una emboscada atribuida a las FARC.
"Lamentamos enormemente lo que sucedió", afirmó el presidente.
Santos atribuyó a fallas de la propia tropa el alto número de víctimas del ataque, el más mortífero en lo que va de año.
"La falta de rigor, la falta de seguir con los procedimientos al pie de la letra le dio una oportunidad al enemigo", consideró.
"No debe quedarse ningún pelotón en un mismo sitio durmiendo más de dos noches, aquí llevaban cerca de cinco noches, solamente para mencionar un ejemplo", reveló.
No obstante, Santos aseguró que el Ejército está siendo efectivo en el combate a las FARC también en Arauca, donde señaló que en las últimas semanas se interceptaron 23 explosivos listos para atentados.
Arrinconadas en las regiones más apartadas del país, las FARC han incrementado los ataques contra las fuerzas de seguridad en el último año, a la vez que han propuesto un diálogo de paz al presidente.
Santos asegura que no ha cerrado la puerta a un diálogo de paz, pero lo condiciona a que la guerrilla libere a todos los secuestrados, cese sus acciones "terroristas" y excluyan de sus filas a los menores de 18 años.