Lo que hubiera sido una jornada histórica para Colombia, concluyó sin la reconciliación entre Santos y Uribe pese a la directa e inédita mediación del pontífice y el Vaticano.
El ex presidente Uribe reiteró ante el papa sus duras críticas al acuerdo de paz con las guerrillas de las FARC en pos de poner fin a medio siglo de conflicto.
Uribe insistió en pedir más reformas al pacto de paz, cuyas normas aprobadas por el Congreso no pueden ser modificadas por los legisladores.
"No nos pueden imponer todo esto, su santidad", lamentó Uribe.
Coincidiendo con la visita prevista de Santos a la Santa Sede en el marco de una gira europea, el pontífice argentino convocó por sorpresa a Uribe para una reunión conjunta, en un aparente intento de acercar sus posiciones.
El pontífice, que recibió a ambos por separado, y luego juntos, invitó a los dirigentes al diálogo, según indicó en un comunicado el Vaticano.
"El papa habló de la 'cultura del encuentro' y señaló la importancia de un diálogo sincero entre todos los actores de la sociedad colombiana en este momento histórico", reza la nota vaticana.
Por su parte, el presidente Santos agradeció al pontífice "todos los esfuerzos y gestos que ha tenido para apoyar el proceso de paz" durante el encuentro privado celebrado en la biblioteca del Palacio Apostólico.
"El papa me reiteró el apoyo al nuevo acuerdo de paz, me reiteró el apoyo a la pronta implementación del acuerdo", contó Santos en declaraciones a la prensa.
"Hemos aprendido estudiando los demás procesos en el mundo que es fundamental acordar los tiempos entre el momento en qué se firman los acuerdos y el momento en que se comienzan a implementar", explicó.
Según Naciones Unidas la aplicación de los acuerdos marchan demasiado lento y ello puede generar un peligroso "vacío de poder", según advirtió este viernes el Alto Comisionado de Derechos Humanos.
El flamante premio Nobel de la Paz, que se reunió por tercera vez con el papa, le regaló un "balígrafo", una bala convertida en bolígrafo como el que el 24 de noviembre sirvió para sellar la paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
También le agradeció al papa "el gesto de haberse prestado" para la reunión con Uribe.
"Le dije al ex presidente Uribe que estamos siempre dispuestos, como lo hemos manifestado en ocasiones anteriores, en seguir dialogando (...) que podemos ponernos de acuerdo sobre cosas importantes para el país", contó Santos en un encuentro con la prensa.
Uribe, actualmente senador, continúa oponiéndose al acuerdo refrendado hace dos semanas por el Congreso colombiano, a pesar de que el texto fue renegociado con la guerrilla para incluir propuestas de la oposición.
El actual mandatario insiste por su parte en "la necesidad de un acuerdo nacional para la implementación del acuerdo de paz" con las FARC, según un portavoz de la presidencia.
Santos y Uribe han protagonizado un fuerte enfrentamiento en los últimos tiempos, que les llevó a pasar más de cinco años sin encontrarse cara a cara hasta el pasado 5 de octubre, cuando se reunieron para hablar sobre la paz de Colombia tras el plebiscito.
Se encontraron nuevamente el 12 de noviembre, cuando Santos visitó al expresidente para informarle de que el gobierno había alcanzado un nuevo acuerdo con las FARC tras una renegociación de varias semanas.
Colombia vive un conflicto armado en el que también han participado otras guerrillas, paramilitares y agentes estatales, con un saldo de unos 260.000 muertos, 60.000 desaparecidos y 6,9 millones de desplazados a lo largo de más de medio siglo.
El ex presidente Uribe reiteró ante el papa sus duras críticas al acuerdo de paz con las guerrillas de las FARC en pos de poner fin a medio siglo de conflicto.
Uribe insistió en pedir más reformas al pacto de paz, cuyas normas aprobadas por el Congreso no pueden ser modificadas por los legisladores.
"No nos pueden imponer todo esto, su santidad", lamentó Uribe.
Coincidiendo con la visita prevista de Santos a la Santa Sede en el marco de una gira europea, el pontífice argentino convocó por sorpresa a Uribe para una reunión conjunta, en un aparente intento de acercar sus posiciones.
El pontífice, que recibió a ambos por separado, y luego juntos, invitó a los dirigentes al diálogo, según indicó en un comunicado el Vaticano.
"El papa habló de la 'cultura del encuentro' y señaló la importancia de un diálogo sincero entre todos los actores de la sociedad colombiana en este momento histórico", reza la nota vaticana.
Por su parte, el presidente Santos agradeció al pontífice "todos los esfuerzos y gestos que ha tenido para apoyar el proceso de paz" durante el encuentro privado celebrado en la biblioteca del Palacio Apostólico.
"El papa me reiteró el apoyo al nuevo acuerdo de paz, me reiteró el apoyo a la pronta implementación del acuerdo", contó Santos en declaraciones a la prensa.
"Hemos aprendido estudiando los demás procesos en el mundo que es fundamental acordar los tiempos entre el momento en qué se firman los acuerdos y el momento en que se comienzan a implementar", explicó.
Según Naciones Unidas la aplicación de los acuerdos marchan demasiado lento y ello puede generar un peligroso "vacío de poder", según advirtió este viernes el Alto Comisionado de Derechos Humanos.
El flamante premio Nobel de la Paz, que se reunió por tercera vez con el papa, le regaló un "balígrafo", una bala convertida en bolígrafo como el que el 24 de noviembre sirvió para sellar la paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
También le agradeció al papa "el gesto de haberse prestado" para la reunión con Uribe.
"Le dije al ex presidente Uribe que estamos siempre dispuestos, como lo hemos manifestado en ocasiones anteriores, en seguir dialogando (...) que podemos ponernos de acuerdo sobre cosas importantes para el país", contó Santos en un encuentro con la prensa.
Uribe, actualmente senador, continúa oponiéndose al acuerdo refrendado hace dos semanas por el Congreso colombiano, a pesar de que el texto fue renegociado con la guerrilla para incluir propuestas de la oposición.
El actual mandatario insiste por su parte en "la necesidad de un acuerdo nacional para la implementación del acuerdo de paz" con las FARC, según un portavoz de la presidencia.
Santos y Uribe han protagonizado un fuerte enfrentamiento en los últimos tiempos, que les llevó a pasar más de cinco años sin encontrarse cara a cara hasta el pasado 5 de octubre, cuando se reunieron para hablar sobre la paz de Colombia tras el plebiscito.
Se encontraron nuevamente el 12 de noviembre, cuando Santos visitó al expresidente para informarle de que el gobierno había alcanzado un nuevo acuerdo con las FARC tras una renegociación de varias semanas.
Colombia vive un conflicto armado en el que también han participado otras guerrillas, paramilitares y agentes estatales, con un saldo de unos 260.000 muertos, 60.000 desaparecidos y 6,9 millones de desplazados a lo largo de más de medio siglo.