Senado argentino
Los senadores votaron según sus concepciones personales, sin que existiera una postura homogénea en los bloques.
La iniciativa, apoyada por el gobierno peronista de la presidente Cristina Kirchner, consagró por ley los matrimonios gays.
La nueva legislación contempla reformar el Código Civil cambiando la fórmula de "marido y mujer" por el término "contrayentes" y prevé igualar los derechos de las parejas homosexuales con las heterosexuales, incluyendo los derechos de adopción, herencia y beneficios sociales.
Argentina se convirtió así en el primer país de América Latina en autorizar el matrimonio gay a nivel nacional y el décimo en el mundo después de Holanda, Bélgica, España, Canadá, Sudáfrica, Noruega, Suecia, Portugal e Islandia.
En América Latina únicamente se reconocían hasta ahora uniones civiles (que dan derechos más o menos ampliados) entre personas del mismo sexo en dos países, Uruguay y Colombia, y la boda gay en Ciudad de México.
"Hoy es un día histórico. Por primera vez en Argentina se legisla para las minorías", dijo el senador Miguel Pichetto, jefe del bloque del peronismo oficialista.
Al respaldar la nueva norma, el jefe del bloque del opositor radicalismo, Gerardo Morales, dijo que "llegó la hora de sancionar normas que se adapten a nuevos modelos de vínculos familiares" y recordó la existencia de "modelos de familias diferentes (a los) que teníamos hace 30 ó 40 años".
Centenares de manifestantes que aguardaban el resultado frente al Parlamento en una fría madrugada festejaron la votación, que respaldó un dictamen de la Cámara de Diputados aprobada semanas atrás.
Cuando comenzaba la sesión en el Senado se registraron algunos incidentes entre los manifestantes favorables a la ley con algunos grupos católicos en las puertas del Congreso.
La mayoría de los senadores rechazó además en la sesión de este jueves una moción que impulsaba la unión civil, que negaba derechos como la adopción.
El proyecto de matrimonio entre personas del mismo sexo dividió a la sociedad que se expresó en los últimos días en manifestaciones a favor y en contra de la ley, y en fuertes polémicas entre el gobierno de Cristina Kirchner y la Iglesia Católica.
La Iglesia lanzó en la última semana una fuerte ofensiva contra la ley aprobada la madrugada del jueves y movilizó el martes a decenas de miles de sus fieles para presionar contra la norma.
La presidenta Kirchner, de visita oficial en China, se puso al frente del reclamo de la minoría homosexual, pese a que el proyecto había sido una iniciativa del opositor socialismo, y fustigó a la autoridad católica por convocar a "una guerra de Dios" contra el reconocimiento del matrimonio homosexual.
Antes de votarse la ley, nueve parejas del mismo sexo obtuvieron desde diciembre pasado permisos judiciales para contraer enlace por registro civil, algunos de los cuales fueron anulados por otros jueces, aunque todos están en proceso de apelación, incluso ante la Corte Suprema.
La iniciativa, apoyada por el gobierno peronista de la presidente Cristina Kirchner, consagró por ley los matrimonios gays.
La nueva legislación contempla reformar el Código Civil cambiando la fórmula de "marido y mujer" por el término "contrayentes" y prevé igualar los derechos de las parejas homosexuales con las heterosexuales, incluyendo los derechos de adopción, herencia y beneficios sociales.
Argentina se convirtió así en el primer país de América Latina en autorizar el matrimonio gay a nivel nacional y el décimo en el mundo después de Holanda, Bélgica, España, Canadá, Sudáfrica, Noruega, Suecia, Portugal e Islandia.
En América Latina únicamente se reconocían hasta ahora uniones civiles (que dan derechos más o menos ampliados) entre personas del mismo sexo en dos países, Uruguay y Colombia, y la boda gay en Ciudad de México.
"Hoy es un día histórico. Por primera vez en Argentina se legisla para las minorías", dijo el senador Miguel Pichetto, jefe del bloque del peronismo oficialista.
Al respaldar la nueva norma, el jefe del bloque del opositor radicalismo, Gerardo Morales, dijo que "llegó la hora de sancionar normas que se adapten a nuevos modelos de vínculos familiares" y recordó la existencia de "modelos de familias diferentes (a los) que teníamos hace 30 ó 40 años".
Centenares de manifestantes que aguardaban el resultado frente al Parlamento en una fría madrugada festejaron la votación, que respaldó un dictamen de la Cámara de Diputados aprobada semanas atrás.
Cuando comenzaba la sesión en el Senado se registraron algunos incidentes entre los manifestantes favorables a la ley con algunos grupos católicos en las puertas del Congreso.
La mayoría de los senadores rechazó además en la sesión de este jueves una moción que impulsaba la unión civil, que negaba derechos como la adopción.
El proyecto de matrimonio entre personas del mismo sexo dividió a la sociedad que se expresó en los últimos días en manifestaciones a favor y en contra de la ley, y en fuertes polémicas entre el gobierno de Cristina Kirchner y la Iglesia Católica.
La Iglesia lanzó en la última semana una fuerte ofensiva contra la ley aprobada la madrugada del jueves y movilizó el martes a decenas de miles de sus fieles para presionar contra la norma.
La presidenta Kirchner, de visita oficial en China, se puso al frente del reclamo de la minoría homosexual, pese a que el proyecto había sido una iniciativa del opositor socialismo, y fustigó a la autoridad católica por convocar a "una guerra de Dios" contra el reconocimiento del matrimonio homosexual.
Antes de votarse la ley, nueve parejas del mismo sexo obtuvieron desde diciembre pasado permisos judiciales para contraer enlace por registro civil, algunos de los cuales fueron anulados por otros jueces, aunque todos están en proceso de apelación, incluso ante la Corte Suprema.