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Política
Los fascistas en Madrid
"Se han producido siete detenciones", informó una portavoz de la policía española, señalando que todos los arrestados "están relacionados con la derecha radical".
El incidente se produjo en la noche del miércoles cuando un grupo de individuos irrumpió en el Centro Cultural Blanquerna, en el centro de Madrid, donde se estaba desarrollando un acto por la "Diada", la fiesta de Cataluña.
Los ultraderechistas entraron en el centro al grito de "Cataluña es España" y "Catalanidad es hispanidad" ondeando banderas españolas y rompiendo parte del mobiliario.
Algunos de los atacantes forcejearon y empujaron a algunos de los presentes en el acto que intentaron enfrentarse a ellos, como Josep Sánchez Llibre, diputado de la coalición CiU, gobernante en Cataluña.
El grupo de ultraderechistas abandonó posteriormente el centro soltando en el lugar algún tipo de gas irritante, lo que llevó a que cinco personas tuvieran que ser atendidas por irritaciones en los ojos y en la garganta, así como por crisis nerviosas y contusiones.
La agresión mereció la condena unánime de toda la clase política española como el vicesecretario general del gobernante Partido Popular (PP, derecha), Esteban González Pons, que mostró su repulsa por este "ataque fascista".
Desde el gobierno regional catalán, su vicepresidenta Joana Ortega consideró "intolerable totalmente" el ataque.
El incidente se produjo en la noche del miércoles cuando un grupo de individuos irrumpió en el Centro Cultural Blanquerna, en el centro de Madrid, donde se estaba desarrollando un acto por la "Diada", la fiesta de Cataluña.
Los ultraderechistas entraron en el centro al grito de "Cataluña es España" y "Catalanidad es hispanidad" ondeando banderas españolas y rompiendo parte del mobiliario.
Algunos de los atacantes forcejearon y empujaron a algunos de los presentes en el acto que intentaron enfrentarse a ellos, como Josep Sánchez Llibre, diputado de la coalición CiU, gobernante en Cataluña.
El grupo de ultraderechistas abandonó posteriormente el centro soltando en el lugar algún tipo de gas irritante, lo que llevó a que cinco personas tuvieran que ser atendidas por irritaciones en los ojos y en la garganta, así como por crisis nerviosas y contusiones.
La agresión mereció la condena unánime de toda la clase política española como el vicesecretario general del gobernante Partido Popular (PP, derecha), Esteban González Pons, que mostró su repulsa por este "ataque fascista".
Desde el gobierno regional catalán, su vicepresidenta Joana Ortega consideró "intolerable totalmente" el ataque.
