
El cadáver de un manifestante asesinado.
Este repunte de la violencia pone en dificultades los esfuerzos diplomáticos de la ONU y las monarquías del Golfo para llevar a cabo una transición del poder.
"Las fuerzas de seguridad y de la Guardia Republicana bombardearon esta mañana la plaza del Cambio, matando a dos manifestantes e hiriendo a otros siete", declaró a la AFP un miembro del comité organizador.
Murió un tercer manifestante, según una fuente médica que no dio detalles sobre su fallecimiento pero precisó que tres soldados del general disidente Alí Mohsen al Ahmar, que se unió a la contestación, perecieron en enfrentamientos en barrios aledaños a la plaza del Cambio.
Otra persona murió y 10 quedaron heridas en la noche cuando un obús cayó en la universidad Al Iman de Saná, del influyente jefe islamista jeque Abdelmajid Zendani, del que Washington sospecha un apoyo al terrorismo, indicó el entorno del religioso.
Una fuente de la seguridad confirmó el ataque, precisando que un edificio alcanzado por el obús contenía un depósito de armas y municiones.
A media jornada, miles de manifestantes marcharon desde la plaza del Cambio en dirección de la calle Al Zubeiri, bajo la protección de soldados del general disidente, informó un corresponsal de la AFP.
Las escuelas y los bancos estaban cerrados y los habitantes de algunos barrios de Saná permanecían encerrados en sus casas para protegerse.
El lunes, 27 personas murieron en Saná cuando las fuerzas de seguridad reprimieron manifestaciones que reclamaban la renuncia del presidente Saleh, un día después de la muerte de otros 26.
Después de un período de calma de algunas horas durante la noche, los enfrentamientos se reiniciaron hacia las 05H00 (02H00 GMT) entre las fuerzas de seguridad y los soldados del general disidente Alí Mohsen al Ahmar en la calle al Zubeiri donde acampan los manifestantes desde el domingo, según las fuentes.
Por otra parte, algunas posiciones del general al Ahmar, que se unió a la contestación en marzo, fueron blanco de bombardeos desde el barrio Hedah, al sur de la capital.
En este sector están desplegadas unidades de la Guardia Republicana, cuerpo de elite del ejército dirigido por Ahmed Saleh, el hijo mayor del presidente.
En Taez (suroeste), donde cuatro manifestantes murieron el lunes, otro habitante murió en la noche después que un obús impactara en una calle de esta ciudad, la segunda mayor de Yemen, según una fuente médica.
En el plano diplomático, la oposición yemení aún no se había reunido con los emisarios de la ONU, Jamal Benomar, y del Consejo de cooperación del Golfo (CCG), Abdelatif al Zayani, llegados el lunes a Saná para impulsar un acuerdo de salida a la crisis, según una fuente diplomática occidental.
Un responsable del partido en el poder, Soltan al Barakani, acusó en la televisión Al Arabiya a la oposición de "obstaculizar" la mediación de la ONU y del CCG cuyo éxito está supeditado a un retorno de los manifestantes a "sus posiciones anteriores" en la plaza del Cambio.
Desde enero, el presidente Saleh, en el poder desde 1978, enfrenta un movimiento de contestación que ha dejado cientos de muertos.
La semana pasada, Saleh encargó a su vicepresidente que negociara con la oposición una transferencia del poder.
"Las fuerzas de seguridad y de la Guardia Republicana bombardearon esta mañana la plaza del Cambio, matando a dos manifestantes e hiriendo a otros siete", declaró a la AFP un miembro del comité organizador.
Murió un tercer manifestante, según una fuente médica que no dio detalles sobre su fallecimiento pero precisó que tres soldados del general disidente Alí Mohsen al Ahmar, que se unió a la contestación, perecieron en enfrentamientos en barrios aledaños a la plaza del Cambio.
Otra persona murió y 10 quedaron heridas en la noche cuando un obús cayó en la universidad Al Iman de Saná, del influyente jefe islamista jeque Abdelmajid Zendani, del que Washington sospecha un apoyo al terrorismo, indicó el entorno del religioso.
Una fuente de la seguridad confirmó el ataque, precisando que un edificio alcanzado por el obús contenía un depósito de armas y municiones.
A media jornada, miles de manifestantes marcharon desde la plaza del Cambio en dirección de la calle Al Zubeiri, bajo la protección de soldados del general disidente, informó un corresponsal de la AFP.
Las escuelas y los bancos estaban cerrados y los habitantes de algunos barrios de Saná permanecían encerrados en sus casas para protegerse.
El lunes, 27 personas murieron en Saná cuando las fuerzas de seguridad reprimieron manifestaciones que reclamaban la renuncia del presidente Saleh, un día después de la muerte de otros 26.
Después de un período de calma de algunas horas durante la noche, los enfrentamientos se reiniciaron hacia las 05H00 (02H00 GMT) entre las fuerzas de seguridad y los soldados del general disidente Alí Mohsen al Ahmar en la calle al Zubeiri donde acampan los manifestantes desde el domingo, según las fuentes.
Por otra parte, algunas posiciones del general al Ahmar, que se unió a la contestación en marzo, fueron blanco de bombardeos desde el barrio Hedah, al sur de la capital.
En este sector están desplegadas unidades de la Guardia Republicana, cuerpo de elite del ejército dirigido por Ahmed Saleh, el hijo mayor del presidente.
En Taez (suroeste), donde cuatro manifestantes murieron el lunes, otro habitante murió en la noche después que un obús impactara en una calle de esta ciudad, la segunda mayor de Yemen, según una fuente médica.
En el plano diplomático, la oposición yemení aún no se había reunido con los emisarios de la ONU, Jamal Benomar, y del Consejo de cooperación del Golfo (CCG), Abdelatif al Zayani, llegados el lunes a Saná para impulsar un acuerdo de salida a la crisis, según una fuente diplomática occidental.
Un responsable del partido en el poder, Soltan al Barakani, acusó en la televisión Al Arabiya a la oposición de "obstaculizar" la mediación de la ONU y del CCG cuyo éxito está supeditado a un retorno de los manifestantes a "sus posiciones anteriores" en la plaza del Cambio.
Desde enero, el presidente Saleh, en el poder desde 1978, enfrenta un movimiento de contestación que ha dejado cientos de muertos.
La semana pasada, Saleh encargó a su vicepresidente que negociara con la oposición una transferencia del poder.