Un día después de la jornada más sangrienta del conflicto, el balance siguió aumentando, con por lo menos 55 palestinos muertos el lunes entre ellos 16 niños, unos 70 cuerpos hallados en los escombros y siete soldados israelíes muertos en combate.
El secretario de Estado norteamericano John Kerry llegó el lunes en la noche a El Cairo para tratar de impulsar un alto el fuego en la Franja de Gaza, donde dos semanas de ataques han dejado ya más de 100.000 desplazados.
Los esfuerzos diplomáticos se intensificaron en la capital egipcia, mientras que la ofensiva aérea y terrestre del ejército israelí continuaba. Decenas de cohetes palestinos seguían cayendo en territorio israelí.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, anunció el lunes en una rueda de prensa que Kerry promoverá en El Cairo un cese el fuego inmediato en la Franja de Gaza.
"Israel ya le ocasionó perjuicios significativos a la infraestructura terrorista de Hamas en Gaza", dijo Obama en un comunicado leído en la Casa Blanca, y agregó que envió al responsable de la diplomacia estadounidense a la región "para promover un cese inmediato de las hostilidades".
"Nuestra prioridad y la prioridad de la comunidad internacional es obtener un cese el fuego para poner fin a los combates y preservar la vida de civiles inocentes, tanto en Gaza como en Israel", destacó Obama.
El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon reclamó el lunes que la violencia entre palestinos e israelíes en Gaza cese "inmediatamente", en rueda de prensa celebrada en El Cairo.
"La violencia debe parar inmediatamente", pidió Ban.
Tras una funesta jornada de domingo con más de 140 palestinos y 13 soldados israelíes muertos, Israel estaba determinado a continuar con su operación para detener el lanzamiento de cohetes desde Gaza contra su territorio pese al llamamiento ese mismo día del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas a "un cese inmediato de las hostilidades".
Desde el inicio el 8 de julio de la operación Protective Edge (Barrera protectora), que entró en su fase terrestre nueve días después, los bombardeos y ataques israelíes mataron a al menos 570 palestinos, en su mayoría civiles, y dejaron más de 3.000 heridos.
Dos civiles y 25 soldados israelíes murieron también desde el inicio de las hostilidades, siete militares en las últimas 24 horas.
Israel busca con este quinto conflicto desde la retirada unilateral de su ejército de Gaza en 2005 romper la capacidad de Hamas para lanzar cohetes y para acceder al territorio israelí a través de los túneles construidos por este movimiento.
El ejército israelí anunció también haber matado a "más de 10 terroristas", cuando intentaban infiltrarse en Israel a través de uno de estos túneles.
Unos sesenta cohetes lanzados desde Gaza alcanzaron este lunes territorio israelí sin causar víctimas. En total, desde el 8 de julio, se han lanzado unos 1.500 proyectiles desde este superpoblado enclave palestino, donde más de la mitad de sus 1,8 millones de habitantes vive bajo el umbral de la pobreza.
Los servicios sanitarios palestinos informaron por su parte que unos 40 palestinos murieron este lunes en los bombardeos y ataques israelíes, uno de ellos contra un hospital de Gaza, donde fallecieron cuatro personas. Los nueve miembros de una familia, entre ellos siete niños, también perecieron en otro ataque.
- Llamamientos internacionales -
En la Franja de Gaza, las 67 instalaciones de Naciones Unidas empezaban a ser insuficientes para albergar a los 87.000 desplazados.
A pesar de las muertes en ambos bandos, el ministro israelí encargado de los Servicios Secretos, Youval Steiniz, estimó que los combates durarían "mucho tiempo", mientras que su homólogo de Comunicación señaló que "no era el momento de hablar de un alto el fuego".
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, juzgó por su parte que la operación "superaba las expectativas" respecto a la destrucción de túneles subterráneos de Hamas -que controla la Franja-, hacia Israel.
En Nueva York, el Consejo de Seguridad de la ONU pidió el domingo "volver al acuerdo de alto el fuego de noviembre de 2012" entre Israel y Hamas, e hizo un llamamiento "al respeto de las leyes humanitarias internacionales, especialmente sobre la protección de civiles".
Antes de llegar a El Cairo, el secretario general de Naciones Unidas, de gira por Oriente Medio, denunció la "acción atroz" del ejército israelí en Shejaiya, donde 70 palestinos murieron el domingo.
Para el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abas, que se reunió en Doha con el jefe de Hamas en el exilio, Jaled Meshal, el bombardeo de Shejaiya representa un "crimen contra la humanidad". Ambos instaron al fin de la "agresión israelí" en Gaza y al levantamiento del bloqueo.
Rusia también pidió un alto el fuego, así como "una acción inmediata de la comunidad internacional".
En señal de solidaridad, tres mil personas protestaron contra el "genocidio del ejército israelí en Gaza" en Nazaret, la ciudad árabe israelí más importante, donde se registraron enfrentamientos con la policía.
En Cisjordania, los sindicatos y la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) de Abas llamaron a una huelga general.
Turquía decretó tres días de duelo por lo que calificó de "masacre" de palestinos.
La nueva espiral de violencia se desencadenó tras el secuestro y asesinato de tres estudiantes israelíes en junio, atribuidos por Israel a Hamas, seguidos del asesinato de un joven palestino, quemado vivo en Jerusalén.