
Funeral de policías y soldados sirios.
La revuelta en Siria será abordada el martes al margen de la Asamblea General de la ONU en Nueva York, por el presidente estadounidense Barack Obama y el primer ministro turco Recep Tayyip Erdogan quien dijo que la era de los dirigentes "opresores" terminó.
Erdogan, de visita en Libia, criticó fuertemente al presidente Asad, al afirmar que "ese tipo de dirigente debe comprender que terminó su era porque el tiempo de los regímenes opresores ya acabó".
Luego de las declaraciones del secretario general de la ONU Ban Ki-moon, quien llamó a una acción internacional "coherente" sobre Siria, destacando las "promesas incumplidas" de Asad, las fuerzas de seguridad sirias siguieron realizando sus operativos y allanamientos, causando nuevas víctimas.
Pero pese a la represión, los manifestantes volvieron a la calle, en especial a Deir Ezzor (noroeste), Homs (centro) y en la provincia de Damasco, bajo la consigna: "Avanzamos hasta la caída del régimen".
Los militantes en el terreno se dicen "más determinados que nunca" a tumbar el régimen, seis meses después del inicio de su revuelta a mediados de marzo.
En Homs, dos manifestantes murieron por disparos de los agentes de seguridad durante manifestaciones que reunieron a miles de personas, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), organización que se encuentra en Londres, y militantes en el lugar.
En operaciones de rastreo y allanamiento, 10 personas murieron por disparos de las tropas en Hama e Hilfaya, 17 km más lejos, así como en los poblados del noroeste, agregó la ONG.
Un manifestante murió en Damasco, así como dos en Duma, en los suburbios de la capital, según el OSDH.
En Hama (norte), los agentes de seguridad "cercaron la mezquita Saad Ben abi Waqas" en previsión de una manifestación contra el régimen, anunciaron militantes en el lugar, que mencionaron el sobrevuelo de aviones en esta ciudad rebelde que conoció en julio manifestaciones de centenares de miles de personas.
Además, la OSDH informó del hallazgo de 15 cadáveres en varias ciudades, la mayoría de personas que murieron en las últimas 24 horas en operaciones realizadas por las fuerzas de seguridad.
La televisión pública siria anunció de su lado que un miembro de las fuerzas de seguridad murió y cuatro resultaron heridos en Basr al Harir, en la gobernación de Deraa (sur), en un ataque llevado a cabo por "grupos armados".
Desde inicios de la protesta a mediados de marzo, la represión ha causado más de 2.600 muertos, según la ONU.
Más de 70.000 sirios han sido detenidos, 15.000 de los cuales siguen en prisión, mientras miles se dan por desaparecidos, según la OSDH.
Erdogan, de visita en Libia, criticó fuertemente al presidente Asad, al afirmar que "ese tipo de dirigente debe comprender que terminó su era porque el tiempo de los regímenes opresores ya acabó".
Luego de las declaraciones del secretario general de la ONU Ban Ki-moon, quien llamó a una acción internacional "coherente" sobre Siria, destacando las "promesas incumplidas" de Asad, las fuerzas de seguridad sirias siguieron realizando sus operativos y allanamientos, causando nuevas víctimas.
Pero pese a la represión, los manifestantes volvieron a la calle, en especial a Deir Ezzor (noroeste), Homs (centro) y en la provincia de Damasco, bajo la consigna: "Avanzamos hasta la caída del régimen".
Los militantes en el terreno se dicen "más determinados que nunca" a tumbar el régimen, seis meses después del inicio de su revuelta a mediados de marzo.
En Homs, dos manifestantes murieron por disparos de los agentes de seguridad durante manifestaciones que reunieron a miles de personas, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), organización que se encuentra en Londres, y militantes en el lugar.
En operaciones de rastreo y allanamiento, 10 personas murieron por disparos de las tropas en Hama e Hilfaya, 17 km más lejos, así como en los poblados del noroeste, agregó la ONG.
Un manifestante murió en Damasco, así como dos en Duma, en los suburbios de la capital, según el OSDH.
En Hama (norte), los agentes de seguridad "cercaron la mezquita Saad Ben abi Waqas" en previsión de una manifestación contra el régimen, anunciaron militantes en el lugar, que mencionaron el sobrevuelo de aviones en esta ciudad rebelde que conoció en julio manifestaciones de centenares de miles de personas.
Además, la OSDH informó del hallazgo de 15 cadáveres en varias ciudades, la mayoría de personas que murieron en las últimas 24 horas en operaciones realizadas por las fuerzas de seguridad.
La televisión pública siria anunció de su lado que un miembro de las fuerzas de seguridad murió y cuatro resultaron heridos en Basr al Harir, en la gobernación de Deraa (sur), en un ataque llevado a cabo por "grupos armados".
Desde inicios de la protesta a mediados de marzo, la represión ha causado más de 2.600 muertos, según la ONU.
Más de 70.000 sirios han sido detenidos, 15.000 de los cuales siguen en prisión, mientras miles se dan por desaparecidos, según la OSDH.