
"Esta crisis no seguirá confinada indefinidamente al territorio sirio. O es solucionada, o se agravará, se desbordará, y pondrá (la región) a sangre y fuego", indicó Brahimi, quien efectúa desde hace una semana una gira regional por los países influyentes en la crisis siria.
El emisario renovó su llamado a una tregua con motivo del Aid al-Adha, una de las fiestas musulmanas más sagradas, que será celebrada del 26 al 28 de octubre.
"Si el gobierno sirio accede (a esta demanda) --y según lo que he oído, hay esperanza de ello-- y si la oposición acepta la proposición como nos lo dijo, sería un (...) paso microscópico hacia el cese del fuego global, la retirada de la artillería pesada, el cese de los flujos de armas del extranjero y luego a una solución política en Siria", añadió Brahimi.
Siria se mostró el martes dispuesta a estudiar la proposición de Brahimi, que debería "ir pronto a Damasco" según su portavoz Ahmad Fawzi.
Tenemos "prisa de hablar con Brahimi para ver cuál es la posición de los otros países influyentes" que visitó en su gira, declaró a la AFP el portavoz del ministerio de Relaciones exteriores Jihad Makdissi, refiriéndose en especial a Arabia Saudita y Turquía, principales apoyos de la rebelión.
"¿Presionarán a los grupos armados que albergan, financian y arman, para que respeten el cese del fuego?", añadió.
El ministro turco de Relaciones exteriores Ahmet Davutoglu consideró "útil" una tregua durante el Aïd al-Adha, mientras que la Liga Árabe difundió el llamado de Brahimi a un alto el fuego.
El jefe del Consejo Nacional Sirio (CNS), principal coalición de la oposición en exilio, Abdel Basset Sayda, declaró por su parte que los rebeldes solo "se defienden y es normal que cesen las hostilidades cuando la máquina del régimen lo haya hecho".
El ejército llevaba a cabo ataques aéreos alrededor de Maaret al-Noomane, ciudad estratégica del noroeste del país a manos de los insurgentes, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
Al tomar al-Noomane en la provincia de Idleb el 9 de octubre, los insurgentes cortaron el importante eje carretero Damasco-Alepo y atacan desde entonces sistemáticamente todos los refuerzos que pasan por ahí.
Enfrentamientos violentos afectaban por otro lado Maarhtat, tras un ataque rebelde contra una caravana del ejército que se dirigía a apoyar a los soldados asediados de la base de Wadi Daif, la más importante de Idleb, por los insurgentes.
"Los rebeldes lograron derribar un helicóptero que participaba en los combates en Maarhtat", indicó la OSDH.
El aparato, que volaba a una altura de 1.500 metros, fue derribado por disparos de ametralladora anti-aérea de 14.5 mm, indicaron rebeldes a la AFP. Explotó en vuelo antes de estrellarse en medio de una bola de fuego, según ellos.
Un video puesto en línea por militantes muestra a este helicóptero caer y luego explotar.
Se trata del segundo aparato del ejército que es derribado por los insurgentes en menos de una semana.
En la provincia de Alepo (norte), la segunda ciudad de Siria afectada por una batalla encarnizada desde mediados de julio, por lo menos cinco personas murieron en bombardeos de las fuerzas leales y de violentos enfrentamientos.
En Damasco, donde un alto responsable de la alcaldía murió frente a su casa, las medidas de seguridad fueron reforzadas alrededor de los edificios gubernamentales en previsión de eventuales atentados, afectando la circulación en la capital, constató la AFP.
En París, administradores civiles de zonas liberadas del norte sirio subrayaron la urgencia de proteger esas regiones de ataques aéreos del régimen, durante una reunión en el ministerio de Relaciones exteriores destinada a aportarles más ayuda humanitaria.
"Se espera que haya zonas de exclusión aérea. Desde hace un año lo pedimos. Se pueden enfrentar fuerzas terrestres pero no tenemos armas antiaéreas" pesadas, declaró a la prensa Osman Bilawi, presidente del "Consejo revolucionario civil" de Maaret al-Noomane.
El emisario renovó su llamado a una tregua con motivo del Aid al-Adha, una de las fiestas musulmanas más sagradas, que será celebrada del 26 al 28 de octubre.
"Si el gobierno sirio accede (a esta demanda) --y según lo que he oído, hay esperanza de ello-- y si la oposición acepta la proposición como nos lo dijo, sería un (...) paso microscópico hacia el cese del fuego global, la retirada de la artillería pesada, el cese de los flujos de armas del extranjero y luego a una solución política en Siria", añadió Brahimi.
Siria se mostró el martes dispuesta a estudiar la proposición de Brahimi, que debería "ir pronto a Damasco" según su portavoz Ahmad Fawzi.
Tenemos "prisa de hablar con Brahimi para ver cuál es la posición de los otros países influyentes" que visitó en su gira, declaró a la AFP el portavoz del ministerio de Relaciones exteriores Jihad Makdissi, refiriéndose en especial a Arabia Saudita y Turquía, principales apoyos de la rebelión.
"¿Presionarán a los grupos armados que albergan, financian y arman, para que respeten el cese del fuego?", añadió.
El ministro turco de Relaciones exteriores Ahmet Davutoglu consideró "útil" una tregua durante el Aïd al-Adha, mientras que la Liga Árabe difundió el llamado de Brahimi a un alto el fuego.
El jefe del Consejo Nacional Sirio (CNS), principal coalición de la oposición en exilio, Abdel Basset Sayda, declaró por su parte que los rebeldes solo "se defienden y es normal que cesen las hostilidades cuando la máquina del régimen lo haya hecho".
El ejército llevaba a cabo ataques aéreos alrededor de Maaret al-Noomane, ciudad estratégica del noroeste del país a manos de los insurgentes, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
Al tomar al-Noomane en la provincia de Idleb el 9 de octubre, los insurgentes cortaron el importante eje carretero Damasco-Alepo y atacan desde entonces sistemáticamente todos los refuerzos que pasan por ahí.
Enfrentamientos violentos afectaban por otro lado Maarhtat, tras un ataque rebelde contra una caravana del ejército que se dirigía a apoyar a los soldados asediados de la base de Wadi Daif, la más importante de Idleb, por los insurgentes.
"Los rebeldes lograron derribar un helicóptero que participaba en los combates en Maarhtat", indicó la OSDH.
El aparato, que volaba a una altura de 1.500 metros, fue derribado por disparos de ametralladora anti-aérea de 14.5 mm, indicaron rebeldes a la AFP. Explotó en vuelo antes de estrellarse en medio de una bola de fuego, según ellos.
Un video puesto en línea por militantes muestra a este helicóptero caer y luego explotar.
Se trata del segundo aparato del ejército que es derribado por los insurgentes en menos de una semana.
En la provincia de Alepo (norte), la segunda ciudad de Siria afectada por una batalla encarnizada desde mediados de julio, por lo menos cinco personas murieron en bombardeos de las fuerzas leales y de violentos enfrentamientos.
En Damasco, donde un alto responsable de la alcaldía murió frente a su casa, las medidas de seguridad fueron reforzadas alrededor de los edificios gubernamentales en previsión de eventuales atentados, afectando la circulación en la capital, constató la AFP.
En París, administradores civiles de zonas liberadas del norte sirio subrayaron la urgencia de proteger esas regiones de ataques aéreos del régimen, durante una reunión en el ministerio de Relaciones exteriores destinada a aportarles más ayuda humanitaria.
"Se espera que haya zonas de exclusión aérea. Desde hace un año lo pedimos. Se pueden enfrentar fuerzas terrestres pero no tenemos armas antiaéreas" pesadas, declaró a la prensa Osman Bilawi, presidente del "Consejo revolucionario civil" de Maaret al-Noomane.