Apoyados por tanques, los soldados de la Misión de la Unión Africana en Somalia (AMISOM) atacaron al amanecer la línea de frente que rodea el mercado de Bakara, uno de los principales bastiones shebab en la capital, y en el barrio de Bondhere, provocando una reacción de los islamistas.
"Esta ofensiva limitada y focalizada" fue decidida después de "repetidas provocaciones de los shebab" en la zona y permitió controlar tres "encrucijadas estratégicas" en un eje sur-norte en dirección del gran estadio de la ciudad, según la AMISOM.
"Los enfrentamientos son muy violentos, hay tanques de la AMISON", explicó un habitante de Suqbacad. "Las pocas personas que aún vivían por aquí huyeron", agregó.
Con casi 9.000 militares ugandeses y burundeses, la AMISON está desplegada en Mogadiscio desde 2007 en respaldo al frágil gobierno de transición del presidente Sharif Sheij Ahmed.
La fuerza de la UA controla un poco más de la mitad de la ciudad, una zona donde también están el aeropuerto y el puerto. Los insurgentes islamistas controlan toda la parte noreste de la ciudad.
Desde febrero, la fuerza AMISON progresó considerablemente y obligó a los islamistas a retirarse hasta las dos principales líneas de frente de la capital para acantonarse en el mercado Bakara.
Este nuevo ataque de la AMISON se lanzó un día después del comienzo del puente aéreo del Programa Mundial de Alimentos (PMA) destinado a ayudar a las víctimas de la sequía en el país.
"Oficialmente la operación continúa, las rotaciones están planificadas", aseguró a la AFP una portavoz del PAM en Nairobi, Stephanie Savariaud.
Situado al borde del mar, a unos 3 km de las líneas de frente, el aeropuerto internacional está, en teoría, fuera del alcance de los combates, en particular de los obuses de mortero de los insurgentes.
En el aeropuerto se encuentra la principal base de la AMISON y los vuelos de carga o de pasajeros de los países de la región son cotidianos.
Un primer aparato, con diez toneladas de suplementos nutricionales a bordo para los niños malnutridos, llegó a la capital somalí el miércoles por la tarde. El objetivo es enviar un total de 100 toneladas en diez vuelos.
Ante la gravedad de la sequía, los rebeldes, que dicen estar inspirados por Al Qaida, prometieron a comienzos de julio dejar trabajar a las agencias humanitarias, "si su intención es sólo ayudar a los que sufren".
Sin embargo, la semana pasada afirmaron que las agencias humanitarias, entre ellas el PMA, prohibidas desde 2009, seguían estando proscritas.
Las zonas bajo control islamista no fueron totalmente abandonadas por las organizaciones humanitarias extranjeras en los dos últimos años. Pese a las difíciles condiciones de trabajo y el estricto control impuesto por los rebeldes, algunas organizaciones no gubernamentales, como Médicos Sin Fronteras o Acción contra el Hambre, han mantenido sus actividades en la zona.
El 20 de julio, la ONU declaró el estado de hambruna en dos provincias del sur de Somalia controladas por los insurgentes islamistas, el sur de Bakook y Baja Shabelle.
Más allá de Somalia, la región entera del Cuerno de África sufre la peor sequía en varias décadas, según Naciones Unidas.
La ONU, que también habló de "la más grave crisis alimentaria en Africa" en los últimos 20 años, estima que unas 12 millones de personas están amenazadas en la región.
Según el secretario general de la ONU Ban Ki-moon, se necesitan 1.600 millones de dólares sólo para Somalia, donde "cada día mueren niños y adultos a un ritmo terrible".
Por su parte, representantes de organizaciones humanitarias de países de la Organización de la Conferencia Islámica (OCI) reunidos en Estambul, instaron a los "creyentes (...) a contribuir generosamente con la campaña humanitaria de la OCI, en particular en este mes de Ramadán".
"Esta ofensiva limitada y focalizada" fue decidida después de "repetidas provocaciones de los shebab" en la zona y permitió controlar tres "encrucijadas estratégicas" en un eje sur-norte en dirección del gran estadio de la ciudad, según la AMISOM.
"Los enfrentamientos son muy violentos, hay tanques de la AMISON", explicó un habitante de Suqbacad. "Las pocas personas que aún vivían por aquí huyeron", agregó.
Con casi 9.000 militares ugandeses y burundeses, la AMISON está desplegada en Mogadiscio desde 2007 en respaldo al frágil gobierno de transición del presidente Sharif Sheij Ahmed.
La fuerza de la UA controla un poco más de la mitad de la ciudad, una zona donde también están el aeropuerto y el puerto. Los insurgentes islamistas controlan toda la parte noreste de la ciudad.
Desde febrero, la fuerza AMISON progresó considerablemente y obligó a los islamistas a retirarse hasta las dos principales líneas de frente de la capital para acantonarse en el mercado Bakara.
Este nuevo ataque de la AMISON se lanzó un día después del comienzo del puente aéreo del Programa Mundial de Alimentos (PMA) destinado a ayudar a las víctimas de la sequía en el país.
"Oficialmente la operación continúa, las rotaciones están planificadas", aseguró a la AFP una portavoz del PAM en Nairobi, Stephanie Savariaud.
Situado al borde del mar, a unos 3 km de las líneas de frente, el aeropuerto internacional está, en teoría, fuera del alcance de los combates, en particular de los obuses de mortero de los insurgentes.
En el aeropuerto se encuentra la principal base de la AMISON y los vuelos de carga o de pasajeros de los países de la región son cotidianos.
Un primer aparato, con diez toneladas de suplementos nutricionales a bordo para los niños malnutridos, llegó a la capital somalí el miércoles por la tarde. El objetivo es enviar un total de 100 toneladas en diez vuelos.
Ante la gravedad de la sequía, los rebeldes, que dicen estar inspirados por Al Qaida, prometieron a comienzos de julio dejar trabajar a las agencias humanitarias, "si su intención es sólo ayudar a los que sufren".
Sin embargo, la semana pasada afirmaron que las agencias humanitarias, entre ellas el PMA, prohibidas desde 2009, seguían estando proscritas.
Las zonas bajo control islamista no fueron totalmente abandonadas por las organizaciones humanitarias extranjeras en los dos últimos años. Pese a las difíciles condiciones de trabajo y el estricto control impuesto por los rebeldes, algunas organizaciones no gubernamentales, como Médicos Sin Fronteras o Acción contra el Hambre, han mantenido sus actividades en la zona.
El 20 de julio, la ONU declaró el estado de hambruna en dos provincias del sur de Somalia controladas por los insurgentes islamistas, el sur de Bakook y Baja Shabelle.
Más allá de Somalia, la región entera del Cuerno de África sufre la peor sequía en varias décadas, según Naciones Unidas.
La ONU, que también habló de "la más grave crisis alimentaria en Africa" en los últimos 20 años, estima que unas 12 millones de personas están amenazadas en la región.
Según el secretario general de la ONU Ban Ki-moon, se necesitan 1.600 millones de dólares sólo para Somalia, donde "cada día mueren niños y adultos a un ritmo terrible".
Por su parte, representantes de organizaciones humanitarias de países de la Organización de la Conferencia Islámica (OCI) reunidos en Estambul, instaron a los "creyentes (...) a contribuir generosamente con la campaña humanitaria de la OCI, en particular en este mes de Ramadán".