Celebraciones de la independencia de Sudán del Sur.
El jefe del Parlamento de Sudán del Sur, James Wanni Igga, anunció la "declaración de independencia de Sudán del Sur" ante decenas de miles de habitantes eufóricos. Poco después se izó la bandera del nuevo Estado, el 54º de África.
Salva Kiir juró como primer presidente de Sudán del Sur y firmó la Constitución transitoria, comprometiéndose a "favorecer el desarrollo y el bienestar del pueblo".
El presidente estadounidense, Barack Obama, anunció poco después que Washington reconoce formalmente a Sudán del Sur "como Estado soberano e independiente".
La proclamación de la independencia tuvo como testigos a numerosos líderes mundiales, entre ellos el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, el vicepresidente cubano, Esteban Lazo, y unos 30 dirigentes africanos como el presidente sudafricano Jacob Zuma.
El presidente sudanés, Omar al Bashir, acudió como invitado de honor.
Este mandatario es objeto de una orden de arresto de la Corte Penal Internacional por genocidio y crímenes contra la humanidad en Darfur, una región del oeste de Sudán donde sigue librándose una guerra civil.
En la ceremonia participaron también habitantes de Darfur.
"Estamos aquí para felicitar a nuestros hermanos del Sur por su independencia, y decirle a Bashir 'he aquí lo que ocurre cuando se oprime a un pueblo'", declaró Mohamed Jamus, de Darfur.
Estados Unidos estuvo representado por su embajadora ante la ONU, Susan Rice, y Colin Powell, ex secretario de Estado, quien cumplió un papel determinante en las negociaciones.
La concentración de este sábado es la mayor jamás celebrada en Juba, nueva capital del país en la que no obstante faltan infraestructuras básicas.
La seguridad fue reforzada con perros policía y soldados fuertemente armados en las calles.
Ya al sonar las campanas de medianoche (21H00 GMT del viernes) en este país, mayoritariamente cristiano, una explosión de alegría saludó el inicio del primer día de vida del nuevo Estado.
Durante toda la noche, la población celebró con júbilo la independencia en Juba, donde los fuegos artificiales iluminaron el cielo. "¡Somos libres! ¡Somos libres! ¡Adiós al Norte, bienvenida la felicidad!", gritaban.
La independencia de Sudán del Sur se produce después de una guerra de más de 50 años -con una pausa de calma de varios años- entre los rebeldes del sur y los sucesivos gobiernos de Jartum, un conflicto que devastó la región, dejó millones de muertos y sembró una desconfianza recíproca.
Un acuerdo de paz firmado en 2005, bajo la presión de Estados Unidos y Gran Bretaña, allanó el camino para el referéndum sobre la independencia de Sudán del Sur, celebrado en enero de este año.
Un 99% de los habitantes del sur optó por la secesión en una votación que transcurrió sin mayores incidentes.
La ceremonia de independencia se celebró en el mausoleo del ex dirigente rebelde John Garang, muerto pocos meses después de la firma del acuerdo de paz.
Sudán reconoció el viernes a la República de Sudán del Sur, pese a que quedan por resolver cuestiones clave entre ambos países, como el reparto de las riquezas petroleras y el estatuto de las provincias fronterizas en disputa, entre ellas Abyei, rica en hidrocarburos.
Sudán del Sur, de casi 590.000 km cuadrados y 8,5 millones de habitantes, amputará a Sudán, que hasta ahora era el país más grande de África, de cerca del 24% de su territorio y del 20% de su población.
El Consejo de Seguridad de la ONU aprobó el viernes de forma unánime una resolución que crea una Misión de Naciones Unidas en Sudán del Sur (MINUSS), dotada de 7.000 soldados, 900 civiles y expertos, para contribuir a la construcción del país y darle seguridad.
Salva Kiir juró como primer presidente de Sudán del Sur y firmó la Constitución transitoria, comprometiéndose a "favorecer el desarrollo y el bienestar del pueblo".
El presidente estadounidense, Barack Obama, anunció poco después que Washington reconoce formalmente a Sudán del Sur "como Estado soberano e independiente".
La proclamación de la independencia tuvo como testigos a numerosos líderes mundiales, entre ellos el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, el vicepresidente cubano, Esteban Lazo, y unos 30 dirigentes africanos como el presidente sudafricano Jacob Zuma.
El presidente sudanés, Omar al Bashir, acudió como invitado de honor.
Este mandatario es objeto de una orden de arresto de la Corte Penal Internacional por genocidio y crímenes contra la humanidad en Darfur, una región del oeste de Sudán donde sigue librándose una guerra civil.
En la ceremonia participaron también habitantes de Darfur.
"Estamos aquí para felicitar a nuestros hermanos del Sur por su independencia, y decirle a Bashir 'he aquí lo que ocurre cuando se oprime a un pueblo'", declaró Mohamed Jamus, de Darfur.
Estados Unidos estuvo representado por su embajadora ante la ONU, Susan Rice, y Colin Powell, ex secretario de Estado, quien cumplió un papel determinante en las negociaciones.
La concentración de este sábado es la mayor jamás celebrada en Juba, nueva capital del país en la que no obstante faltan infraestructuras básicas.
La seguridad fue reforzada con perros policía y soldados fuertemente armados en las calles.
Ya al sonar las campanas de medianoche (21H00 GMT del viernes) en este país, mayoritariamente cristiano, una explosión de alegría saludó el inicio del primer día de vida del nuevo Estado.
Durante toda la noche, la población celebró con júbilo la independencia en Juba, donde los fuegos artificiales iluminaron el cielo. "¡Somos libres! ¡Somos libres! ¡Adiós al Norte, bienvenida la felicidad!", gritaban.
La independencia de Sudán del Sur se produce después de una guerra de más de 50 años -con una pausa de calma de varios años- entre los rebeldes del sur y los sucesivos gobiernos de Jartum, un conflicto que devastó la región, dejó millones de muertos y sembró una desconfianza recíproca.
Un acuerdo de paz firmado en 2005, bajo la presión de Estados Unidos y Gran Bretaña, allanó el camino para el referéndum sobre la independencia de Sudán del Sur, celebrado en enero de este año.
Un 99% de los habitantes del sur optó por la secesión en una votación que transcurrió sin mayores incidentes.
La ceremonia de independencia se celebró en el mausoleo del ex dirigente rebelde John Garang, muerto pocos meses después de la firma del acuerdo de paz.
Sudán reconoció el viernes a la República de Sudán del Sur, pese a que quedan por resolver cuestiones clave entre ambos países, como el reparto de las riquezas petroleras y el estatuto de las provincias fronterizas en disputa, entre ellas Abyei, rica en hidrocarburos.
Sudán del Sur, de casi 590.000 km cuadrados y 8,5 millones de habitantes, amputará a Sudán, que hasta ahora era el país más grande de África, de cerca del 24% de su territorio y del 20% de su población.
El Consejo de Seguridad de la ONU aprobó el viernes de forma unánime una resolución que crea una Misión de Naciones Unidas en Sudán del Sur (MINUSS), dotada de 7.000 soldados, 900 civiles y expertos, para contribuir a la construcción del país y darle seguridad.