Sudáfrica anunció este viernes su retiro de la corte, en una carta enviada a la ONU. En el centro de la polémica está la decisión de las autoridades sudafricanas de permitir la participación del presidente sudanés Omar al Bashir en una cumbre e ignorar una orden de arresto.
Sudáfrica alegó que el dirigente tenía inmunidad como jefe de Estado.
La CPI acusa al presidente sudanés de crímenes de guerra, crímenes contra la humanidad y genocidio en el conflicto de la región de Darfur.
Tras formalizar esta decisión, Sudáfrica se convertirá en el primer país en abandonar la corte.
Bashir celebró la decisión e hizo un llamado a otros países a seguir el mismo camino.
"La presidencia de la república (...) hace un llamado a los líderes africanos y al pueblo de África que todavía forman parte de la CPI a que hagan una acción colectiva de retirada de la CPI", dijo el gabinete del mandatario en un comunicado.
Para Sudán, la salida de la jurisdicción de La Haya implementaría una decisión anunciada en una reciente cumbre en Kigali, en la que se calificó al tribunal como "un nuevo instrumento colonial dirigido al continente africano y a sus líderes".
"Todos los casos que lleva la CPI son contra países africanos. Nunca contra estados europeos o contra Israel, pese a los crímenes que han cometido", dijo Ibrahim Mahmoud, alto consejero de Bashir.
"Esperamos que más países africanos dejen la CPI", afirmó.
Desde su creación en 2003, este tribunal, con sede en La Haya, abrió investigaciones en diez países, nueve de ellos en África.
El conflicto entre el presidente, Omar al Bashir, y los insurgentes no árabes —que no se sienten representados por el poder central, dominado por los árabes— ha dejado 300.000 muertos desde 2003 y ha obligado a 2,5 millones de personas a abandonar sus casas, según las cifras de la ONU.
La CPI acusa a Bashir de crímenes contra la humanidad, crímenes de guerra y genocidio.
Sudáfrica alegó que el dirigente tenía inmunidad como jefe de Estado.
La CPI acusa al presidente sudanés de crímenes de guerra, crímenes contra la humanidad y genocidio en el conflicto de la región de Darfur.
Tras formalizar esta decisión, Sudáfrica se convertirá en el primer país en abandonar la corte.
Bashir celebró la decisión e hizo un llamado a otros países a seguir el mismo camino.
"La presidencia de la república (...) hace un llamado a los líderes africanos y al pueblo de África que todavía forman parte de la CPI a que hagan una acción colectiva de retirada de la CPI", dijo el gabinete del mandatario en un comunicado.
Para Sudán, la salida de la jurisdicción de La Haya implementaría una decisión anunciada en una reciente cumbre en Kigali, en la que se calificó al tribunal como "un nuevo instrumento colonial dirigido al continente africano y a sus líderes".
"Todos los casos que lleva la CPI son contra países africanos. Nunca contra estados europeos o contra Israel, pese a los crímenes que han cometido", dijo Ibrahim Mahmoud, alto consejero de Bashir.
"Esperamos que más países africanos dejen la CPI", afirmó.
Desde su creación en 2003, este tribunal, con sede en La Haya, abrió investigaciones en diez países, nueve de ellos en África.
El conflicto entre el presidente, Omar al Bashir, y los insurgentes no árabes —que no se sienten representados por el poder central, dominado por los árabes— ha dejado 300.000 muertos desde 2003 y ha obligado a 2,5 millones de personas a abandonar sus casas, según las cifras de la ONU.
La CPI acusa a Bashir de crímenes contra la humanidad, crímenes de guerra y genocidio.