"Si pasamos del actual sistema de inmigración de personas con baja capacitación, y adoptamos un sistema basado en mérito, tendremos muchos beneficios: ahorraremos dólares, elevaremos los salarios y ayudaremos a las familias en dificultades -incluyendo familias de inmigrantes- a ingresar a la clase media", expresó.
En la visión de Trump, una reforma "real y positiva" del sistema migratorio estadounidense es posible si todos se ponen de acuerdo sobre tres puntos básicos: mejorar salarios para los estadounidenses, fortalecer la seguridad nacional y "restablecer el respeto por nuestras leyes".
En su primer discurso como presidente ante las dos cámaras del Congreso, Trump se refirió a una de sus más polémicas promesas de campaña, la construcción de un gigantesco muro en la frontera con México.
El mandatario aseguró que "pronto" comenzará la construcción de la muralla.
"Pronto comenzaremos la construcción de un gran muro a lo largo de nuestra frontera sur. Comenzará antes de lo previsto; cuando esté terminada, será un arma muy efectiva contra las drogas y el crimen", expresó.
Mientras pronunciaba su discurso, Trump puntualizó que inmigrantes en situación irregular y con antecedentes policiales estaban siendo expulsados del país.
"Mientras hablamos, estamos sacando a pandilleros, vendedores de drogas y criminales que amenazan nuestras comunidades y a nuestros niños. Esos tipos se están yendo mientras hablamos aquí esta noche, tal como yo lo había prometido", dijo.
Al inicio de su discurso, Trump condenó las recientes amenazas y actos de vandalismo contra personas e instituciones de la comunidad judía, así como el asesinato de un ingeniero de India a manos de un hombre que pedía a gritos que los extranjeros abandonen el país.
Estos episodios, dijo el mandatario, "nos recuerdan que aunque somos una nación dividida por la política, somos un país que se presenta unido en la condena al odio y al mal en todos sus formas".
En la visión de Trump, una reforma "real y positiva" del sistema migratorio estadounidense es posible si todos se ponen de acuerdo sobre tres puntos básicos: mejorar salarios para los estadounidenses, fortalecer la seguridad nacional y "restablecer el respeto por nuestras leyes".
En su primer discurso como presidente ante las dos cámaras del Congreso, Trump se refirió a una de sus más polémicas promesas de campaña, la construcción de un gigantesco muro en la frontera con México.
El mandatario aseguró que "pronto" comenzará la construcción de la muralla.
"Pronto comenzaremos la construcción de un gran muro a lo largo de nuestra frontera sur. Comenzará antes de lo previsto; cuando esté terminada, será un arma muy efectiva contra las drogas y el crimen", expresó.
Mientras pronunciaba su discurso, Trump puntualizó que inmigrantes en situación irregular y con antecedentes policiales estaban siendo expulsados del país.
"Mientras hablamos, estamos sacando a pandilleros, vendedores de drogas y criminales que amenazan nuestras comunidades y a nuestros niños. Esos tipos se están yendo mientras hablamos aquí esta noche, tal como yo lo había prometido", dijo.
Al inicio de su discurso, Trump condenó las recientes amenazas y actos de vandalismo contra personas e instituciones de la comunidad judía, así como el asesinato de un ingeniero de India a manos de un hombre que pedía a gritos que los extranjeros abandonen el país.
Estos episodios, dijo el mandatario, "nos recuerdan que aunque somos una nación dividida por la política, somos un país que se presenta unido en la condena al odio y al mal en todos sus formas".