"Alemania debe sumas enormes de dinero a la OTAN y Estados Unidos deber recibir un mayor pago por la poderosa, y muy onerosa defensa que proporciona a Alemania", tuiteó el mandatario estadounidense un día después de reunirse con la canciller alemana, Angela Merkel, en Washington.
En un tuit previo desde su lujosa residencia en Florida, Trump afirmó que tuvo una "EXCELENTE" reunión con Merkel, rechazando las afirmaciones de la prensa acerca de que el encuentro fue gélido y dejó al descubierto las diferencias entre ambos líderes en asuntos como migración y comercio internacional.
"Pese a lo que han escuchado de las FALSAS NOTICIAS", dijo en el tuit, "tuve una EXCELENTE reunión con la canciller Angela Merkel".
Durante la conferencia de prensa conjunta realizada tras el encuentro del viernes, Merkel dijo que se comprometió con el mandatario estadounidense a aumentar los gastos de defensa de Alemania.
"Nos comprometemos hoy a un objetivo de 2% (del PIB) hasta el año 2024", dijo Merkel.
- Berlín no responde -
El gobierno alemán no tenía previsto responder este sábado y un portavoz remitió simplemente a las declaraciones de Merkel durante la conferencia de prensa.
Sin embargo, dos exembajadores estadounidenses ante la OTAN durante la administración Obama, criticaron la lógica de Trump.
"No se trata de un documento contable con una columna de crédito y una de débito. Se trata de un programa de inversiones a diez años y los aliados hacen progresos, lentamente", explicó Douglas Lute, durante una conversación con la AFP.
Por su parte, Ivo Daalder, escribió en una decena de twits que "no se trata de una transacción financiera, en la que los países de la OTAN pagan a Estados Unidos por la defensa, se trata de nuestro compromiso con un tratado".
"Estados Unidos está fuertemente comprometido militarmente en la OTAN. Pero no es por agradar a Europa. Es vital para nuestra propia seguridad", agregó.
Los reproches de Trump no son nuevos: de hecho fueron asuntos que planteó durante la campaña electoral, en la que subrayó que Estados Unidos, que gasta más de 3% de su PIB en defensa, carga con la mayor parte de los costos de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
La retórica electoral de Trump hizo mella y colocó sobre la mesa el financiamiento de la OTAN entre los miembros que han reducido durante años sus presupuestos militares.
Las veladas críticas de Trump cobraron mayor importancia en momentos en que los aliados europeos perciben una postura cada vez más agresiva de Rusia tras la anexión de Crimea y el apoyo a los rebeldes de Ucrania.
Y también preocupa a Europa la actitud más flexible que Trump ha exhibido hacia Moscú.
En 2014, los Estados miembro de la OTAN acordaron aumentar sus gastos militares hasta alcanzar un 2% de su PIB en 10 años.
El PIB de Estados Unidos representa un 46% de la riqueza acumulada de los países aliados, pero sus gastos militares (679.000 millones de dólares en 2016) representan el 68% del total de los presupuestos de defensa de los 28 integrantes de la OTAN.
Aparte de Estados Unidos (3,36% del PIB), solo Reino Unido (2,17%), Polonia (2,01%), Estonia (2,18%) y Grecia (2,36%) alcanzan el objetivo marcado en 2014, según las estimaciones de la OTAN de 2016.