En un acto sin precedentes, se formaron comités de redacción en los medios estatales, los diarios privados que tienen fama de haber sido cercanos al antiguo régimen e incluso en el del ex partido en el poder, Reunión Constitucional Democrática (RCD), cuya disolución se pide en la calle.
"Somos nosotros los que decidimos ahora la línea editorial", declaró a la AFP Fauzia Mezzi, periodista de La Presse, título prestigioso que, bajo Ben Alí había pasado totalmente bajo las órdenes de sus allegados.
"Se formaron dos comités de redacción, uno para La Prensa y otro para Essahafa", diario del mismo grupo en árabe, explicó Mezzi, quien agregó que el presidente del grupo fue confinado por ahora al papel del que "firma los cheques" para asegurar el funcionamiento de la empresa.
El primer signo de cambio en los medios se vio la noche siguiente tras la fuga de Ben Alí, con la desaparición del logo "Tunis7" en la pantalla de la televisión pública, que se refería al 7 de noviembre de 1987, fecha en que el ex presidente tomó el poder.
"Televisión nacional", proclama el nuevo logo, con fondo rojo y blanco, los colores nacionales.
Las cosas cambiaron totalmente en el canal público de televisión, que da ahora la palabra a los antiguos opositores y a la gente en la calle, y organiza incluso debates.
La cadena era odiada a escondidas por los tunecinos, pues a lo largo del día se refería constantemente a los méritos del régimen. La población estaba permanentemente conectada a los canales árabes vía satélite.
Pero algunas costumbres siguen vigentes como el hecho de respetar el orden protocolario en el principal diario de la noche.
El martes por la noche, la primera información era sobre el presidente interino, Fued Mebazaa, que recibía un mensaje del presidente argelino Abdelaziz Buteflika.
"Ahora no se aplica ninguna censura", indica Karima, una periodista del servicio de informaciones de la radio pública RTCI, pero "nosotros filtramos las informaciones tratando de verificar los hechos. El equipo de dirección está ahí, pero nos deja hacer nuestro trabajo a los periodistas".
Lo mismo ocurre en el grupo de prensa del antiguo régimen Maison Al Anuar, que tiene cuatro títulos.
Los directores de información desaparecieron, pero los periodistas siguen trabajando, indicó Chokri Baccuche, redactor en jefe adjunto de uno de esos títulos.
En la agencia oficial TAP, tras un momento de duda, la redacción tomó las riendas, aunque dejó en su cargo al presidente ejecutivo.
La toma de poder se efectuó también en Radio Mosaique FM, que pertenece a allegados de Ben Alí.
"Decidimos tomar en mano la línea editorial de la radio para que transmita la voz de los tunecinos, sean cuales fueren sus tendencias o su militancia", anunciaron en un comunicado los jefes, periodistas y empleados de esta emisora.
El gobierno de transición anunció "la libertad total" de información y abolió el ministerio de Comunicación, órgano de propaganda y censura del antiguo régimen.
Los periodistas afirman que están saboreando la nueva libertad, con un sentido de la responsabilidad.
"Siento que el papel de los periodistas en el periodo que se inicia es informar al mismo tiempo que preservar esta revolución frente a las derivas y los usurpadores", subrayó uno de ellos, Mahmud Hosni.
"Somos nosotros los que decidimos ahora la línea editorial", declaró a la AFP Fauzia Mezzi, periodista de La Presse, título prestigioso que, bajo Ben Alí había pasado totalmente bajo las órdenes de sus allegados.
"Se formaron dos comités de redacción, uno para La Prensa y otro para Essahafa", diario del mismo grupo en árabe, explicó Mezzi, quien agregó que el presidente del grupo fue confinado por ahora al papel del que "firma los cheques" para asegurar el funcionamiento de la empresa.
El primer signo de cambio en los medios se vio la noche siguiente tras la fuga de Ben Alí, con la desaparición del logo "Tunis7" en la pantalla de la televisión pública, que se refería al 7 de noviembre de 1987, fecha en que el ex presidente tomó el poder.
"Televisión nacional", proclama el nuevo logo, con fondo rojo y blanco, los colores nacionales.
Las cosas cambiaron totalmente en el canal público de televisión, que da ahora la palabra a los antiguos opositores y a la gente en la calle, y organiza incluso debates.
La cadena era odiada a escondidas por los tunecinos, pues a lo largo del día se refería constantemente a los méritos del régimen. La población estaba permanentemente conectada a los canales árabes vía satélite.
Pero algunas costumbres siguen vigentes como el hecho de respetar el orden protocolario en el principal diario de la noche.
El martes por la noche, la primera información era sobre el presidente interino, Fued Mebazaa, que recibía un mensaje del presidente argelino Abdelaziz Buteflika.
"Ahora no se aplica ninguna censura", indica Karima, una periodista del servicio de informaciones de la radio pública RTCI, pero "nosotros filtramos las informaciones tratando de verificar los hechos. El equipo de dirección está ahí, pero nos deja hacer nuestro trabajo a los periodistas".
Lo mismo ocurre en el grupo de prensa del antiguo régimen Maison Al Anuar, que tiene cuatro títulos.
Los directores de información desaparecieron, pero los periodistas siguen trabajando, indicó Chokri Baccuche, redactor en jefe adjunto de uno de esos títulos.
En la agencia oficial TAP, tras un momento de duda, la redacción tomó las riendas, aunque dejó en su cargo al presidente ejecutivo.
La toma de poder se efectuó también en Radio Mosaique FM, que pertenece a allegados de Ben Alí.
"Decidimos tomar en mano la línea editorial de la radio para que transmita la voz de los tunecinos, sean cuales fueren sus tendencias o su militancia", anunciaron en un comunicado los jefes, periodistas y empleados de esta emisora.
El gobierno de transición anunció "la libertad total" de información y abolió el ministerio de Comunicación, órgano de propaganda y censura del antiguo régimen.
Los periodistas afirman que están saboreando la nueva libertad, con un sentido de la responsabilidad.
"Siento que el papel de los periodistas en el periodo que se inicia es informar al mismo tiempo que preservar esta revolución frente a las derivas y los usurpadores", subrayó uno de ellos, Mahmud Hosni.