"La operación de cruceros ha estado extremadamente limitada por el bloqueo (embargo) norteamericano, y prácticamente hacía tres años que el país no lograba una operación regular", dijo el presidente de la estatal Cubatur, Lester Oliva, tras dar la bienvenida al buque de la compañía Happy Cruises, en la terminal de cruceros de La Habana.
Oliva precisó que el arribo del crucero, con 220 pasajeros de 11 países, la mayoría españoles (183), marca el despegue de esa actividad en la isla, pues sólo ese barco le reportará unos "800 turistas semanales" hasta abril próximo, durante "el primer trimestre de 2011" y de "manera estable" en 2012.
"En España teníamos muchos deseos de que ya hubiese cruceros a Cuba, pues llevábamos cuatro años sin poder viajar en cruceros a la isla. Es una emoción que ya empezamos a viajar", declaró a la AFP la española Manuela Rojo, quien pagó unos 1.200 euros por el viaje.
El turismo de cruceros cayó en la isla en un 89% de 2005 a 2007, al bajar de 102.440 visitantes a 11.000, tras la compra por la empresa norteamericana Royal Caribbean de la española Pullmantur, dueña del barco Holiday Dream que viajaba con frecuencia a la isla y dejaba más de 15 millones de dólares en ingresos.
"La primera medida que tomó Royal Caribbean fue la suspensión de las operaciones en Cuba", dijo entonces un alto ejecutivo de la actividad de cruceros.
Oliva destacó que en los últimos tres años Cuba sólo reportaba "operaciones de cruceros bastante pequeñas, de una, dos o tres escalas como máximo" y declinó dar cifras actuales, pero auguró que, tras la llegada del Gemini, la actividad se irá recuperando "progresivamente".
"Estos clientes, después de hacer una semana en el barco, hacen una extensión de siete días" en la isla, lo que "tiene un efecto muy importante para el turismo" cubano, añadió el ejecutivo, tras destacar que al Gemini se unirán en 2011 otro crucero inglés y uno ruso.
Cuba tiene una infraestructura para la actividad que incluye tres terminales, además de la de La Habana, la de Cienfuegos (centro), Santiago de Cuba (sureste) y una instalación de playa en la isla de la Juventud (suroeste), con las cuales podría recibir, hasta 600 barcos; 1,2 millones de turistas, y más de 125 millones de dólares anuales, según estadísticas oficiales.
Pero el Ministerio cubano de Turismo (Mintur) dijo en octubre que perdió 1.100 millones de dólares en 2009, debido al embargo que Washington aplica contra la isla y a la prohibición de viajes de los estadounidenses, vigentes desde hace casi medio siglo.
El Mintur calcula que, de no existir esas medidas, un 15% de los 13 millones de turistas estadounidenses que visitan el Caribe viajarían a Cuba, entre ellos, según Oliva, los amantes de los viajes en crucero, pues "la mayoría" de esos barcos "son de propiedad norteamericana".
El turismo, la segunda actividad económica de la isla tras los servicios médicos, reportó ingresos por 2,1 millones de dólares tras la visita de 2,4 millones de personas en 2009, y registró de enero a septiembre un crecimiento en sus ingresos de 3,5% frente a igual periodo de 2009.
Ampliar y diversificar el turismo, junto con una apertura a la pequeña y mediana empresa privada y el fomento de la inversión extranjera, son prioridades en un plan presentado esta semana por el gobierno de Raúl Castro de cara a la "actualización del modelo económico", sin renunciar al socialismo.
Oliva precisó que el arribo del crucero, con 220 pasajeros de 11 países, la mayoría españoles (183), marca el despegue de esa actividad en la isla, pues sólo ese barco le reportará unos "800 turistas semanales" hasta abril próximo, durante "el primer trimestre de 2011" y de "manera estable" en 2012.
"En España teníamos muchos deseos de que ya hubiese cruceros a Cuba, pues llevábamos cuatro años sin poder viajar en cruceros a la isla. Es una emoción que ya empezamos a viajar", declaró a la AFP la española Manuela Rojo, quien pagó unos 1.200 euros por el viaje.
El turismo de cruceros cayó en la isla en un 89% de 2005 a 2007, al bajar de 102.440 visitantes a 11.000, tras la compra por la empresa norteamericana Royal Caribbean de la española Pullmantur, dueña del barco Holiday Dream que viajaba con frecuencia a la isla y dejaba más de 15 millones de dólares en ingresos.
"La primera medida que tomó Royal Caribbean fue la suspensión de las operaciones en Cuba", dijo entonces un alto ejecutivo de la actividad de cruceros.
Oliva destacó que en los últimos tres años Cuba sólo reportaba "operaciones de cruceros bastante pequeñas, de una, dos o tres escalas como máximo" y declinó dar cifras actuales, pero auguró que, tras la llegada del Gemini, la actividad se irá recuperando "progresivamente".
"Estos clientes, después de hacer una semana en el barco, hacen una extensión de siete días" en la isla, lo que "tiene un efecto muy importante para el turismo" cubano, añadió el ejecutivo, tras destacar que al Gemini se unirán en 2011 otro crucero inglés y uno ruso.
Cuba tiene una infraestructura para la actividad que incluye tres terminales, además de la de La Habana, la de Cienfuegos (centro), Santiago de Cuba (sureste) y una instalación de playa en la isla de la Juventud (suroeste), con las cuales podría recibir, hasta 600 barcos; 1,2 millones de turistas, y más de 125 millones de dólares anuales, según estadísticas oficiales.
Pero el Ministerio cubano de Turismo (Mintur) dijo en octubre que perdió 1.100 millones de dólares en 2009, debido al embargo que Washington aplica contra la isla y a la prohibición de viajes de los estadounidenses, vigentes desde hace casi medio siglo.
El Mintur calcula que, de no existir esas medidas, un 15% de los 13 millones de turistas estadounidenses que visitan el Caribe viajarían a Cuba, entre ellos, según Oliva, los amantes de los viajes en crucero, pues "la mayoría" de esos barcos "son de propiedad norteamericana".
El turismo, la segunda actividad económica de la isla tras los servicios médicos, reportó ingresos por 2,1 millones de dólares tras la visita de 2,4 millones de personas en 2009, y registró de enero a septiembre un crecimiento en sus ingresos de 3,5% frente a igual periodo de 2009.
Ampliar y diversificar el turismo, junto con una apertura a la pequeña y mediana empresa privada y el fomento de la inversión extranjera, son prioridades en un plan presentado esta semana por el gobierno de Raúl Castro de cara a la "actualización del modelo económico", sin renunciar al socialismo.