Dos militares y una muchacha de 17 años, hija de un militar, murieron instantáneamente por la violenta explosión ocurrida hacia las 04H15 GMT en Halkali, un lejano suburbio popular en la orilla europea de la metrópoli, cerca de viviendas de militares, declaró el gobernador de Estambul Huseyin Avni Mutlu.
Un tercer soldado, gravemente herido en el atentado, falleció después en el hospital, informó la agencia de prensa Anatolia, citando fuentes militares.
Ante los diputados de su formación, el gubernamental Partido de la Justicia y el Desarrollo, en Ankara, el primer ministro turco Recep Tayyip Erdogan atribuyó el atentado a "la organización terrorista", denominación oficial de los rebeldes kurdos del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK, ilegalizado).
"La organización terrorista sabe muy bien que no logrará nada con tales atentados... Esto es un callejón sin salida", agregó Erdogan.
El artefacto explosivo, una bomba de fragmentación, estaba oculto en la calzada y fue accionado por control remoto, explicó el gobernador Mutlu.
Esta técnica es utilizada a menudo por el PKK en el sureste de Anatolia, escenario de combates entre los rebeldes kurdos y las fuerzas de Ankara.
Durante el fin de semana, a través de uno de sus portavoces, el PKK había amenazado lanzar ataques en "todas las ciudades de Turquía".
En los últimos meses, el movimiento ha multiplicado los ataques contra las fuerzas de seguridad en el sureste del país.
Los cristales del autocar quedaron completamente destrozados y la cala de equipajes estaba reventada por la potencia de la deflagración, constató un periodista de la AFP.
Varias ambulancias fueron enviadas a la zona del ataque donde la policía y la gendarmería establecieron un perímetro de seguridad.
El 8 de junio pasado, quince personas habían sido heridas en la explosión de una bomba colocada en la calzada en otro distrito popular de Estambul, cuando pasaba un coche de la policía.
Desde 1984, el PKK desarrolla una lucha separatista contra las fuerzas turcas en el sureste, zona kurda, pero también en las grandes ciudades y estaciones balnearias del oeste del país.
En julio de 2005, dos turistas europeas murieron en un atentado con bomba atribuído al PKK en Kusadasi, estación veraniega en el mar Egeo (oeste).
El PKK efectuó durante el fin de semana una serie de ataques en los que murieron 12 soldados en el sureste del país.
El lunes, los rebeldes ametrallaron un puesto de la gendarmería, matando a un militar e hiriendo a otro en Silvan, en la provincia de Diyarbakir (sureste).
La aviación turca replicó el sábado efectuando un ataque contra las bases de retaguardia del PKK en el norte de Irak.
En la noche del sábado al domingo, el ejército turco también efectuó una incursión terrestre hasta unos diez kilómetros al interior de Irak, matando a cuatro personas, según las autoridades iraquíes.
Esta incursión, la segunda en cinco días, no fue confirmada por el ejército turco.
Un tercer soldado, gravemente herido en el atentado, falleció después en el hospital, informó la agencia de prensa Anatolia, citando fuentes militares.
Ante los diputados de su formación, el gubernamental Partido de la Justicia y el Desarrollo, en Ankara, el primer ministro turco Recep Tayyip Erdogan atribuyó el atentado a "la organización terrorista", denominación oficial de los rebeldes kurdos del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK, ilegalizado).
"La organización terrorista sabe muy bien que no logrará nada con tales atentados... Esto es un callejón sin salida", agregó Erdogan.
El artefacto explosivo, una bomba de fragmentación, estaba oculto en la calzada y fue accionado por control remoto, explicó el gobernador Mutlu.
Esta técnica es utilizada a menudo por el PKK en el sureste de Anatolia, escenario de combates entre los rebeldes kurdos y las fuerzas de Ankara.
Durante el fin de semana, a través de uno de sus portavoces, el PKK había amenazado lanzar ataques en "todas las ciudades de Turquía".
En los últimos meses, el movimiento ha multiplicado los ataques contra las fuerzas de seguridad en el sureste del país.
Los cristales del autocar quedaron completamente destrozados y la cala de equipajes estaba reventada por la potencia de la deflagración, constató un periodista de la AFP.
Varias ambulancias fueron enviadas a la zona del ataque donde la policía y la gendarmería establecieron un perímetro de seguridad.
El 8 de junio pasado, quince personas habían sido heridas en la explosión de una bomba colocada en la calzada en otro distrito popular de Estambul, cuando pasaba un coche de la policía.
Desde 1984, el PKK desarrolla una lucha separatista contra las fuerzas turcas en el sureste, zona kurda, pero también en las grandes ciudades y estaciones balnearias del oeste del país.
En julio de 2005, dos turistas europeas murieron en un atentado con bomba atribuído al PKK en Kusadasi, estación veraniega en el mar Egeo (oeste).
El PKK efectuó durante el fin de semana una serie de ataques en los que murieron 12 soldados en el sureste del país.
El lunes, los rebeldes ametrallaron un puesto de la gendarmería, matando a un militar e hiriendo a otro en Silvan, en la provincia de Diyarbakir (sureste).
La aviación turca replicó el sábado efectuando un ataque contra las bases de retaguardia del PKK en el norte de Irak.
En la noche del sábado al domingo, el ejército turco también efectuó una incursión terrestre hasta unos diez kilómetros al interior de Irak, matando a cuatro personas, según las autoridades iraquíes.
Esta incursión, la segunda en cinco días, no fue confirmada por el ejército turco.