"El malestar generado ha sido transmitido a los países en cuestión (...)" y fue causado por "los representantes diplomáticos y consulares que siguieron un proceso y procedieron a compartir en las redes sociales (mensajes) de manera contraria al principio de imparcialidad" indicó esta fuente, que requirió el anonimato.
Representantes de Francia, Gran Bretaña y Alemania, así como de otros países de la Unión Europea asistieron al proceso el viernes de los dos periodistas, Can Dundar y Erdem Gul.
El cónsul británico, Leigh Turner, envió varias fotos a través de Twitter, mostrando a los diplomáticos extranjeros en el tribunal o incluso una selfie con un sonriente Can Dundar, feroz adversario del poder islamoconservador. Estos tuits iban acompañados de las palabras clave #freedomofexpression.
Can Dundar, jefe de redacción del diario Cumhuriyet, y Erdem Gul, jefe de la oficina de Ankara, están acusados de haber publicado un artículo sobre la entrega de armas a los rebeldes sirios por parte de Turquía.
Ambos son juzgados por espionaje, divulgación de secretos de estado, tentativa de golpe de Estado y asistencia a una organización terrorista.
Para Turquía, esta presencia de diplomáticos extranjeros y las informaciones compartidas en las redes sociales "interfieren en el proceso judicial" en curso, precisó la misma fuente turca.
El sábado, el presidente Erdogan ya expresó su enfado respecto a este caso. "¿Quiénes son ustedes? ¿Qué hacen aquí?", espetó el presidente durante un discurso televisado. "Aquí no es su país, aquí es Turquía", sentenció.
El lunes reiteró sus críticas a los diplomáticos en un discurso en Estambul y declaró que "en otro lugar, este tipo de actividades no se toleraría y estos diplomáticos no seguirían siendo acogidos, ni siquiera un día", informó la agencia de prensa Anatolia
Respecto al cónsul general de Gran Bretaña, sin citarlo, señaló: "Si esta persona puede proseguir con sus funciones en Turquía, es gracias a nuestra hospitalidad".
Representantes de Francia, Gran Bretaña y Alemania, así como de otros países de la Unión Europea asistieron al proceso el viernes de los dos periodistas, Can Dundar y Erdem Gul.
El cónsul británico, Leigh Turner, envió varias fotos a través de Twitter, mostrando a los diplomáticos extranjeros en el tribunal o incluso una selfie con un sonriente Can Dundar, feroz adversario del poder islamoconservador. Estos tuits iban acompañados de las palabras clave #freedomofexpression.
Can Dundar, jefe de redacción del diario Cumhuriyet, y Erdem Gul, jefe de la oficina de Ankara, están acusados de haber publicado un artículo sobre la entrega de armas a los rebeldes sirios por parte de Turquía.
Ambos son juzgados por espionaje, divulgación de secretos de estado, tentativa de golpe de Estado y asistencia a una organización terrorista.
Para Turquía, esta presencia de diplomáticos extranjeros y las informaciones compartidas en las redes sociales "interfieren en el proceso judicial" en curso, precisó la misma fuente turca.
El sábado, el presidente Erdogan ya expresó su enfado respecto a este caso. "¿Quiénes son ustedes? ¿Qué hacen aquí?", espetó el presidente durante un discurso televisado. "Aquí no es su país, aquí es Turquía", sentenció.
El lunes reiteró sus críticas a los diplomáticos en un discurso en Estambul y declaró que "en otro lugar, este tipo de actividades no se toleraría y estos diplomáticos no seguirían siendo acogidos, ni siquiera un día", informó la agencia de prensa Anatolia
Respecto al cónsul general de Gran Bretaña, sin citarlo, señaló: "Si esta persona puede proseguir con sus funciones en Turquía, es gracias a nuestra hospitalidad".