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Política
Jean-Claude Juncker-a la izquierda-y Michel Barnier.
Pese a las cuatro rondas de negociaciones sigue habiendo falta de progreso en las tres cuestiones a resolver antes de hablar de la relación futura, señalaron ante el pleno del Parlamento Europeo en Estrasburgo en relación a la cuestión de los ciudadanos comunitarios en Reino Unido, el pago de la factura británica para abandonar la UE y la frontera entre Irlanda del Norte e Irlanda.
Ello impide que la Comisión, que negocia en nombre de la UE, pueda recomendar a los los líderes europeos que avancen en las conversaciones sobre las futuras relaciones de Londres con Bruselas tras el "Brexit".
Durante el pleno, algunos diputados evidenciaron la pérdida de paciencia con el Gobierno británico, exigiendo claridad y criticando las posturas distintas mostradas por la premier Theresa May y su ministro de Exteriores, Borish Johnson, que parecen revelar una división en el Gobierno y el Partido Conservador.
"Por favor, echen a Johnson", llegó a decir hoy el eurodiputado Manfred Weber, del Partido Popular Europeo (PPE). "Echen a Johnson porque necesitamos una respuesta clara sobre quién es el responable de la postura británica", dijo Weber. "La pregunta en estos momentos es ¿a quién tengo que llamar en Londres? ¿Quién habla por el Gobierno?", señaló. "Theresa May, por favor no ponga primero al partido, sino al país, a los ciudadanos".
"Hasta ahora no puedo decir que estamos listos para entrar en la segunda fase de negociaciones", insistió Juncker. Además, es necesario aclarar cuanto antes el papel del Tribunal Europeo de Justicia para poder garantizar los derechos de los ciudadanos.
Juncker saludó el reconocimiento por parte de Londres de su obligación fiscal, pero alertó que "el diablo estará en en los detalles". Al respecto, Barnier recordó que sigue habiendo "graves divergencias".
Tras la vista, se espera que los diputados aprueben una resolución recomendando a los líderes de la UE que posterguen la decisión sobre si se ha logrado suficiente progreso, que debían tomar originalmente en la cumbre del 19 y 20 de octubre.
Ello impide que la Comisión, que negocia en nombre de la UE, pueda recomendar a los los líderes europeos que avancen en las conversaciones sobre las futuras relaciones de Londres con Bruselas tras el "Brexit".
Durante el pleno, algunos diputados evidenciaron la pérdida de paciencia con el Gobierno británico, exigiendo claridad y criticando las posturas distintas mostradas por la premier Theresa May y su ministro de Exteriores, Borish Johnson, que parecen revelar una división en el Gobierno y el Partido Conservador.
"Por favor, echen a Johnson", llegó a decir hoy el eurodiputado Manfred Weber, del Partido Popular Europeo (PPE). "Echen a Johnson porque necesitamos una respuesta clara sobre quién es el responable de la postura británica", dijo Weber. "La pregunta en estos momentos es ¿a quién tengo que llamar en Londres? ¿Quién habla por el Gobierno?", señaló. "Theresa May, por favor no ponga primero al partido, sino al país, a los ciudadanos".
"Hasta ahora no puedo decir que estamos listos para entrar en la segunda fase de negociaciones", insistió Juncker. Además, es necesario aclarar cuanto antes el papel del Tribunal Europeo de Justicia para poder garantizar los derechos de los ciudadanos.
Juncker saludó el reconocimiento por parte de Londres de su obligación fiscal, pero alertó que "el diablo estará en en los detalles". Al respecto, Barnier recordó que sigue habiendo "graves divergencias".
Tras la vista, se espera que los diputados aprueben una resolución recomendando a los líderes de la UE que posterguen la decisión sobre si se ha logrado suficiente progreso, que debían tomar originalmente en la cumbre del 19 y 20 de octubre.
