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Michel Barnier
Al mismo tiempo, sin embargo, Barnier subrayó que la propuesta plantea muchas preguntas y choca con algunas prioridades claves de la UE.
El plan de Londres, presentado hace dos semanas, prevé una zona de libre comercio para bienes, incluido un compromiso con la normativa comunitaria, a la vez que se aleja de las reglas de la UE en cuanto a servicios, de manera que el Reino Unido pueda establecer sus propias leyes para sectores de tanta importancia como su amplia industria financiera.
No obstante, la UE siempre ha insistido en que el Reino Unido no puede elegir entre las cuatro libertades del bloque: libertad de bienes, servicios, personas y capitales.
Los dos ministros británicos claves -el ex ministro de Exteriores Boris Johnson y el ex secretario del "Brexit" David Davis- renunciaron a causa de la propuesta británica, mientras que el Parlamento británico consiguió desde entonces una serie de concesiones, lo que deja a la primera ministra Theresa May en una posición precaria.
"Desde nuestro punto de vista hay (...) algunos elementos que allanan el camino a una discusión constructiva", dijo Barnier.
El negociador europeo destacó tres temas positivos: la intención británica de cancelar un acuerdo de libre comercio sobre bienes; un compromiso para mantener estándares altos en temas como ayuda estatal, medio ambiente y leyes laborales; y una convergencia de opiniones en relación a la cooperación en materia de seguridad.
De todas maneras, Barnier dijo que el documento abre una serie de preguntas respecto de si las propuestas británicas son compatibles con los principios fundamentales de la UE, si son factibles y si responden a los intereses económicos de los restantes 27 miembros de la UE.
"Hay algunos puntos que están en contradicción con las directrices" emitidas por los 27 líderes de la UE, añadió Barnier e hizo referencia a la integridad del mercado único europeo y las cuatro libertades que comprende.
Barnier dijo que en las próximas semanas trabajará con su contraparte británica para encontrar una base común entre la propuesta británica y la posición de la UE para tratar de alcanzar un acuerdo político sobre las futuras relaciones. Se espera que ambas partes lleguen a un acuerdo en octubre.
Sus comentarios se hicieron públicos tras una reunión de ministros de Asuntos Europeos de la UE para analizar el estado de las negociaciones sobre el Brexit.
Barnier informó a los ministros sobre las conversaciones de esta semana con Londres y una reunión que mantuvo el jueves con el recién nombrado ministro del "Brexit" británico, Dominic Raab.
El ministro de Asuntos Europeos alemán, Michael Roth, dijo que el plan de Londres contradice las pautas de negociación de la UE. "Pero las directrices no son líneas rojas", dijo a los periodistas antes de la reunión.
"Hay leyes y estas leyes deben ser acatadas", declaró el ministro de Asuntos Extranjeros luxemburgués, Jean Asselborn. "No deberíamos jugar con esto. Hay decenas de miles de empleos en juego o más", añadió.
El plan de Londres, presentado hace dos semanas, prevé una zona de libre comercio para bienes, incluido un compromiso con la normativa comunitaria, a la vez que se aleja de las reglas de la UE en cuanto a servicios, de manera que el Reino Unido pueda establecer sus propias leyes para sectores de tanta importancia como su amplia industria financiera.
No obstante, la UE siempre ha insistido en que el Reino Unido no puede elegir entre las cuatro libertades del bloque: libertad de bienes, servicios, personas y capitales.
Los dos ministros británicos claves -el ex ministro de Exteriores Boris Johnson y el ex secretario del "Brexit" David Davis- renunciaron a causa de la propuesta británica, mientras que el Parlamento británico consiguió desde entonces una serie de concesiones, lo que deja a la primera ministra Theresa May en una posición precaria.
"Desde nuestro punto de vista hay (...) algunos elementos que allanan el camino a una discusión constructiva", dijo Barnier.
El negociador europeo destacó tres temas positivos: la intención británica de cancelar un acuerdo de libre comercio sobre bienes; un compromiso para mantener estándares altos en temas como ayuda estatal, medio ambiente y leyes laborales; y una convergencia de opiniones en relación a la cooperación en materia de seguridad.
De todas maneras, Barnier dijo que el documento abre una serie de preguntas respecto de si las propuestas británicas son compatibles con los principios fundamentales de la UE, si son factibles y si responden a los intereses económicos de los restantes 27 miembros de la UE.
"Hay algunos puntos que están en contradicción con las directrices" emitidas por los 27 líderes de la UE, añadió Barnier e hizo referencia a la integridad del mercado único europeo y las cuatro libertades que comprende.
Barnier dijo que en las próximas semanas trabajará con su contraparte británica para encontrar una base común entre la propuesta británica y la posición de la UE para tratar de alcanzar un acuerdo político sobre las futuras relaciones. Se espera que ambas partes lleguen a un acuerdo en octubre.
Sus comentarios se hicieron públicos tras una reunión de ministros de Asuntos Europeos de la UE para analizar el estado de las negociaciones sobre el Brexit.
Barnier informó a los ministros sobre las conversaciones de esta semana con Londres y una reunión que mantuvo el jueves con el recién nombrado ministro del "Brexit" británico, Dominic Raab.
El ministro de Asuntos Europeos alemán, Michael Roth, dijo que el plan de Londres contradice las pautas de negociación de la UE. "Pero las directrices no son líneas rojas", dijo a los periodistas antes de la reunión.
"Hay leyes y estas leyes deben ser acatadas", declaró el ministro de Asuntos Extranjeros luxemburgués, Jean Asselborn. "No deberíamos jugar con esto. Hay decenas de miles de empleos en juego o más", añadió.
