"No tenemos todavía una solución final, pero avanzamos", declaró el viernes el comisario europeo de Energía, Günther Oettinger, al término de las negociaciones con el ministro ruso de Energía, Alexandre Novak, y su homólogo ucraniano, Yuri Prodan, así como con los responsables de Gazprom y del distribuidor ucraniano Naftogaz.
Estas conversaciones eran cruciales, ya que Gazprom amenazaba con cortar el suministro a Kiev a partir del martes, lo que hacía peligrar también la cuarta parte del gas que llega a la Unión Europea vía Ucrania.
Kiev rechazaba pagar su deuda de 3.500 millones de dólares (2.500 millones de euros), si Gazprom no se comprometía a rebajar el precio de las futuras entregas.
Por su parte, la compañía gasística rusa ponía como requisito previo el abono de la deuda, así como el pago por adelantado del suministro del mes de junio, unos 1.600 millones de dólares.
Kiev parece haber dado un primer paso para desactivar el conflicto, con el pago este viernes de 786 millones de dólares (576 millones de euros) a Gazprom, confirmó Prodan.
Este desembolso, que corresponde a la factura gasística de Kiev de febrero y marzo, según Oettinger, se ingresó en una cuenta de un banco estadounidense desde donde se hizo una transferencia a la cuenta de Gazprom.
"Los fondos pagados llegarán el lunes", afirmó el ministro ucraniano.
- El precio, en discordia -
En Bruselas están previstas nuevas conversaciones ese mismo día para abordar "una solución global" de cara a solucionar las diferencias sobre los meses impagados y fijar un precio "conforme al mercado" para las entregas futuras, según Oettinger.
Tras la destitución del presidente prorruso de Ucrania Viktor Yanukovich en febrero, Gazprom decidió aumentar el precio del gas a Ucrania por encima de la cantidad facturada al resto de países europeos.
"Ucrania no aceptará nunca los precios de gas de alrededor de 500 dólares (por 1.000 metros cúbicos)", dijo este viernes el primer ministro ucraniano, Arseni Yatseniuk, lo que anuncia unas negociaciones difíciles en este punto.
Ucrania se encuentra al borde de la quiebra financiera. El Banco Mundial entregó el jueves 750 millones de dólares (550 millones de euros) a Kiev en un primer tramo de una ayuda de 3.500 millones de dólares (2.570 millones de euros).
El préstamo de la institución se inscribe en un plan de ayuda de 27.000 millones de dólares (19.800 millones de euros) prometido por la comunidad internacional a este país inmerso en una profunda crisis política y económica.